Hoy en día el big data es una herramienta de uso cotidiano en numerosas áreas, mientras que va conquistando nuevas. De hecho, se espera que para 2027 el valor del mercado del big data ascienda a más de 420 000 millones de dólares. Aquí te dejamos algunos ejemplos.
10 ejemplos de la tecnología big data en el mundo real
1. COCHES AUTÓNOMOS: BIG DATA AL VOLANTE
Todo el conjunto de información generada a través de los sensores de un coche autónomo y la información recibida por satélite y sensores en el entorno, supone un aproximado entre 50 y 70 terabytes de datos por cada ocho horas de conducción. Basta con pensar que un terabyte permite almacenar 250 películas en HD para tener una idea de la magnitud de los datos procesados.
Estructurar y procesar todos esos datos, procedentes de cámaras y otros sensores, requiere el uso del big data. Y no solo para la conducción del día a día, sino para determinar hábitos de los conductores y planificación urbana. Actualmente, además de Tesla, compañías como Waymo, GM Cruise o Argo AI están invirtiendo miles de millones de dólares en esta tecnología.
2. AVIACIÓN CIVIL: BIG DATA MÁS ALLÁ DE LA AUTOMATIZACIÓN
Otro sector del transporte donde el big data se ha convertido en un elemento fundamental es la aviación. A pesar de que la complejidad del tráfico aéreo es algo menor que la de la circulación por carretera, se calcula que la nueva generación de aviones generará aproximadamente entre cinco y siete terabytes de información por vuelo.
Es muy probable que en algunos años la aviación sea prácticamente autónoma, pero hasta entonces, también hay otros ejemplos de big data en distintas áreas en la actualidad:
- Tráfico aéreo y medio ambiente. El uso del big data permitirá optimizar el tráfico aéreo para reducir la polución y el gasto de combustible. Se calcula que cada año se malgastan 7,8 millones de toneladas de combustible por una gestión deficiente del tráfico.
- Mantenimiento de los aviones. Permitirá predecir el desgaste de las piezas y los plazos de renovación de las flotas, así como gestionar los inventarios de repuestos.
3. AGRICULTURA PARA LA SUPERPOBLACIÓN
La agricultura, realmente no ha sido uno de los sectores pioneros en el big data, pero empieza a utilizarr esta tecnología para hacer frente a los retos de la producción y el cambio climático.
Esta revolución ha ido de la mano de un uso creciente de tecnologías de satélite como Sentinel y sensores sobre el terreno, tales como las estaciones meteorológicas y sensores de suelo. Buena muestra de ello es que fabricantes como John Deere, tradicionalmente dedicados a la fabricación de maquinaria agrícola, han empezado a desarrollar e implementar dispositivos de captura de datos.
4. PROTECCIÓN MEDIOAMBIENTAL
Si la conducción de un vehículo entraña una gran complejidad, el equilibrio de un ecosistema está por encima de eso en varios órdenes de magnitud. Por esto, de los ejemplos prácticos de big data, el estudio de ecosistemas es, por diferencia, uno de los más claros.
El big data permite estudiar en tiempo real la evolución de las selvas amazónicas, las masas de hielo del Ártico o incluso la gestión de tierras dedicadas a la agricultura como vimos en el ejemplo anterior. Otros campos en los que el big data está destinado a desempeñar un papel vital serán el control de las migraciones de animales o la sostenibilidad de las prácticas industriales. Así, grandes multinacionales comienzan a utilizar el big data para determinar la huella de carbono de sus procesos de fabricación y transporte.
5. CAMBIO CLIMÁTICO: EL CONJUNTO DE DATOS MÁS COMPLEJO
El cambio climático se podría considerar el mayor de los retos del big data, espor eso que la teoría del efecto mariposa utiliza el ejemplo de una tormenta ocasionada por el aleteo de un insecto. El potencial de esta tecnología para detectar tendencias en el calentamiento global queda de manifiesto en la iniciativa Data for Climate Action de la ONU, que busca unificar conjuntos de datos a efectos de facilitar su análisis.
6. LA EFICIENCIA ENERGÉTICA A TRAVÉS DEL BIG DATA
El sector de la energía, en el que interviene un número de fuentes creciente tales como la eólica o la fotovoltaica, exige un control minucioso de la producción y el consumo. La llegada de los contadores inteligentes, que permiten medir el consumo en tiempo real, es otro de los ejemplos de big data, ya que es necesario procesar millones de mediciones a lo largo del día. Las energías renovables suponen un reto añadido porque su producción es menos estable y predecible.
Así, la capacidad de anticipar la demanda y asignar recursos será fundamental para gestionar el llamado mix energético. Las viviendas inteligentes y el IoT, con el que cada dispositivo ofrecerá información sobre su propio consumo, es otro de los ejemplos de big data aplicado al mundo real.
7. LA TELEFORMACIÓN
Poco a poco la educación se va alejando de las aulas y comienza a extenderse a todo tipo de dispositivos y realidades, y en consecuencia el papel del big data va cobrando mayor relevancia. Tanto así, que ya se ha acuñado el término de BDE (big data educativo según las siglas en inglés). Uno de los ejemplos más evidentes de su uso es la monitorización del rendimiento del alumnado y sus hábitos de estudio. Pero ahí no termina.
La teleformación ha venido para quedarse y con ella existe una inmensa cantidad de datos que procesar: desde la atención de los alumnos hasta la automatización de las pruebas de nivel y la estimación de los resultados. También permitirá identificar el riesgo de abandono escolar en alumnos en función de sus perfiles y resultados. Obviamente, no sustituirá a los profesores, pero sí los liberará de numerosas tareas.
8. EL MOTOR DE LOS MERCADOS FINANCIEROS
El big data se ha convertido en una herramienta indispensable en la industria financiera. Cada día, los analistas de riesgos, la banca o los proveedores de crédito recurren a esta herramienta para determinar las tendencias del mercado y anticipar o prevenir acontecimientos, especialmente en entornos bursátiles. También se ha convertido en una herramienta para la detección del fraude fiscal. El sector de los seguros, estrechamente ligado a los mercados financieros, es otro de los ejemplos de big data pero esta vez aplicado al cálculo de pólizas y perfiles de riesgo.
9. MEDICINA
El secuenciado del genoma y las terapias génicas asociadas están posibilitando tratamientos inéditos en el mundo de la medicina. Y con ellos se ha multiplicado exponencialmente la cantidad de datos disponibles, ya que el objetivo es contar con información genética individualizada. De igual forma, el estudio de las enfermedades cancerosas es otra de las áreas en las que se están generando conjuntos de datos cada vez más complejos.
No sorprende, pues, que algunos de los ejemplos más destacados de big data aplicado a la medicina estén relacionados con el material genético y la oncología. Así, el proyecto británico 100,000 Genomes está utilizando el big data para comprender las causas genéticas detrás de los tumores más comunes. Biobank es otro proyecto de recolección masiva de datos biológicos, sociológicos y demográficos de 500 000 ciudadanos británicos para su uso en el sistema nacional de salud.
10. COMERCIO, UN SECTOR MADURO
Junto con las búsquedas, el comercio electrónico fue uno de los primeros sectores en contar con grandes bases de datos digitales en Internet. Así, multinacionales como Amazon no tardaron en capitalizar la información sobre las transacciones realizadas en su sitio web y comercializarla a terceros con fines publicitarios.
Por supuesto, también se utilizó para afinar sus propias campañas de marketing y entender mejor los perfiles de sus clientes. Hoy el big data se aplica toda la cadena de valor: desde la producción y el transporte hasta la compra en tiendas físicas.
En resumen, tal como muestran estos diez ejemplos de big data, se trata de una tecnología omnipresente que, acompañada de sistemas de análisis de inteligencia artificial y aprendizaje de máquinas o machine learning, está destinada a moldear nuestro futuro.