Los PCRs están infectados adrede, igual que las vacunas, para enfermar y matar a la gente, según estudios científicos independientes.
Por eso lo restriegan tanto, para que penetren los patógenos en el cerebro a través de la membrana mesoencefálica.
El objetivo es cumplir la agenda 2030 de reducción de población, de la que se ha hablado en el Foro de Davos.
Esto es un genocidio en toda regla.
Robert Carbonell lo explica en este vídeo: