Las obras de restauración del arco del cargadero sobre el paso peatonal produjeron un colapso en el tráfico rodado que se agudizó por el corte de un carril en la rotonda, lo que coinciddiendo con la llegada del verano motivó la queja de conductores y peatones.
Coincidiendo con la entrada del verano se abrió la rotonda de Las Almadrabillas para satisfación de conductores y peatones, habiéndose cortado el carril de la derecha hacia la rotonda, existente junto al cargadero, lo que el alivio generado por la apertura total ha disminuido sin que el Ayuntamiento informe detalladamente en pleno verano sobre las obras de restauración del cargadero de mineral.