El Grupo Ecologista Mediterráneo ha concedido un año más sus premios Duna, instituidos hace 26 años para reconocer a las personas, empresas, colectivos o instituciones que se hayan destacado en el transcurso del último año en la labor de defensa del medio ambiente, los recursos naturales o el desarrollo sostenible en la provincia de Almería.
En esta XXVI edición han sido elegidos por la Asamblea General del grupo tres premios que destacan el trabajo en defensa del medio ambiente y la labor de educación que llevan a cabo empresas y personas.
Afortunadamente ha sido una elección difícil porque las candidaturas han sido un año más muy numerosas, lo que indica que la preocupación por el medio ambiente está extendida entre los almerienses, y el compromiso de muchos de ellos permite mantener viva la bandera de avanzar hacia una sociedad mejor y más justa, tanto con nuestro entorno como con las personas que vivimos y queremos seguir viviendo en esta provincia.
Loa premios DUNA 2012 han recaído este año en:
José Luis García Ortega.- Responsable de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España. José Luis es almeriense y lleva muchos años vinculado con la asociación ecologista de mayor relevancia a nivel nacional e internacional. Como ingeniero y como responsable de las campañas contra el cambio climático y la energía ha desarrollado una intensa labor en el impulso de las energías renovables, una línea de trabajo de vital importancia ante la evidencia de una crisis energética a nivel global que precisa actuaciones a todos los niveles en la búsqueda de alternativas ‘limpias’ en la generación de energía eléctrica. Los informes y propuestas presentadas son demoledores en la defensa de un modelo de producción basado en las energías renovables, una labor que García Ortega lleva desarrollando muchos años. Se premia en él esa constancia, la calidad de sus trabajos y la firme apuesta por erradicar las energías contaminantes que están en el origen del temido cambio climático del que ya tenemos numerosas manifestaciones.
José Manuel López Martos.- Fotógrafo y Naturalista.- En José Manuel el GEM ha querido destacar sobre todo el compromiso inalterable que muestra desde hace más de veinte años con la protección del medio ambiente y los recursos naturales de la provincia, un compromiso que siempre le llevó mucho más allá de su actividad laboral, vinculada con la guardería forestal y con los espacios naturales protegidos de Almería. López Martos es esa mano amiga que necesita permanentemente el medio ambiente almeriense para conseguir sobrevivir a los intentos de agresión a que es sometido de forma permanente por particulares o por instituciones públicas o privadas. Con sus fotografías deja constancia permanente de todos esos tesoros que nunca deberíamos permitir que se perdieran, y con su labor de educación ambiental motiva al resto de sus paisanos a ponerse de parte del medio ambiente.
Empresa de Turismo Activo y Educación Ambiental ‘Al-Mihras’.- Ubicada en uno de los últimos paraísos rurales almerienses, Laujar de Andarax, Al-Mihras ha hecho apuesta firme por aprovechar los recursos que la Naturaleza ha puesto a su disposición y demuestra con sus actividades y con sus campañas que es más que posible explotar la riqueza ambiental sin alterarla. En el caso de Al-Mihras este compromiso da un paso más y promueve una conservación decidida del entorno natural en el que desarrolla sus actividades. Transitar por los espacios naturales puede convertirse en una amenaza si no se realiza desde el respeto a estas zonas, pero en el caso de esta empresa almeriense esos paseos se convierten con frecuencia en una auténtica lección de educación ambiental para los clientes que, de esta manera disfrutan del entorno, aprenden a apreciarlo y también colaboran de forma activa en su conservación. En una sociedad en la que con frecuencia se ha vinculado el concepto de empresa con el de destrucción del medio ambiente, empresas como Al-Mihras demuestran que el desarrollo armónico es posible y que la actividad empresarial es perfectamente compatible con el medio ambiente.
Son los tres premios DUNA otorgados en 2012 pero, como todos los años, los premios del GEM tienen su contrapunto en las menciones CARBÓN, convertidos en una especie de ‘tirón de orejas’ a personas, colectivos o instituciones públicas y privadas que hayan destacado precisamente por todo lo contrario que los Duna, es decir por su influencia o impacto negativo en el medio ambiente almeriense. Este año el Carbón se ha decidido dedicarlo a:
Los desmanes del urbanismo en la provincia.- Lamentablemente tenemos que volver un año más a un problema de capital importancia que no termina de ser erradicado en Almería, ese urbanismo que no entiende de leyes ni normas, de informes, decretos ni planes de protección ni de prevención, y que permite casos como el del Algarrobico, como el de más de 12.000 viviendas nacidas ilegalmente en el Almanzora o el Levante, de planes para urbanizar en los espacios naturales o sus zonas limítrofes, que desoyen la ley del suelo, las declaraciones de espacios protegidos o la Ley de Costas, entre otras.
Esos desmanes tienen nombres y apellidos, personas e instituciones que los llevan a cabo, los permiten e incluso los fomentan, además de aquellos otros que, encargados por ley de velar por el cumplimiento de las normas, miran hacia otra parte y permiten con ello la irregularidad, la ilegalidad e incluso la irracionalidad de quienes no tienen escrúpulos a la hora de destruir lo que con frecuencia es el patrimonio natural propiedad del conjunto de los ciudadanos.
El CARBÓN va este año destinado a todos aquellos que han propiciado actuaciones que en algunos casos se pueden tachar de demenciales, como es el caso de la urbanización de la desembocadura de ríos (el triste ejemplo de Pueblo Laguna) desoyendo la existencia de informes que desaconsejaban absolutamente la urbanización de esa zona. O a quienes ignoraron la existencia de la Ley de Costas o de la declaración del Parque Natural de Cabo de Gata para aprobar, de forma torticera, una licencia a todas luces irregular para el hotel en El Algarrobico. O a quienes por desidia o por intereses espúreos permiten que surjan periódicamente planes para la urbanización de espacios protegidos, con especial frecuencia en el Cabo de Gata.
Esos destinatarios son el Gobierno central, que hizo oídos sordos a las denuncias contra la construcción en El Algarrobico, o ante los atropellos reiterados a la Ley de Costas. Es la Junta de Andalucía por permitir que se concediera licencia para el tristemente célebre hotel, y también por permitir la regularización de miles de viviendas construidas ilegalmente en toda la comarca del Almanzora, dando por buenas las prácticas desleales y fuera de la ley de los ayuntamientos que dieron licencias sin el respaldo de la ley.
Es también el Carbón para esos ayuntamientos que han hecho caso omiso a las reglas del juego urbanístico y, con su acción o con su inacción, han permitido un urbanismo desordenado que pesa como una losa en el desarrollo armónico de la provincia.
O para esas mancomunidades que, a petición del Ayuntamiento de Carboneras, aprobaron de forma mayoritaria mociones apoyando la continuación de El Algarrobico, a pesar de las numerosas sentencias dictadas por los tribunales que dejan bien claro que se han vulnerado leyes y normas en la tramitación y la ejecución de esa estructura que es hoy una vergüenza para todo el modelo turístico español.
Es pues un Carbón compartido que nos gustaría que fuera en realidad un primer paso para el desarrollo de un modelo de desarrollo urbanístico mucho más respetuoso con el medio ambiente, que sepa preservar los valores de nuestra tierra y que, cuando menos, no ponga en peligro las propiedades y las vidas de los ciudadanos, muchas veces amenazados por unas catástrofes supuestamente ‘naturales’ derivadas de malas actuaciones en el entorno.