- El difícil arte de la Alquimia
- El camino de las tinieblas a la Luz
- Simbolismo de “La Flauta Mágica”
- Experiencia personal en la Gran Obra
- La Ley Natural es beneficiar a todos los seres
- Pasión, muerte y resurrección son las tres fases
- No existe un “manual de instrucciones” completo
- Se busca la iluminación para el beneficio de todos
- El máximo beneficio para el mayor número de seres
Recuerdo en la ópera “La Flauta Mágica” de Mozart las duras pruebas que tenía que pasar el iniciado antes de alcanzar la gloria. Algo parecido es lo que estamos viviendo actualmente a nivel colectivo en todo el mundo. Es una lucha entre la luz y la oscuridad, lo mismo que la ascensión del ser humano a divino por encima de cualquier título. El purgatorio es un lugar donde se pasa la vida con trabajo y penalidad, y no hace falta mucha imaginación para descubrir que ese lugar es el mundo en que vivimos.
En la ópera, el príncipe egipcio Tamino es conducido por tres muchachos hasta el palacio de Sarastro, sumo sacerdote de Isis y Osiris, y le dicen que sea firme, paciente y callado porque esta senda conduce a la meta. Encuentra un templo con tres puertas: en el medio, la puerta de la Sabiduría, a la derecha, la de la Razón, y a la izquierda, la de la Naturaleza. Entra por la puerta de la Sabiduría porque las otras le impiden pasar.
Sarastro ordena que sean llevados al príncipe Tamino y al pajarero Papageno al templo de las pruebas, y les cubren su cabeza con sacos, indicando la ignorancia en que vivimos antes de la iniciación. Debemos ser purificados a través de las pruebas, para ser dignos de los misterios sagrados.
Entran Sarastro y los sacerdotes en una sala abovedada y llenos de devoción y veneración dirigiéndose a sus padres internos, llamados entre los egipcios: Isis y Osiris, con sencillez y entusiasmo les hablan así: «¡Oh Isis y Osiris, qué delicia! El brillo del Sol expulsa a la sombría noche. Pronto el noble joven sentirá una vida nueva; pronto estará completamente entregado a nuestro servicio. Su espíritu es audaz, su corazón es puro, pronto será digno de nosotros.»
El príncipe Tamino es el ser humano sincero, que busca el camino a la verdad, que anhela reintegrarse con la divinidad, que quiere el regreso a la luz, muy raro en esta época superficial en que vivimos. Habría que buscarlos con la linterna del filósofo griego Diógenes. Viene a ser el prototipo de ser humano que debemos anhelar ser.
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INICIACIÓN
Sarastro y sus sacerdotes, en procesión solemne, se reúnen en su templo de los iniciados a los dioses Isis y Osiris. Debaten la posibilidad de acoger a Papageno y a Tamino e iniciarlos en sus prácticas. Todos aceptan la propuesta, pero deberán ser virtuosos y superar una serie de pruebas. Tamino sentencia que estaría dispuesto a dar su vida por la amistad y el amor, y someterse a pruebas por ello.
La iniciación es exactamente la antítesis de creerse un alma muy evolucionada o un ser iluminado; el comienzo de la iniciación es darse cuenta cabal de lo que es uno, de reconocer por auto observación directa que uno está lleno de defectos psicológicos, de hacerse consciente de que dentro de uno habitan muchísimos yoes que nos hacen la vida miserable.
Pasar tales pruebas requiere de muchísimo valor, pues hay que verse uno tal cual es, sin ningún filtro, crudamente, como uno es en verdad, y raros, muy raros son los que son capaces de ello. Se requiere de mucha auto observación, de dirigir la atención a lo que somos, a los pensamiento y sentimientos que tenemos en las diferentes actividades, sobre todo aquellas en que nos solemos enojar o sentirnos demasiado importantes.
En “La flauta mágica” descubrimos con asombro, las indicaciones de cómo encontrar el camino secreto, tan buscado desde siempre por las almas sinceras. La iniciación es esa senda misteriosa, el regreso a la luz de la sabiduría inmortal, es la misma existencia intensamente vivida pero dirigida a la auto perfección, y esta obra nos entrega todos los elementos que necesitamos reunir para acercarnos a ella. Escena tras escena nos muestra los múltiples errores psicológicos que nos obstaculizan, y las virtudes necesarias que debemos ir desarrollando en la vida misma, para encontrarnos con ese sendero hermético, que solo es para unos pocos.
DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ
Según Samael Aun Weor, la Flauta Mágica es la fusión de enseñanzas muy antiguas y sagradas. Es admirable encontrar en esta obra diamantina: cábala, alquimia, magia, psicología del auto conocimiento y filosofía hermética; todo en un maravilloso y superlativo ambiente sonoro lleno de claves inspirativas; encaminadas a que uno descubra la senda que podría conducirnos de las tinieblas a la luz.
Papageno es el ser humano que no busca el camino secreto, pero que no comete ningún delito, porque es un buen dueño de su casa. Simboliza a la persona que cumple con sus deberes en el hogar, es un buen padre, un buen hijo y un buen ciudadano, pero no siente inquietudes por ingresar al camino secreto. Según su canto, lo único que anhela es una mujercita, con quien compartir su vida, sin ningún anhelo místico ni trascendental.
“La flauta mágica” empieza a desvelar los fundamentos de la iniciación; no podemos aspirar a que el conocimiento divino florezca en nosotros, si no sabemos quién somos, las falsas ideas que tiene uno de sí mismo, tanto de una persona sencilla como Papageno, como la de una persona complicada como la de Tamino, resultan completamente superficiales, vanas y huecas.
La mentira es lo contrario a la verdad, cuando uno miente se aleja por lo tanto del espíritu divino. Si pretendemos acercarnos a lo que no tiene nombre, es obvio que nuestra conducta tiene que ser acorde a sus atributos, y si el Padre interno es la verdad, entonces cada vez que mentimos nos separamos del Padre-Madre y, al alejarnos, caemos en desgracia.
INVOLUCIÓN
En estos momentos en que vivimos, la sociedad ha decaído e involucionado espantosamente. Se han perdido los valores espirituales; lo blanco se ha vuelto negro y lo negro se ha vuelto blanco. Por ejemplo: ser fiel a la pareja en estos tiempos, está como pasado de moda, lo peor de todo, es que pensamos que vamos muy bien, a pesar de tanto sufrimientos y dolor.
Las tradiciones iniciáticas de todo el mundo hablan claramente de que el aspirante a la iniciación debe trascender las tentaciones. Podemos encontrarlo en el evangelio de Buda, cuando el demonio Mara, envía a sus tres bellísimas hijas a seducir sexualmente al gran iniciado Buda, tratan de hacerlo caer en la tentación.
Vivimos en las sombras de la ignorancia y del error, pero el brillo del Sol de la sabiduría interior puede expulsarlas y darnos una vida plena, íntegra y feliz. Pero tal como dicen las enseñanzas de la Flauta Mágica, se debe estar completamente entregado al servicio, es decir, que nuestra vida con todos sus detalles, debe convertirse en el camino interior mismo.
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EXPERIENCIA PERSONAL
Mi experiencia personal en el camino de la Alquimia fue el tema de una conferencia que di el pasado lunes en el salón de actos de la Asociación de Amas de Casa y Consumo Familiar de Almería. Es una experiencia llena de problemas y dificultades, porque mis labios estarían sellados si hubiera tenido éxito. El que sabe no habla y el que habla no sabe.
No existe un camino espiritual tan independiente como la Alquimia. El iniciado recibe una receta de cocina, pero la elaboración del menú es responsabilidad de cada uno, y la cocina es propiedad privada de cada uno. El problema es que no existe un manual de instrucciones completo, por lo que a menudo aparecen problemas que se deben solucionar improvisadamente, y uno aprende poco a poco a base de cometer errores, como todo en la vida.
La Alquimia mayor es la que trabaja con metales, mientras que la Alquimia menor es la que trabaja con otros elementos como el rocío, el agua de mar, la sal marina, etc. La vía seca trabaja con fuego pero es muy peligrosa, mientras que la vía húmeda se hace a temperatura ambiente pero es muy lenta. El objetivo no es conseguir poderes sino lograr la transformación espiritual del ser humano.
LO MÁS DIFÍCIL
No hay nada más difícil que disolver el oro y oxidarlo, porque el oro es el metal más difícil de disolver y de oxidar. La gran obra es un proceso muy lento, arduo y trabajoso, porque el oro no cede con facilidad. El objetivo es conseguir un polvo de oro blanco que no sería otra cosa que óxido auroso Au2O. Por lo tanto, el producto final no es oro monoatómico sino biatómico puesto que lleva dos átomos de oro y uno de oxígeno.
Lo normal es que se cometan una serie de errores de principiante hasta que vas cogiendo el manejo del laboratorio. La gran obra es una obra al blanco puesto que pasa por los colores amarillo, rojo, negro y blanco. No es fácil lograr el producto final puesto que el oro se resiste a ser oxidado.
Lo más curioso de todo es la conexión espiritual que se produce con cada reacción química. Cuando el oro se tritura, tú también te sientes triturado. Cuando el oro se agita, tú también te sientes agitado. Cuando el oro se pudre tú también te sientes podrido, y cuando el oro se sublima tú también te sientes sublimado. Esa es la parte más gratificante de esta experiencia. La única explicación que le doy a esta conexión es que te conectas con el espíritu elemental del oro.
No todo depende exclusivamente de la voluntad del operario, sino que hay una parte de Gracia Divina que se debe suplicar, y por eso los alquimistas son muy espirituales y practican ascetismos universales como la oración, el ayuno, el silencio, la meditación y la castidad. La aspiración correcta no es el beneficio egoísta, sino el máximo beneficio para el mayor número de seres. Aquí se aplica el dicho de “amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.
HERREROS Y ALQUIMISTAS
La Alquimia, como todas las tradiciones, es física y espiritual al mismo tiempo, pero no es un camino adecuado para todo el mundo sino únicamente para quien siente una conexión personal con este camino o quienes proceden de un linaje de herreros, puesto que los herreros eran alquimistas como escribió Mircea Eliade. Dicen que se obtienen una serie de poderes físicos como la longevidad, o espirituales como la telepatía, precognición etc. pero todo esto son bagatelas comparado con el poder máximo que es la autorrealización espiritual del ser humano.
Las fases de la gran obra están simbolizadas la tradición cristiana, es decir, pasión, muerte y resurrección, cuyos colores son rojo, negro y blanco. Primero se tortura el oro para disolverlo, luego se pudre y al final se sublima o se resucita. Algo parecido está ocurriendo ahora a nivel social. Solve et coagula en sentido positivo y no negativo, porque los magos negros lo quieren hacer al revés. Es el mismo simbolismo que se encuentra en la antigua religión de Egipto.
A mi juicio, la longevidad no consiste tanto en prolongar la vida del cuerpo material sino en desarrollar un cuerpo de luz inmortal como el que tenía Jesús después de resucitar. Los evangelios mencionan tres productos alquímicos desconocidos por los sacerdotes. El Pan del Cielo que es Pan de Oro, mientras que el Agua de la Vida y la Sal de la Tierra se extraen del rocío. Este conocimiento procede de Alejandría, que era la meca de los antiguos alquimistas. El polvo de oro blanco se llamaba Mufkutz y el pan de oro se llamaba Shemaná, y de ahí viene la palabra maná del cielo. No tengo la menor duda de que Jesús estudió en Alejandría, entre otros lugares, porque fue un maestro muy culto y cultivado, y hablaba varios idiomas.
Pero no olvidemos que ningún camino espiritual funciona sin corazón, si no se tiene una motivación pura y solidaria de acuerdo con la Ley Natural, y que dicha motivación es alcanzar la iluminación para el beneficio de todos los seres. Además el único sentido que tiene prolongar la vida humana es tener tiempo suficiente para alcanzar la sabiduría necesaria para iluminarse. Esto es un resumen muy conciso de lo que expliqué el lunes a una pequeña audiencia.
Enlace al vídeo completo en español:
Enlace a mi nuevo canal llamado “Miski Liu Suria”:
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El autor de este vídeo es Periodista Licenciado y Colegiado, con cuarenta años de experiencia, y Oficial de Aviación Reservista Honorífico, entre trece titulaciones.
Mi seudónimo es Miski Liu Suria. (Un seudónimo es un nombre o ‘alias’ utilizado por un periodista en sus actividades, en vez del suyo propio, pero en realidad es mi nombre espiritual.)