Parecía que la Justicia nunca se iba a atrever a asomarse a la turbia gestión urbanística que se ha venido haciendo en Roquetas de Mar en las dos últimas décadas, pero ha terminado ocurriendo. Al final, don Gabriel Amat Ayllón, alcalde de Roquetas, presidente de la Diputación de Almería e ínclito presidente provincial del Partido Popular ha sido citado a declarar como imputado por un presunto delito de prevaricación, dentro de la causa penal abierta por los chalés construidos en el paraje de La Fabriquilla.
Desde el PSOE llevamos años advirtiendo de que la gestión urbanística de Amat al frente del Ayuntamiento de Roquetas de Mar estaba bajo sospecha demasiado a menudo y que, con las determinadas actuaciones, se podía estar beneficiando a unos particulares, a través de recalificaciones y actuaciones no conformes a la ley. Con este panorama, se comprende que esta imputación no nos haya sorprendido. Era cuestión de tiempo. En la particular tómbola de casos urbanísticos oscuros ocurridos en Roquetas de Mar, ha terminado saliendo el de La Fabriquilla, aunque bien podría haberle tocado el turno al caso del Teatro Auditorio o al de la puesta en marcha del centro comercial.
Así las cosas, está claro que Amat debería marcharse. El daño que su imputación le está haciendo a la imagen de Roquetas es indiscutible. Además, los ciudadanos también nos merecemos algún tipo de explicación, aunque no ha habido suerte. Amat ha guardado silencio, como también lo ha guardado Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente del PP de Andalucía.
Al que sí ha puesto a hablar ha sido al portavoz del PP en el Parlamento andaluz, Carlos Rojas, aunque, para lo que dijo, mejor que no lo hubiera hecho. Preguntado por la situación de Amat, Rojas rebajó la importancia de la imputación, asegurando que es un simple “tema administrativo” en el que “hay que ver lo que ha pasado”. Para rizar el rizo, añadió que “evidentemente hay unos asuntos y otros, y cada caso tiene su particularidad”, por lo que “no se pueden hacer comparaciones “. Como lo leen. En el PP de Andalucía creen que la prevaricación tiene distintos niveles. El próximo 17 de noviembre, cuando Amat acuda a declarar al Juzgado, veremos si insiste en este argumento.