“Miedo me da”, asegura quien está fisgoneando en el que fue el diario más carismático de la provincia de Almería. “No solo lo que se publicó sino lo que hay en la trastienda”, manifiesta. El diario supuso un revulsivo en el periodismo almeriense de las décadas de los 80 y 90, “ya de por sí haber subsistido 18 años es todo un mérito”, sostiene. Sea como fuere, LA CRÓNICA, que “hubiese vivido su época dorada durante los diez años de esplendor del ladrillo”, tuvo un papel determinante en la vida política y social de la provincia de final del siglo pasado, aunque no le han faltado emuladores.