Otro verano más, y van seis con el actual Ayuntamiento, que las playas de Garrucha se quedan sin Bandera Azul. Este galardón medioambiental es del máximo prestigio y de proyección internacional y, además, no cuesta apenas dinero.
Durante mi mandato como alcalde de Garrucha (1999 – 2007) la conseguíamos todos los años, quizás por eso me cuesta comprender qué está pasando para que no consigamos la Bandera Azul. Hay además un oscurantismo respecto al motivo real de esa pérdida, ni siquiera los concejales de la Oposición lo conocen.
Es urgente que la Alcaldesa dé explicación clara y que se ponga a trabajar para superar los obstáculos y que el próximo verano luzca en nuestra playa un símbolo de calidad del que tan necesitado está nuestro pueblo últimamente.