La secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero, auguró que dentro de cuatro años los socialistas volverán a gobernar porque serán capaces de ofrecer una alternativa “solvente” a los recortes que está aprobando el PP, capaz de crear empleo, mantener y desarrollar el Estado del bienestar y de distribuir mejor los costes de la crisis.
En su intervención en la jornada “Socialdemocracia y economía”, organizada por el PSOE, la dirigente socialista aseguró que de todo ello determinará si los socialistas recuperan el gobierno dentro de cuatro años, “y yo creo que sí”.
Rodríguez Piñero aseguró que el PSOE gobernó la crisis con algunos aciertos, entre ellos “evitar ser intervenidos y no poner en peligro los pilares básicos del Estado del bienestar”, aunque cree que no han sido suficientemente valorados por los ciudadanos y confía en que lo sean “con el tiempo”, sobre todo después de poder “confrontar” con las medidas del PP.
Entre los errores, reconoció el de “no haber hecho lo suficiente para frenar la burbuja inmobiliaria” y no haber repartido mejor los costes de la crisis con una revisión “en profundidad” del sistema tributario.
Esa burbuja inmobiliaria es el origen del sobreendeudamiento que lastra la economía española junto a problemas específicos del sector financiero detrás de los cuales está también un modelo de crecimiento basado en la construcción residencial.
Rodríguez Piñero llamó con esos argumentos a no dejar “que se extiendan falsedades” sobre el origen de las dificultades en España, y a lanzar con insistencia el mensaje de que hay alternativa a los recortes del Gobierno, y los socialistas “la tenemos”.
Por ejemplo, insistió en que el impuesto de grandes fortunas que defiende el PSOE y al que el PP se opone sería suficiente para compensar los recortes en educación aprobados por el Gobierno.
Los socialistas insisten en la tesis de que las políticas de ajuste extremo sólo conducen a más recesión, por lo que no pueden ser el único objetivo de la política económica, y en ese sentido reiteran su confianza en el cambio que puede impulsar el triunfo de Francois Hollande en las presidenciales de Francia.
Al inaugurar las jornadas, Rafael Simancas insistió en las dudas sobre las posibilidades de cumplir las previsiones de déficit sin políticas de impulso al crecimiento, y de hecho aseguró que algunos miembros del Gobierno reconocen con la boca pequeña la dificultad de llegar al 3% de déficit el próximo año.
ALMUNIA: LAS DEUDAS HAY QUE PAGARLAS Y LA ÚNICA DISCUSIÓN ES DÓNDE SE AJUSTA
El comisario de Competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia, dijo, durante su intervención, que la consolidación fiscal hay que garantizarla, “las deudas hay que pagarlas”, y la única discusión posible es sobre las prioridades del ajuste y los sectores que se dejan fuera porque “no hay derecho” a pedirles más esfuerzos.
Almunia subrayó que pese a las recientes derrotas electorales, el PSOE sigue siendo una de las fuerzas socialdemócratas con más porcentaje de voto de la Unión Europea.
En su intervención, alertó de que el sistema financiero debe tener una función de ánimo al crecimiento, por ejemplo financiando iniciativas también de riesgo, porque es la única vía de fomentar el emprendimiento.
Además, aseguró que es “perfectamente acorde” con los principios de la buena política asegurar que las deudas “hay que pagarlas” y que hay que cuidar que la deuda “no nos come” porque es la peor forma de sostener las fuentes de riqueza y de equidad. “Cuando la deuda nos come, sí que mandan los mercados y sí que vienen los tecnócratas a decir lo que hay que hacer” al margen de los gobernantes elegidos por los ciudadanos.
A la pregunta de si los países europeos estamos gobernados por los mercados, Almunia respondió que “lo estaremos tanto menos cuanto más eficaces seamos en la reabsorción del endeudamiento que tengamos, lo antes posible”.
Por tanto, sentenció que la consolidación fiscal es “imprescindible” en los países con deuda acumulada, varios en la Unión Europea y no sólo España, precisó. Negar los ajustes y las reformas “no es la vía”, alertó.
La única vía posible es “discutir qué ajustes” se hacen, en qué partidas, con qué prioridades y a qué sectores se deja fuera porque “no hay derecho” a pedirles más esfuerzos.
Almunia alertó además de que para todo eso se necesita “la dimensión europea”, porque ningún país, ni siquiera con la dimensión y el potencial de Alemania, es capaz de afrontar en solitario los desafíos planteados.
En ese sentido, se mostró convencido de que debe ser la socialdemocracia la que lidere la nueva fase de la integración política europea, porque basta analizar la campaña de las elecciones presidenciales en Francia para comprobar que los partidos conservadores tienen la tentación de caminar en sentido contrario. El reto, concluyó, es que los ciudadanos sepan “quién es el líder del Partido Socialista Europeo”.