El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, mantiene intacta su posición sobre la guerra en Irak, tras las multitudinarias protestas del sábado, afirmó el lunes el portavoz de la presidencia antes del arresto de más de 370 pacifistas frente a la Casa Blanca.
Al ser consultado sobre los efectos que habían tenido sobre el presidente las manifestaciones contra la guerra que se realizaron en Washington y varias ciudades europeas, el portavoz, Scott McClellan dijo: "No creo que hayan tenido ninguno".
"La gente tiene el derecho a expresar su punto de vista", informó. Pero "el presidente está en franco desacuerdo con aquellos que dicen que tenemos que retirarnos de Medio Oriente", añadió.
"Eso haría a Estados Unidos menos seguro", consideró.
Después de esas declaraciones, unos 370 manifestantes contra la guerra en Irak, entre ellos Cindy Sheehan, símbolo del movimiento pacifista estadounidense, fueron detenidos cuando protestaban frente a la Casa Blanca, indicó la policía.