No hay cosa que produzca un dolor más lacerante que ver las noticias, pero siempre tendemos a ponernos las gafas de corto alcance. No obstante aparejada a una solución inmediata, tal vez deberíamos tratar daños estructurales. Tales cómo nuestra convivencia. Nuestra forma de interrelacionarnos y las consecuencias palpables que finalmente nos atenazan el corazón.
CONVIVENCIA
En un mar de dudas
En busca de la agenda
Repaso el mal y bien.
Manual:
Bien y mal, tal vez……….
Sólo para buenos corazones
Constituidos por nuestras acciones.
Que
Indistintamente de nuestra edad
Mantenemos una conducta……
Versátil
Parada de Metro
Responsable Y congruente.
Distinguimos
La línea entre el bien y el mal,
Al menos en esencia
Otro cantar es que hagamos caso omiso de ello.
O nos amparemos en mil velos para transgredirlo
Y conseguir lo que deseamos.
Tal vez, sólo tal vez
De nosotros dependa
Forjamos la generación venidera
Nuestra conducta marca tendencia y nuestra empatía
La generación pasada
No existen manuales sencillos, salvo la empatía.
Los límites que unos a otros nos establecemos para una correcta convivencia.
Uno establece, la otra parte acepta o no
Tira todo por tierra, no.
Son fruto de un acuerdo.
Esta es nuestra Sociedad.
Miel sobre hojuelas.
Estas necias palabras sólo sirven para expresar la complejidad de la convivencia.
Podríamos comentar un factor que dificulta la convivencia y es causa de desavenencias entre jóvenes y mayores, los deseos de libertad, de establecer sus propias normas, entre otros y la dificultad de nuestros mayores de negociación.
Establecer esta relación suele ser sumamente complicada. A nuestros mayores les cuesta mucho posicionarse en una situación de igualdad, en un entorno cambiante. Son iguales, desde luego no. No obstante podríamos destacar el miedo real o ficticio a la pérdida de autoridad, vinculada al respeto. No deseo divagar, que pretendemos; la búsqueda de un punto de encuentro en el que ambos puedan convivir sin perder de vista las dependencias que se van forjando. Dicho sea de paso, a los menos mayores nos cuesta ceder terreno.
Nada es fácil, nada es común, nada es exacto
La tipología es amplia
Pero es más sencillo como un amigo que un Gendarme
Garantes de nuestra historia
O colección de historias Pasadas.
Finalizare con una pequeña frase que me ha encantado.
“El Perdón son mis disculpas”
(Nota: El perdón es lo que yo te entrego, no me pienso disculpar por la herida recibida).