Los últimos cien metros de la carretera de Los Gallardos a Garrucha se han convertido en un cepo para los conductores que por ella acceden a la localidad garruchera, porque son es el único tramo donde la velocidad se disminuye drásticamente y es la circunstancia que aprovecha la Guardia Civil para colocar el radar y denunciar a la práctica totalidad de cuantos vehículos a motor que por ella transitan.
Desde la salida de la CN-340 en el municipio de Los Gallardos la velocidad máxima es de 90 kms/hr, pero en el cruce de Turre se disminuye también a 60 kms/hr así como en algún tramo exiguo más, pero es en el acceso al desvío o a la variante a Garrucha donde en unos cien metros se obliga a 60 kms/hora, lo que no es percibido por la mayoría de los conductores que por ella transitan y es aprovechado por la Guardia Civil para instalar el radar y parar a cuantos sobrepasan el límite e velocidad establecido, pero curiosamente se castiga al coche imponiéndole el mínimo de 100€ salvando al conductor de perder puntos, pos lo que se transmite la idea de que solo pueden permitirse circular a velocidad constante quien tengan poder adquisitivo y no al conductor que comete la infracción.