Querido primo, el día 11 de marzo de 2004 pasará a los anales de nuestra Historia por haber tenido lugar el mayor atentado terrorista que jamás hubiera en España, y eso que desde hace 40 años estamos padeciendo a ETA y durante algunas etapas de esta organización terrorista hemos estado todos los españoles en su punto de mira al expandir territorialmente su acción.
Creo recordar que el Gobierno de José María Aznar defendía la autoría de ETA y la Jornada de Reflexión cientos de ciudadanos se congregaban ante las sedes del Partido Popular que sostenía al Gobierno. Ganó el candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y en qué mala hora, primo, porque al igual que pasara en 1993 se pretendió deslegitimar los resultados electorales y se dijo que la victoria de ZP se había producido gracias al atentado terrorista cuya autoría intelectual no estaba bien definida. El PP pasó de tener mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados a ser la minoría mayoritaria en la Cámara. Corolario: cada vez que se produce una derrota electoral del Partido Popular han temblado las Instituciones del Estado.{mosimage}
Es que parece que la Derecha de este país no se adapta a la Oposición, y así viene siendo desde hace casi un siglo. O la Derecha está en el Poder o tiemblan las Instituciones del Estado, es el mensaje que parece estar enviándosele a los españoles de a pie, una advertencia para que se piensen bien el sentido del voto en las Elecciones Generales. En provincias, sibilina o descaradamente también se viene produciendo ese envite de las Derechas, y tan es así que en Almería, por ejemplo, el aún, y todo parece que seguirá siéndolo, Diputado en Cortes Juan José Matarí le dijo muy claro a los almerienses que el Gobierno de Aznar no atendería las demandas ciudadanas hasta que la ciudad no tuviese un Gobierno de Derechas; y, primo, no pasó absolutamente nada, premiado con otra Legislatura y ahora con otra, y eso que no es almeriense de pura cepa ni siquiera residente habitual.
Jo, primo, yo es que me está costando digerir al PP, porque de todos los españoles es sabido lo que ha estado haciendo y diciendo durante tres año y medio de una Legislatura de cuatro años, en que han hecho temblar las Instituciones del Estado, entre las que no se ha librado la Jefatura del Estado. Más de 500 acciones parlamentarias ha protagonizado el Partido Popular de Mariano Rajoy sobre el 11-M, y antes de ayer decía su principal exponente que solo se quería conocer la verdad y que la manipulación del atentado la estaba generando el Gobienro de José Luis Rodríguez Zapatero y el PSOE.
El estupor de las palabras de Zaplana es homologable al causado por las pronunciadas por el Secretario General, Angel Acebes. Y causa esa sensación porque están muy presentes las acciones del PP contra la política contraterrorista del Gobierno de ZP y el 11-M, y todos los españoles sabemos lo que han estado diciendo y haciendo los dirigentes del PP, con Rajoy, Acebesy Zaplana al frente, y son precisamente estos mismos dirigentes los que ahora manifiestan lo contrario de lo que han venido haciendo durante estos tres años y medio.
Yo pienso, primo, que esas aseveraciones de Rajoy, Acebes y Zaplana les perjudican muy gravemente por cuanto merman considerablemente su credibilidad,y yo ya soy uno de los españolitos de a pie que no creen absolutamente nada de cuanto dicen, y mucho me temo que cuanto hagan ahora pueden llegar a negar la evidencia al día siguiente, pero esa incredulidad del ciudadano en estos dirigentes se hace extensible injustamente a toda la organización política.
Rajoy, Acebes y Zaplana se encuentran en una dinámica, primo, del todo o el nada, o consiguen el Poder en las próximas Elecciones Generales o se van a su casa, más por la decisión de la mayoria de los militantes que por voluntad propia. Lo importante es mantener, cuando menos, el techo electoral que ahora tiene el PP y en ello está el trío de dirigentes autodenominados populares. Esperemos, primo, que en los meses que quedan para las Elecciones Generales de marzo no se tambaleen más las Instituciones del Estado, no creen malestar en la sociedad española ni generen odio entre los españoles, que es lo que el extinto y añorado dirigente empresarial Jesús de Polanco llamó “guerrecivilismo” del PP.