Siempre el verano
fue el periodo propicio
para el descanso.
-0-
Pues el calor,
cuando se une al esfuerzo,
crea sopor
-0-
Pero el descanso
sólo tiene sentido
tras el trabajo
-0-
El desempleo
nos obliga a plantear
nuevo modelo
-0-
En vez de ocioso
el “descanso” del paro
resulta odioso.
-0-
Las vacaciones,
para quien está en paro,
crean frustraciones.
-0-
Cabe esperar
apoyo solidario
de los demás.
-0-
Y aquí EL TRIDENTE
suspende sus punzadas.
¡Hasta septiembre!.