Rafa Montes, cabeza de lista por el PSOE que se presentaba a estos comicios con el objetivo de revalidar la mayoría absoluta progresista por tercera legislatura consecutiva, ha agradecido a votantes y vecinos afirmando que: “La confianza depositada en nuestro modelo de gestión es un claro mandato de que tenemos cuatro años para seguir demostrando que la unidad es el mejor motor de crecimiento de un pueblo, pero también recibimos el mensaje de que tenemos que mejorar, ser más contundentes en la respuesta, y encontrar la forma de acercarnos a esa parte del electorado que no nos ha dado su confianza”, afirma.
El alcalde de Fiñana ha agradecido el apoyo a su partido, el PSOE, de los apoderados e interventores y anima a reflexionar sobre los resultados obtenidos: “La comarca de nacimiento y sus limítrofes son las únicas en las que el progresismo ha llegado claramente a la gente, y podemos interpretarlo como que somos la barrera de contención o el curso de una corriente que puede volver a inundar el resto de la provincia. Y puede hacerse si somos capaces de visualizar aquello que quiere la gente de nosotros, y creo que es el momento de responder, de levantar la cabeza y dar pasos adelante, decididos, que permitan trasladar ese mensaje de unidad, en el que se defiende al conjunto frente a cualquier ataque. Podemos hacerlo, pero hay que adoptar cambios que no van con el modo de hacer histórico de los socialistas, y los resultados electorales generales son la evidencia de que esto ha cambiado, y cambiamos con la gente o perdemos su confianza”, afirma el primer edil.

La candidatura socialista de Fiñana es una de las más renovadas de la provincia de Almería y su programa un total cambio de paradigma en el modelo económico tradicional, donde el turismo de interior, el incentivo al emprendimiento y entender el mundo rural como el entorno dormitorio de las grandes e impersonales ciudades, puede aportar la ilusión por optar a los modelos de calidad de vida que buscan las nuevas generaciones, sin por ello perder el respeto a las tradiciones, “aprendiendo de nuestros mayores para que los pueblos sean esos espacios de convivencia en los que otra realidad es posible”, afirma.