El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo y CSIF recuerda la necesidad de educar en materia de Salud Laboral como prevención ante los accidentes.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, conmemora mañana, 28 de abril, el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo reivindicando la prevención como principal arma para evitar accidentes laborales y recordando la necesidad de educar en materia de Salud Laboral como primer paso en esa prevención.
En este sentido, CSIF Andalucía señala que sigue echando en falta la figura del Delegado en Prevención de Riesgos Laborales y la potenciación por parte de las empresas de los Comités de Salud Laboral en los centros de trabajo, medidas éstas que servirían para concienciar a los trabajadores de la importancia de tener una buena salud laboral en los centros de trabajo y, en segundo lugar, como medida de prevención de estos posibles accidentes.
CSIF-A entiende que una sociedad con cultura preventiva es aquella que tiende a disponer de un medio ambiente de trabajo seguro y saludable en todos los aspectos, que respeta el derecho a un trabajo seguro y que trabaja para conseguir un ambiente de trabajo seguro y saludable, libre de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Para CSIF, hay más preocupación por documentar la prevención que por la existencia de una prevención real y eficaz, escatimando el número de técnicos de prevención e incluso sustituyendo con programas informáticos.
En este sentido, en la Administración Pública, las ratios de técnicos por trabajador no tienen en cuenta la dispersión y el número de técnicos de prevención es insuficiente para los trabajadores asignados. La vigilancia de la salud sigue siendo la cenicienta de la prevención con un número de médicos del trabajo inferior al deseado y en muchos servicios de prevención propios, incluidos los de las administraciones públicas, realizan tareas que no exclusivamente de vigilancia de la salud, como puede ser la medicina preventiva o control de absentismo laboral.
De esa forma, la relación entre los servicios de salud y los servicios de prevención es prácticamente nula, encontrándonos con un desconocimiento de las enfermedades profesionales por parte de los médicos, lo que conlleva una falta de declaración de éstas, como por ejemplo las gripes producidas entre los profesionales sanitarios durante su última epidemia.