Sobre las 11.00 horas se recibió un aviso en el Parque desde la Universidad requiriendo la presencia del servicio debido al derrame de productos químicos en el aula-laboratorio.
Una vez en el lugar, e informados de los múltiples reactivos químicos existentes, se procedió a comprobar si existía una atmósfera peligrosa, para lo cual los bomberos se tuvieron que colocar los trajes de protección química a fin de comprobar si existía algún riesgo para las personas, algo que descartó el medidor de gases utilizado para ello, por lo que se recomendó a los responsables del laboratorio ventilarlo durante 24 horas.