El Comité de Empresa de Alsa – Surbús, compañía concesionaria del transporte urbano de la capital, anuncia concentraciones y huelga para reiterar su denuncia por el incumplimiento del convenio laboral de la empresa y la complicidad del Ayuntamiento de Almería ante esta situación.
Así, la primera movilización tendrá lugar el próximo lunes, día 25 de febrero, ante las puertas del consistorio capitalino, tal y como acordaron ayer, día 12, los trabajadores durante la celebración de la Asamblea General. En dicha reunión, el comité de empresa determinó la confección del comité de huelga para establecer el calendario de paros en el servicio de transporte urbano.
Según los trabajadores, ni la empresa ni el Ayuntamiento se han puesto en contacto para intentar solucionar la problemática que se ha producido a raíz de la denuncia que el comité de empresa realizó el pasado año, destapando algunas de las irregularidades entre la compañía y el consistorio en el incumplimiento del pliego de condiciones, hecho que ha supuesto varios expedientes de sanción a la empresa. Para los trabajadores este conflicto laboral se fundamenta en una represalia de Alsa- Surbús.
Además, desde el comité de empresa recuerdan que la empresa está coaccionando a cuatro de sus trabajadores, a los cuales se les ha exigido la aceptación de la indemnización por despedido, medida que han rechazado. Por su parte, Alsa- Surbús ha respondido a esta negativa con la bajada de categoría profesional y cambios de horarios, entre otros aspectos.
“Antes de llegar a este punto, el comité de empresa ha solicitado, en reiteradas ocasiones, una reunión con la concejal de Seguridad y Movilidad, María Muñiz, la cual ni si quiera ha dado una respuesta a las continuas peticiones”, señala Francisco Calatrava, presidente de dicho comité de empresa.
Por todo ello, con este calendario de movilizaciones los trabajadores exigen a la empresa el inmediato cese de la conflictividad e instan al Ayuntamiento a su intervención en esta problemática. “Ni nosotros, ni el Consistorio debemos permitir los chantajes, amenazas y coacciones que Alsa – Surbús está ejerciendo, por eso no entendemos porque Muñiz no ha atendido nuestra solicitud. Por eso no nos queda otro remedio que poner en marcha una agenda de concentraciones y huelgas”, señala Calatrava.