“Si El Corte Inglés entra ahí es que tiene todo amarrado”. Éstas fueron las palabras textuales que el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, pronunció ayer en la sesión plenaria que celebró el Ayuntamiento y en la que, como en varias anteriores, la llegada de esos grandes almacenes a la capital se convierte en objeto recurrente con independencia del tema concreto que se debata.
Todo hace pensar que se trata del acuerdo, aunque no escrito, entre esa firma y la Junta de Andalucía para lograr la instalación con el cumplimiento más riguroso posible de la legalidad vigente. El hecho de que esas palabras, a las que es posible que también se unieran “y bien amarrado” en relación con otra frase fundamental de la reciente Historia de España, queden reflejadas en el acta oficial de la sesión confieren un valor transcendental a su contenido. Hasta el momento no habían pasado de ser un comentario, aunque desde muy distintos sectores, con sus más o menos fuertes bases de conocimiento.
El pronunciamiento del alcalde se produjo como comentario a unas declaraciones del portavoz de Izquierda Unida, Diego Cervantes, sobre posibles privilegios a ciertos empresarios frente a un tratamiento igualitario y sobre las bases de la legalidad vigente a cualquiera de ellos. El alcalde también señaló que se minusvaloraba a este sector si se consideraba que cualquier empresa, y más en concreto El Corte Inglés, es un grupo de amiguetes sin preparación, sin experiencia y sin asesores, que “se dejan meter en un berenjenal”.
“El Corte Inglés y los frailes deciden un convenio, al que nosotros damos viabilidad. A otras instancias les corresponden otras decisiones y nosotros acataremos lo que decidan. A nadie se le ha metido en berenjenal alguno”, sostuvo por su parte José Luis Aguilar, portavoz del equipo de gobierno. Estas intervenciones tuvieron lugar asimismo al debatirse la certificación final del Edificio Polivalente, de El Toyo, que se unió con su cierre como tal desde que terminaron los Juegos Mediterráneos y el cierre, temporal, de dos hoteles levantados enfrente de ese inmueble (Barceló Cabo de Gata y Garden). La certificación fue aprobada por unanimidad.
En estos momentos se ultiman los pliegos de condiciones para el concurso del estudio de viabilidad sobre los destinos que puede tener esa edificación y, según adelantó el concejal de Urbanismo, Juan Megino, podrían aprobarse en la próxima sesión plenaria. Hasta la semana pasada el Edificio Polivalente ha estado ocupado por los distintos elementos del activo del Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos (COJMA 2005) que todavía no se han podido vender, sobre todo por las camas “gigantes”, que ha sido además el que ha corrido con su mantenimiento.
Juan Megino negó la posibilidad en estos momentos de cualquier otro tipo de utilización al consistir en un”cajón” sin dotaciones, pesa a cumplir perfectamente con el objetivo marcado para y durante los Juegos. Tras precisar que es un edificio polivalente, que con toda seguridad se destinará a actividades relacionadas con el deporte de élite, el concejal de Urbanismo aseguró que GIAL y PP mantienen su compromiso electoral de construir un Centro de Congresos. De hecho el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) contempla esta dotación en los terrenos que libere el soterramiento de las vías del tren, “que es donde los hosteleros quieren”.
José Luis Aguilar, portavoz del equipo de gobierno municipal, sostuvo la falta de relación entre el cierre de dos hoteles de El Toyo, que reabren en los próximos días, con el cierre del Edificio Polivalente. En este mismo sentido preguntó al PSOE por el motivo de que no hablara sobre el tema una de sus concejalas debido a sus conocimientos y a su experiencia. La alusión se relacionaba con Encarna García Peña debido a la situación “sui generis” que mantiene en el Grupo Socialista.
Joaquín Jiménez (PSOE) denunció, como ha hecho en anteriores ocasiones, el tiempo que lleva cerrado ya el Edificio Polivalente, a pesar de sus cerca de 12 millones de euros de coste. Preguntó al alcalde por su satisfacción ante el retraso de su puesta en servicio y por la posibilidad de haber acelerado esta gestión. Defendió como denominación técnica para el inmueble la de Edificio Polivalente.
Diego Cervantes (IU-LV-CA) sostuvo que el estudio de viabilidad sobre los destinos del Polivalente carece de sentido al estar decididos con antelación. Propuso que se hubiera contratado en septiembre del pasado año a un gerente que, en consonancia con los hoteles, hubiera conseguido algún congreso. Consideró que Urbanismo utilizaba a los empresarios para enfrentarse a la Junta de Andalucía. Denunció asimismo la contradicción que supone, desde su perspectiva, tener este edificio cerrado cuando tanto PP como GIAL llevan en su programa electoral la construcción de un Palacio de Congresos.
En un tono entre jocoso, que provocó el malestar del concejal de Desarrollo Económico, Desarrollo y Turismo, Miguel Cazorla, y serio, Diego Cervantes criticó lo que consideró falta de preocupación por ese edificio en contraste con el llenado de indalos de la ciudad, contra los que dijo “darse de bruces”, sobre todo con el instalado a la entrada o salida de la calle Trajano “cuando voy con una copa de más”.
Almería, en sus distintas infraestructuras públicas y privadas, acogió durante el pasado año 362 congresos y convenciones, según manifestó ayer el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez, quien calificó de “bastante importante” la cifra. José Luis Aguilar, portavoz del equipo de gobierno, negó que se hubieran perdido este tipo de actividades y defendió que se habían asentado las bases para convertir a la capital en referencia del turismo de este carácter.
El Corte Inglés y la Junta tienen todo amarrado
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