A quien se le acusa de prevaricación y cohecho es porque existen pruebas de que en el ejercicio de su función ha dictado decisiones injustas a cambio de un beneficio.
Si alguien sale beneficiado ha de existir un benefactor, en el ámbito inmobiliario que es donde se están produciendo este tipo de acusaciones, se supone que el benefactor último y verdadero es el señor que compra la propiedad inmobiliaria que se verá gravada por el beneficio que obtiene quien se ha beneficiado, presuntamente con injusticia, o sea que el “pagano” es el señor que compra su pisito a base de hipotecarse durante muchos años de su vida, o sea, la mayoría de los ciudadanos.
Veamos si lo entiendo, un grupo de señores me estafan y encima voy yo y cuando los acusan de estafarme me manifiesto en su favor y en contra de la actuación policial o de la justicia.
En mis tiempos a esto se le decía “encima de puta poner la cama”. ¿Es que nos hemos vuelto locos, o es que somos tontos?
¿Es que nos hemos vuelto locos y apoyamos a quien nos roba?
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