Dios ha querido llamar a su lado a uno de nuestros vecinos, que ha dedicado su vida a sus familiares, amigos y también a todos los gadorenses, consagrando más de 30 años de su vida como Juez de Paz. Como siempre es duro, muy duro, ver como un buen amigo nos abandona definitivamente. No poder compartir con él buenos ratos, no participar más de sus vivencias, no departir nunca más con él ante una buena mesa es siempre duro, aunque nos pueda reconfortar que nos abandone llamado por nuestro Señor y que desde allí, desde el cielo, seguirá velando por todos nosotros como lo hizo en vida aquí abajo.
En estos casos siempre digo lo mismo, y es que sin duda hay situaciones para las que uno nunca está preparado, pese a que formen parte de nosotros desde el momento en que venimos al mundo, como es la muerte. Es cierto que todos sabemos al llegar a este mundo que todo principio tiene un final, pero no por ello nos resulta menos doloroso la muerte de un amigo, aún más cuando lo hace de una forma accidental y cuando la vida vuelve a sonreírle. En casos así es cuando nos afloran nuestros buenos sentimientos y nos damos cuenta verdaderamente de lo que perdemos.
José Rodulfo Góngora nos dejó, y lo hizo de la única forma que podría hacerlo, trabajando. Porque José Rodulfo ha sido eso toda su vida, un trabajador incansable, un agricultor más de los que han hecho prosperar a nuestro pueblo y que Gádor sea hoy en día lo que es. A sus 75 años José Rodulfo nos dejó a lomos de su tractor, dando ejemplo de una vida sencilla, trabajadora y honrada.
Con la marcha de José Rodulfo no sólo perdemos a un buen hombre y un buen amigo, perdemos un pequeño trocito de la historia de Gádor. Porque José Rodulfo ha sido durante 30 años nuestro Juez de Paz y ha llegado a conocer a Gádor y a los gadorenses como la palma de su mano. Hombre de bien, siempre ha tratado de mediar en las disputas, buscando la cordura, el diálogo y la negociación como mejor forma de limar diferencias.
José Rodulfo, dentro de ese aspecto rudo, típico del hombre que trabaja la tierra de sol a sol, siempre ha sido una persona amiga de sus amigos, dispuesto a escuchar y mediar. Prueba de ello es que aún teniendo hasta el día de su muerte unas fuertes convicciones ideológicas, desempeñó su trabajo de Juez de Paz con distintos colores políticos. Sin duda un buen padre que ha dejado a sus dos hijos el ejemplo a seguir, trabajo, más trabajo y honradez.
Pero José Rodulfo también ha sido un gadorense involucrado con su pueblo, fundador de la Cofradía de San Juan, se ha implicado personalmente en todos los acontecimientos y tradiciones de Gádor, participando, colaborando e impulsando nuestra historia y nuestras costumbres. Buen cristiano, buen padre de familia y sin duda un buen español. Porque José Rodulfo siempre ha sido una persona amante de España, profundamente convencido de formar parte de una gran nación, con una arraigada tradición, una historia añeja y madre de todos los españoles. Por eso no es de extrañar que la misma bandera que tantas veces lució en la solapa de la chaqueta, la misma que siempre llevó en lo más profundo de su corazón, le haya cubierto en su último día. Un detalle que con toda seguridad le agradecerá desde el cielo a sus hijos, que quisieron que su padre emprendiese el camino con el mejor de los tesoros, el amor de sus familiares, el cariño y el respeto de sus vecinos y su bandera de España.
Si me pidieran que definiera a José Rodulfo, Pepe Rodulfo para sus amigos, lo haría con una sola palabra, “coherente”. Porque el legado que nos ha dejado es un ejemplo de coherencia, con sus ideas, con su trabajo, con su familia. Un amigo al que siempre tendré que agradecerle muchas cosas, entre otras a respetar las ideas de los demás aunque no sean las mías. Porque José Rodulfo dio ejemplo de coherencia política, pero sin sectarismo. José Rodulfo ya no está con nosotros, ya no podrá hacernos uno de sus “ponchecicos”, a los que tanto le gustaba hacer para sus amigos antes de que el corazón y las piernas le dieran un susto. Pero siempre estará con nosotros como ejemplo.
¿Qué Dios te bendiga Pepe Rodulfo! Gracias por el camino que nos has dejado y un recuerdo muy especial a sus hijos y nietos.