Salma estaba de visita en su país y, cuando le quedaban unos días para regresar a Inglaterra, la detuvieron e interrogaron por haber expresado su opinión en Twitter. Por defender los derechos humanos, Agustín. Pasó 285 días en régimen de aislamiento, sin poder ver a su familia, a sus hijos, sin ningún tipo de representación legal. Ahora el castigo al que se enfrenta tras la sentencia es abusivo, injusto y cruel: 34 años de cárcel y otros 34 sin poder viajar.
Estoy seguro de que compartes mi indignación, Agustín. Porque esto no es justicia, es crueldad. No podemos consentir que siga sucediendo y, por eso, hoy pido tu firma para exigir a las autoridades saudíes que liberen a Salma inmediatamente y que dejen de utilizar las leyes para aplastar la libertad de expresión.
Gracias por luchar a favor de los derechos humanos.
Carlos de las Heras
Responsable de Pena de Muerte y Apoyo a Países, en Amnistía Internacional España |