En el acto de despedida participaron todos los sectores del pueblo alhameño, que mostraron su agradecimiento al sacerdote por la labor realizada durante este tiempo. En concreto, el alcalde de Alhama, Francisco Guil, destacó “la cercanía y el respeto que Ángel ha mantenido con todas las instituciones y su colaboración en todos los actos programados en el municipio”. Asimismo, el regidor agradeció el esfuerzo y dedicación del párroco con el pueblo de Alhama, al que “ha tratado con un gran cariño y afecto”. Por otro lado, en su homilía, Beltrán reconoció a todos los vecinos su “gran generosidad que nos ha permitido tener un templo digno y bonito”. En esta línea, hizo una mención especial a la familia de José Antonio Picón, puesto que con su colaboración desinteresada se ha impulsado la rehabilitación de la iglesia de Alhama. En la misma línea, el párroco mencionó el trabajo del ex alcalde del municipio, Juan Martínez, y del actual alcalde, Francisco Guil, a los que puso como ejemplo de civismo y de respeto democrático. Por otro lado, el sacerdote subrayó la importancia de la consolidación del Consejo Pastoral Parroquial, donde están representadas todas las áreas de acción pastoral de la comunidad. De hecho, con las acciones de Beltrán se ha conseguido restablecer las hermandades de barrio. Y es que, según explicó el propio padre, “se han tomado decisiones y se han aportado acciones para hacer que nuestra iglesia de Alhama sea una comunidad siempre viva”. Finalmente, el sacerdote y su familia mostraron su gratitud a toda la comunidad por su cercanía y dedicación, sobre todo en esta etapa de su vida, con su inesperada enfermedad. El sacerdote va a ser trasladado a la parroquia de la Colonia de Los Ángeles, mientras que en la iglesia de Alhama se establecerá una comunidad de padres agustinos.