El nacimiento de las crías de la especie, previsto dentro de unos quince días aproximadamente ya que los huevos traen 40 días de incubación, es un paso fundamental para que en su madurez vuelvan a desovar en la misma cala.
Un avión transportó el pasado miércoles un total de 1.400 huevos desde Cabo Verde a Canarias, donde la Universidad de Las Palmas dirige la misma tarea en ese ámbito insular. Alrededor de 400 de estos huevos han viajado nuevamente a Andalucía, donde 150 se han depositado en incubadoras de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla, el resto, 250, han sido instalados en tres nidos de las playas de Cabo de Gata, Almería.
A las 5.45 de la mañana se realizaron 3 nidos con sendos vallados y con 79, 95 y 76 huevos enterrados en cada hoyo respectivamente, de 45 centímetros de profundidad. Todo este trabajo lo dirige científicamente el CSIC a través de la Estación Biológica de Doñana, y lo financia la Junta.
Las crías de tortuga boba de los huevos que eclosionen dentro de unos días serán recogidos al llegar al mar y criados en cautividad en centros de Cádiz y Málaga definidos por el CSIC junto a los ejemplares que nazcan en la EBD y finalmente liberados definitivamente dentro de un año para garantizar una mayor tasa de supervivencia y su regreso a Cabo de Gata en su madurez para desovar.
Esta restauración de la anidación de la tortuga boba permitirá, si todo marcha bien, que esta especie -catalogada como en peligro de extinción en el Libro Rojo de la Fauna andaluza- nidifique de forma permanente en vez de esporádica en la costa peninsular española, convirtiéndose así en un activo ecológico de primer orden que incorporar al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Sus playas fueron calificadas como las más idóneas en el trabajo de prospectiva inicial de este programa, lo cual confirma la alta calidad ambiental de este tramo del ecosistema litoral andaluz.