Desde la Dirección General de Tráfico se está acusando a la Guardia Civil de Tráfico de ser irresponsable toda vez que, como consecuencia de la «huelga de bolis caídos», en el mes de julio se ha producido un repunte muy significativo en el número de víctimas mortales al volante.
Con relación a la aseveración expuesta en el párrafo anterior, desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), nos vemos en la obligación de informar a la ciudadanía de lo siguiente:
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Negamos de forma categórica que exista una «huelga de bolis caídos» entre los agentes que integran la Agrupación de Tráfico. No por el hecho de no estar permitido este tipo de movilizaciones en nuestra normativa; sino por tratarse de profesionales de la seguridad vial, que cumplen escrupulosamente con la legislación y con los preceptos que inspiran dicha Agrupación de Tráfico: prevención, auxilio y por último denunciar, con objetividad y prudencia (virtudes inexistentes en radares o cinemómetros), aquellas infracciones que observan durante el desarrollo del servicio.
La conducta del inefable Director General de Tráfico, Pere Navarro, constituye un palmario ejemplo de doble moral: por un lado, atribuye el descenso de víctimas en las carreteras españolas a las “grandes medidas” que ha adoptado la DGT para reducir la siniestralidad: implantación del carné por puntos, nueva reglamentación en materia de Seguridad Vial, y la reforma del Código Penal. Mientras que, por otro lado, cuando se produce el efecto contrario, culpa y estigmatiza a los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en un claro ejercicio de irresponsabilidad, pues no cabe duda que este demérito es el resultado de la política del Gobierno de Zapatero y nunca de la Guardia Civil, pues comportamientos como el expresado es pretender eludir responsabilidades y enfrentar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los ciudadanos a los cuales sirven.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), opina que el repunte de las víctimas de tráfico, es el resultado de cimentar básicamente una política en materia de seguridad vial sobre medidas represivas: instalación de radares en la carreteras (un cinemómetro nunca hará la labor de diez guardias civiles) y pretendiendo amenazar a los agentes de tráfico de bajarles el suelto a los que no denuncien, como lo evidencia el hecho de modificar el Resumen mensual de Actividades Individuales (RAI), cuyo sistema de evaluación pretende recaudar más para las arcas del Estado, ya que se prima denunciar al transporte de mercancías por carretera (que paradójicamente son las más caras) en detrimento del auxilio en carretera.
Por los motivos expuestos, desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), pedimos al Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que destituya al Director General de Tráfico, Pere Navarro.
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Asimismo, desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) consideramos que el repunte de la siniestralidad vial, es el «principio» de la mala gestión que está realizando el Gobierno en materia de gasto público, con motivo de la importante crisis económica que azota a España, que ha supuesto importantes carencias en materia de medidas preventivas y paliativas en la red viaria española – especialmente en las carreteras consideradas de segundo orden – menor presencia de guardias civiles en las carreteras y una mermada plantilla de especialistas en seguridad vial en la Agrupación de Tráfico – la especialidad es peligrosa y poco remunerada -.