Así lo anunció el alcalde, Juan Enciso (PAL), tras los cinco minutos de repulsa que han secundado alrededor de un centenar de convecinos del matrimonio, que residían en El Ejido y donde ella trabajaba como celadora en el centro de salud de Ejido-Norte mientras él desempeñaba labores de vigilante de seguridad en un supermercado después de que en 2003 abandonase el Instituto Armado por un expediente de "pérdida de aptitudes psicofísicas" incoado tres años antes.
Enciso, quien definió a Rosario G. como una persona "muy conocida y querida", expresó la condolencia de los ciudadanos ante este nuevo caso de violencia machista, que –ahondó– "siempre duele aunque no la conozcas". El regidor, para quien "ójala esta sea la última muerte de una mujer a manos de su pareja sentimental", aseguró que, de momento, "lo único que podemos hacer es ofrecer estos cinco minutos de repulsa".
Rosario G., que en 2007 interponía denuncia contra su presunto homicida a raíz de la que una jueza de El Ejido dictó orden de alejamiento, era encontrada ayer en el cortijo familiar “Herrera”, situado en la pedanía “El Puntalón”. Presentaba cortes efectuados con una herramienta eléctrica y estaba maniatada. Tras practicarse la autopsia, será enterrada a las 17.30 horas en el municipio almeriense de Terque.