Es campaña electoral y los candidatos de las más diversas formaciones políticas se prodigan ante los Medios de Comunicación para hacer llegar su mensaje a los ciudadanos que se hallen en los más recónditos lugares de la geografía. La imagen es primordial para los candidatos y sabiendo que ello es así suelen cuidar con esmero la imagen personal. Y es justamente ahí donde el adversario suele actuar con ahínco y perseverancia, con los más diversos resultados aunque, en general, suelen producir los efectos deseados si se actúa con inteligencia y no con rencor.
El gesto, el atuendo, la dicción y otros elementos personales suelen ser determinantes, aunque, como todo en la vida, es moldeable y pueden ser educadas las masas para desviar la atención sobre lo personal y centrarla en otra cuestión.
Hay diversos estudios y criterios sobre el particular, pero en la ya cada vez menos corta vida política española hemos podido observar cómo hechos personales han incidido determinante y puntualmente en la vida política del candidato y de la formación y en otras ocasiones no ha sucedido de este modo. Personajes para ejemplos los hay de todo el arco parlamentario e ideológico, por lo que la experiencia me viene a decir que lo realmente importante es la actividad y el no decaimiento del personaje en cuestión. Esta afirmación se halla avalada por los hechos, y si el amable lector hace un poco de memoria y/o desea echar un vistazo a las hemerotecas se encontrará con bastantes personajes y/o personajillos públicos que la confirman.
“Yo soy Alcalde por tu periódico”, me dijo el Alcalde de un municipio almeriense cuando analizábamos los resultados de una convocatoria electoral. En contraposición, un Candidato a la Alcaldía también me aseguró “no he salido por la campaña tan fuerte hecha”. Y un tercer candidato pareció quedarse en el término medio y me contó que “me han faltado los votos que esa información me quitó para conseguir la mayoría absoluta”. Cualquiera que fuere la razón lo cierto es que, a mi juicio, el encarnizamiento y el victimismo generan solidaridad que en una elecciones producen o suman votos. Ésta, en síntesis, es la experiencia y con independencia de la incidencia electoral que en determinados comicios tengan los Medios de Comunicación, lo cierto es el candidato se esmera por la imagen y cuida mucho sus relaciones, especialmente, con la Prensa, que es con la que le sostiene al 50%, y ellos lo saben.
Pero lo que me llama poderosamente la atención sin límites son algunas poses de los candidatos, sin excepción. Fíjese, estimado lector, en el gesto de la cara, que por algo se dice que es el espejo del alma, de los políticos en televisión, en las fotografías o cuando se los encuentran haciendo campaña electoral, y a buen seguro que alguno le llegará a producir hasta la risa. El gesto de la cara, a buen seguro, le dará que pensar, le generará algún pensamiento y, en general, pensará la capacidad de transformismo que tiene. Fíjese, estimado lector, y verá.