El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, sobre la necesidad de contar con mayor presencia policial en el campo, sobre todo en un momento como éste en el que los productos hortofrutícolas se cotizan a buen precio. Góngora ha vuelto a insistir en esta importante reivindicación que, como ha dicho, “ha trasladado en numerosas ocasiones al seno de la Junta Local de Seguridad” y que consiste en la urgencia de incrementar el número de efectivos tanto de Guardia Civil como de Policía Nacional para ofrecer así mayores garantías de seguridad a una zona rural que cuenta con infraestructuras muy complejas y que suponen una importante inversión.
De igual modo, Góngora ha recalcado que “desde el Ayuntamiento estamos haciendo un importante esfuerzo, en este sentido, con la Policía Local”. Y es que, tal y como ha recordado, “nuestro campo se encuentra muy diseminado y cuenta con unas especiales características que limitan su perspectiva visual, dificultando las tareas de vigilancia”. De igual modo, ha valorado “muy positiva” la manera en que se están organizando las comunidades de regantes a través del establecimiento de seguridad privada que “no es una mala opción”, aunque, como bien ha aclarado, “no se trata de dejar la vigilancia del campo en manos de la seguridad privada”. Es por ello que haya insistido, otra vez más, en la necesidad de “aumentar los efectivos”, aunque ha destacado que “la coordinación entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado está siendo muy buena, al igual que el trabajo que están desarrollando los grupos ROCA”.
Por lo tanto, considera que “lo mínimo, para garantizar la seguridad en el entorno agrario ejidense, sería el establecimiento de dos patrullas nocturnas de forma permanente, a lo que habría que sumar efectivos de Policía Local y que, junto a la seguridad privada, que ya existe, podría devolvernos a las cotas de seguridad de las que venimos disfrutando habitualmente”. En esta misma línea, ha remarcado que “el índice de esclarecimiento de los hechos delictivos está siendo muy alto”. Y es que, a su juicio, los autores de los robos en el campo responden a grupos organizados que, una vez se les detiene, las estadísticas vuelven a cotas normales de seguridad”.