En política, para menospreciar, ningunear, intentar debilitar a otro candidato o candidatura basándose en mentiras, maquinaciones subjetivas o terapias de hipnosis singulares; hay que ser o muy inteligente o gozar del suficiente y demostrado crédito.
Cuestión esta que, de momento, brilla por su ausencia. PSOE, PP y PA, durante los últimos años han estado chupando del bote -todos han cobrado (dinero físico)- y si la precariedad económica del Ayuntamiento es manifiesta, mucho más lo es la sus pobladores que con digno y noble criterio se siente estafados.
En Centro Democrático Liberal (CDL) lo primero es la persona de ahí que todas y cada una de las medidas que se adopten tienen que pasar el “filtro” de la comisión gestora que, en su día y para cada una, designe el pueblo, o sea, consultiva y participativa.
Hoy, un valiente, un limpio -demostrado-, un luchador del pueblo, un exalcalde de Zurgena; nos aclara el rumor, más bien la mentira a la que tanto dirigentes políticos locales como provinciales han tratado de inculcar a los zurgeneros.