Escrito y diseñado por el maestro de escuela y escritor Leonardo Villena Villena, en fecha de febrero-marzo del año 2.022, como Aportación a los alpujarreños para recuperar la vida que esta comarca ha perdido en los últimos cuarenta y dos años
ASENTADO EN EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL DE GRANADA CON EL NÚMERO GR-96-22
Yo, Leonardo Villena Villena, maestro de escuela jubilado y escritor, a propuesta de don Carlos Miralles García, residente en Capileira, sanitario jubilado y creador- promotor del grupo cultural alpujarreño, “ESCRITORES DE LA ALPUJARRA”, empiezo a redactar las normas que, bien llevadas a cabo, pudieran ayudar a los políticos y a la sociedad alpujarreña a salir del estado de postración en que la negativa gestión política durante los últimos cuarenta y dos años la han sumido.
Este ensayo-estudio no va dirigido contra nadie, ni contra políticos ni contra empresarios pero si, a lo largo de la exposición de los hechos referentes a los problemas alpujarreños, les apareciera alguna crítica, que sepan que la dureza no se hallará en la expresión con la que califique a los hechos, sino en los hechos mismos que la originan. Sepan también que serán ellos, los políticos, los administradores de los bienes comunes, los que habrán de aportar los medios precisos para hacer posible la recuperación de La Alpujarra, de sus gentes residentes y, con más interés y ahínco, de los alpujarreños de la diáspora. Son familias enteras a quiénes la vida se llevó lejos y que, quizá no adaptados a otras gentes, a otras culturas y a otras costumbres, o sin la ventura suficiente para redimirse, sueñan con la quimera casi imposible, pero no del todo, de retornar a su tierra. Esa tierra es La Alpujarra, de belleza y clima incomparables, donde, -¡creo yo!- Dios quiso instalar el paraíso terrenal pero no le cupo. ¡Y se lo tuvo que llevar a otro sitio!
La Alpujarra, una bellísima y agreste comarca, ubicada al sur de Granada, entre las bravías cumbres de Sierra Nevada y las deliciosas playas de La Costa Tropical, de arenas gruesas y limpias y de aguas cálidas y cristalinas, que invitan a la paz y al sosiego, a olvidarse de los problemas de la vida- ¡quizá por ello sea por lo que sus nativos hayan estado tan olvidados durante los últimos 42 años!- goza de unas gentes de una calidad humana magnífica, trabajadores, ahorrativos, frugales, honestos… aconsejados siempre por unas mujeres de grandes cualidades personales y de una enorme belleza, que ha sido contrastada por diversos escritos a lo largo de la historia.
Por ello, por ese clima, por esa orografía, por el encanto de sus laderos y montañas y por la delicia de sus playas es por lo que los ALPUJARREÑOS DE LA DIÁSPORA han sufrido y sufren más, al verse obligados por las prosaicas necesidades de la vida a emigrar. Voy a intentar que el presente estudio antropológico pueda ser el principio del fin de tal situación, porque mi objetivo, nuestro objetivo, el mío y el de las personas que se sumen a él y que lo apoyen, no es otro que aportar soluciones a los problemones que anquilosan a LOS ALPUJARREÑOS, y a sugerir algunas pautas que se puedan utilizar para EL RETORNO DE LOS ALPUJARREÑOS EMIGRADOS, DE LOS ALPUJARREÑOS DE LA DIÁSPORA. Aunque para algunos suene a huero, voy a intentar hacer un reconocimiento de los problemas que le afectan a la comarca y de sus posibles soluciones, que no tienen por qué ser las únicas y, ni siquiera, ser válidas todas. Pero yo las expongo.
Hace unos meses, hablando con un querido amigo alpujarreño, el abogado D. Miguel Ruiz de Almodóvar Sel, me decía que los jueces que pasan por el juzgado de Instrucción de Órgiva, primera villa y puerta de de La Alpujarra, le preguntan por que razones suelen ser tan difíciles de enjuiciar los pleitos alpujarreños y creo que le di la razón acertada: porque el alpujarreño medio es muy inteligente, porque los alpujarreños se conocen muy bien entre sí y porque, antes de entrar en un pleito, se estudian unos a otros con todo detalle. Las consecuencias son que nunca les queda ni una idea adversa y ningún alegato sin una explicación lógica a su favor. Yo les ruego longanimidad y benevolencia a la hora de enjuiciar este escrito.
CAUSAS Y RAZONES QUE HAN VACIADO LA ALPUJARRA
Irán apareciendo a lo largo del escrito, aunque lo que nos interesan son las soluciones. Pero, para insinuarlas y pedirlas, habrá que explicar las causas que las motivan y la posible razón para pedirla.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA APUJARRA
Es bien sabido que La Alpujarra, actualmente, se halla en una situación de ruina total, pueblos y cortijadas se han vaciado, sus gentes han emigrado, los servicio públicos no existen o son muy deficientes, las carreteras, -según palabras que en su día me dijera el rvdo P. Manuel Ferrer, S.I.-, “son viejos caminos de herradura que, ensanchados y muchos años después asfaltados, hacen tan difícil la circulación de vehículos y son tan peligrosas que alejan más que acercan”. Hace unos años, cuando yo denuncié estas circunstancias, una señora alpujarreña, concejal de un partido hegemónico, me replicó que las obras públicas dañarían la belleza del paisaje. Y es cierto, cuando esas obras públicas se realicen sin el tacto conveniente. Yo alegué que “las malas carreteras solamente sirven para emigrar”. Y el estado de abandono de las de La Alpujarra es clamoroso, tanto que, una vez que han acometido el amejoramiento del primer tramo, a partir del Puente de Tablate hacia el interior, van a quitar la nada insignificante cantidad de 27 curvas en tres kilómetros de carretera. ¿Hay quién bata este record, posiblemente mundial? Ni en el tercer mundo. Pues eso es lo que nos han mantenido durante los cuarenta y dos años de Andalucía. El resto del trazado, hasta salir por Almería, viene a ser casi igual o, a tramos, quizá peor: carreteras estrechas y peligrosísimas, por donde los forasteros se resisten a venir y, ¡si acaso!, visitan la Alpujarra Turística, pero no La Alpujarra Olvidada, que es casi toda.
Yo fui el último maestro que hubo en Lobras. Mi hermano Antonio, tras tres años de suma felicidad, el último maestro que hubo en Tímar, el anejo serrano y agreste, y bello como ninguno, que comparo con un “portalico de Belén” colgado en la sierra. Mi hermano Gabriel resistió doce o catorce años en Trevélez… Hoy, solamente queda abierta la escuela de Gabriel porque en los pueblos de Tímar y de Lobras, viejo anejo y arcaica capital, quedan menos personas de las que nosotros tuvimos en la escuela. ¿Y por qué, siendo gentes de unas cualidades humanas tan extremadamente sobresalientes?. El médico, don Paco, que venía una vez a la semana, desde Cástaras, a lomos de su caballo, hacía los recorridos de Nieles y Tímar porque no había carretera, directa ni torcida, entre los pueblos vecinos y se iba hasta la semana siguiente.
Como anécdota, referiré que, estando yo de maestro en Lobras, pillé tal infección de garganta que no podía pasar ni caldos. Mi hermano Antonio hubo de venir a socorrerme, tras una tormenta que arrasó cuanto pilló a su paso, que cortó el vado sobre el río Guadalfeo, que había para salir de Lobras a la carretera de Cádiar, y no pudieron ir a su farmacia, a por antibióticos. El único lugar accesible donde había un botiquín era en Los Bérchules. Y allí se dirigieron mi hermano y un vecino, cuyo nombre no recuerdo, subidos en los mulos del labrador .¡Pero en Los Bérchules solamente había cuatro botes de penicilina infantil, que la santera del pueblo me puso de dos en dos!. Y me tuve que curar con gárgaras de coñac y vapores de eucalipto. Cuando, unos días después, llegó la inspectora, una mujer entonces joven y de gran belleza, doña Pilar Argáiz, a la que tuvieron que cruzar el río y traer al pueblo sobre una mula, y me vio en la cama, me mandó a mi casa, hasta que me curara.
Reflejo aquí este hecho no porque me interese difundir mis vivencias en La Alpujarra, sino como medio para explicar la situación de las gentes de la comarca que, faltas de trabajo, faltas de servicios, faltas de asistencia y faltas de medios, hubieron de echarse el hato a la espalda, para irse a buscar otra vida mejor. Hoy, por desgracia, las condiciones de vida de La Alpujarra no han mejorado mucho, salvo las que el progreso ha ido imponiendo, a pesar de estar sin caminos, sin carreteras, sin escuelas, sin médicos, sin hospital y sin trabajo…
La mujer alpujarreña, de unas cualidades y virtudes personales enormes, como puerta de la vida que es, lo ha pasado peor: yo recuerdo, de mi juventud, cuando, estando un día en el bar del cine, en El Padul, paró un coche en la puerta. El dueño del bar, primo mío, envió a un mozalbete a buscar al médico del pueblo y hubo de buscar un colchón en la casa de sus padres. En el salón del bar, con la ayuda de dos vecinas, tendida en el suelo, aquella mujer parió. Para cuando llegó el médico, el crío mamaba con desesperación. Según nos dijeron a los que esperábamos en la puerta, por si necesitaban algún mandado, la parturienta era una señora de un cortijo de La Contraviesa, a la que el marido hubo de llevar durante ¡CUATRO HORAS SUBIDA EN UN MULO!. Hubieron de buscar un coche en Torvizcón, que les llegó desde Cádiar, y no pudo el crío aguantar a nacer en un hospital de Granada. Duro y trágico PORQUE CUARENTA Y DOS AÑOS DESPUÉS, o más, LA ALPUJARRA SIGUE SIN UN HOSPITAL,NI COMPLETO NI REDUCIDO Y LA SITUACIÓN NO LES HA MEJORADO MUCHO, A PESAR DE HALLARNOS YA EN UNO DE LOS ESTADOS MÁS RICOS DEL MUNDO: EN LA UNIÓN EUROPEA. Ahora las llevan a parir en Motril, en Almería, no sé si en Berja o en Adra… porque la carretera les aleja de Granada… ¡Y del mundo entero! Es la indignidad de esta autonomía corrupta, y reprobable por muchos hechos y razones contrastables, pues en CUARENTA Y DOS AÑOS DE centralismo sevillano no les ha variado MUCHO la vida a estas gentes, porque LOS SERVICIOS PÚBLICOS VITALES nunca les llegaron aunque les siguen siendo IMPRESCINDIBLES Y URGENTISIMOS… y, lo peor de todo, PARA SU DESGRACIA, les siguen siendo discutidos.
No quiero aportar más vivencias mías, de los días en que anduve por La Alpujarra, porque yo sólo me reventaría mi libro, ya empezado a escribir, ”Mis recuerdos de La Alpujarra”, pero hay vivencias que ponen el vello de punta.
LOS ALPUJARREÑOS TIENEN MUCHOS, MUCHÍSIMOS PROBLEMAS GRAVES, MUY GRAVES, GRAVÍSIMOS, Y LO MÁS TRISTE, ¡LO TRISTÍSIMO!, ES QUE NO SE LES HAN RESUELTO POR CULPA DE LOS POLÍTICOS QUE PADECEMOS EN ESTA TIERRA.
Y voy a intentar entrar en ellos.
Los grandes problemas que padecen los alpujarreños que resisten EN SU TIERRA les vienen originados por la falta de inversiones estatales, por la falta o la pérdida TOTAL E incomprensible de las subvenciones y por las gravísimas deficiencias en los sectores productivos primario, secundario y servicios.
EL SECTOR PRIMARIO ALPUJARREÑO:
La Alpujarra, una tierra de un clima casi paradisíaco, donde apenas hay grandes heladas ni grandes calores, aunque tampoco faltan las nieves serranas ni las calinas saharianas, tiene el clima subdesértico propio del sureste de España, o sea, del Reino de Granada.
Aunque desconozco la pluviometría específica de la comarca, la del Valle de Lecrín, el valle del río Guadalfeo Menor, en El Padul, nos dice que tenemos un promedio de lluvias de 350 litros por m/2 al año, y no creo que varíe mucho la de La Alpujarra. Es por ello por lo que, tradicionalmente, en La Alpujarra se han criado pocos cereales, casi los del autoconsumo doméstico, porque las tierras de secano, con lluvias aleatorias, que alternan temporales de mucha lluvia o de sequía, no solían ser demasiado productivas, y en mayoría se dedicaban al pastoreo extensivo, con grandes rebaños invernantes, mientras que en las de regadío se cultivaban frutas y hortalizas, alimentos permanentemente usados en la alimentación familiar. HEMOS DE PARTIR DEL CONOCIMIENTO DE QUE LA AGRICULTURA ALPUJARREÑA, HOY CASI DESAPARECIDA, ERA Y ES, SALVO CASOS ANECDÓTICOS, UNA AGRICULTURA DE SUBSISTENCIA, porque los alpujarreños producían para comer y vendían los excedentes.
Había diferentes productos alimenticios que eran de producción casi general, como las legumbres, las hortalizas y algunos cereales, aunque casi todas las harinas panificadoras tenían que venirles de otros lugares.
En los terrenos serranos, abundantes de aguas de riego, se criaban legumbres de enorme calidad, que los alpujarreños vendían como semillas para que los labradores de otras comarcas las sembraran, alcanzando mayores precios que las de consumo. Criadas con aguas de las escorrentías de Sierra Nevada, que carecen de calcio entre sus minerales, producían unas legumbres muy tiernas y de una calidad excepcional. Pero la producción era corta, porque los terrenos de regadío no abundaban. Ahora, actualmente, casi han desaparecido.
Se criaban también las papas de la sierra, destacando “la” copo de nieve, por su calidad; pero era de poca producción, lo que hizo que se perdiera su cultivo, hasta el extremo de que hubo que rescatarla en una isla perdida del archipiélago indonesio, donde los indígenas la cultivan para su alimento, sin intenciones comerciales, por su elevada calidad alimenticia. Las papas de la sierra eran buscadas a finales de otoño, antes de que helara, para semillas en las tierras bajas.
Las viñas producían varias especies de uva, la moscatel granadina y la de Ohanes, entre ellas, que eran y son un deleite en la mesa y en el lagar, dándoles sabores especiales a sus vinos y a sus postres. Los terrenos de secano estaban poblados de viñas magníficas, que produjeron durante siglos los mejores de los vinos conocidos como “vino de La Alpujarra” o como vino de ”La Costa”. Estos caldos, con los del Valle de Lecrín, alcanzaron tal calidad siempre que la reina Isabel II, en sus “Ordenanzas Reales sobre Los Vinos”, del año 1.853, prohibía tajantemente “que se vendieran en el mercado libre porque se destinaban en exclusiva a enriquecer los vinos de Jerez de La Frontera”. (Buscar datos en internet).
Otro producto importantísimo entre las producciones alpujarreñas eran los higos que, en fresco o secos, pasados, siempre supusieron una base muy fuerte en la alimentación de los alpujarreños. Hay algunas reseñas históricas que refieren que muchos moriscos sublevados se alimentaban con su talega, cenacho, capacha o viático de almendras e higos secos, “pan de higo” al mezclarlos, de altísimo poder nutritivo. También encontré alguna reseña de que, en aquellos tiempos, ya había comerciantes, quizá los mismos de la seda, que compraban las almendras partidas, las uvas pasas y los higos secos para venderlos como auténticas golosinas en toda Europa.
El almendro era otra producción primaria vital en muchas familias, escasas de cereales y antes de que se generalizara el cultivo de la papa. Sin embargo, la existencia de viejos molinos de harina y tahonas refiere que forzosamente hubo de haber cultivos de cereales. Hay que tener en cuenta que el cultivo del maíz se generalizó antes que el de la papa y que su harina, la borona, todavía se utiliza para elaborar pan de maíz y unas migas deliciosas.
He dejado para el final el cultivo del olivo por su enorme importancia en la alimentación humana y en la medicina, hasta el extremo de que dice el P. Manuel Ferrer Muñoz, S .I., en el prólogo de mi “ópera prima”, de mi primer libro publicado, “Cuentos y Leyendas del Valle de Lecrín”, “que el aceite de oliva del Valle de Lecrín y de La Alpujarra se vendía como medicinal en todo el mundo conocido”. He de aclarar que el aceite al que se refería mi querido amigo, y compañero de tantos paseos por La Sierra y por La Alpujarra, era al aceite de acebuche, el olivo silvestre, que se cultivaba por su enorme calidad, pero no por su rendimiento oleico, de un 8 ó 10 por % de su peso.
Los nativos de esta tierra arrancaban los acebuches silvestres de los montes, los trasplantaban a sus roturas y los criaban con facilidad, aunque eran muy poco productivos y de cosechas aleatorias, pues daban fruto cada dos o tres años, y los injertaban en olivo lechín.
Sin embargo, la mayor fuerza económica del olivo la producía, desde los tiempos de la dominación romana, y quizá desde antes, el olivo lechín, que produce unos aceites selectos y de muy alto precio. Todavía queda en la Alpujarra alguna almazara de origen romano. Yo conocí una en Lobras, que creo fue demolida para construir una casa.
La extracción del aceite de oliva debió de tener una importancia enorme en La Alpujarra porque fueron sus alpechines, los desechos de la extracción, los que le dieron nombre al río Guadalfeo: wadi – al – fedus, o RÍO DE LAS AGUAS SUCIAS, por las jamilas o alpechines que llevaban.
La aceituna lechín, en salmuera, tiene unos poderes nutritivos altísimos, hasta el extremo de que, como acompañante de cualquier comida, es un manjar exquisito. Hace años, cuando yo les di a probar unas aceitunas lechín, curadas y aliñadas por mí, a mis amigos y compañeros de la Tertulia El Salón, de Granada, Melchor Sáinz Pardo, ex director de Ideal y ex Defensor del Ciudadano de Granada, en su columnilla de Ideal, calificó a esta aceituna como EL CAVIAR DEL VALLE DE LECRÍN Y DE LA ALPUJARRA. Volveré a hablar sobre ella más adelante.
Hubo en La Alpujarra unas experiencias agrícolas, con cultivos alóctonos, que no llegaron a cuajar. He de referir también otros cultivos, como frutales, hortalizas y cucurbitáceas, de altísimo rendimiento en la comarca.
LA GANADERÍA:
SIEMPRE, A LO LARGO DE La Historia, La Alpujarra ha sido una tierra abundante de pastores de cabras y de ovejas, que practicaban el pastoreo extensivo y trashumante y que vivían muy honestamente de su durísimo trabajo. Era una tierra de abrigo, que recibía pastores trashumantes que apacentaban rebaños enormes, algo increíble en estos tiempos de decadencia. Parece como si los ecologistas apoltronados en el poder se hubieran empeñado en acabar con los pastores extensivos, que eran los grandes guardabosques de nuestras sierras. Han vaciado La Alpujarra de gentes trayendo especies animales como el jabalí, el ciervo y la capra hispánica, extrañas a esta tierra y que tanto daño están haciendo en la agricultura y en la ganadería de la comarca.
Aunque desconozco como se halla la apicultura en La Alpujarra, sí sé, datos fehacientes, que este menester genera una miel exquisita, de una calidad superior, y que, a lo largo de la historia, hubo meleros que amasaron fortunas. Hoy, sé que la miel del Valle de Lecrín –sobre la de la Alpujarra sé poco- es demandada para la exportación, a todo el mundo, por los grandes envasadores.
Nadie ha hablado de que, en el año 1.985, en que Felipe González, presidente sevillano del gobierno de España, AL FIRMAR EL TRATADO DE ADHESIÓN DE ESPAÑA AL MERCADO COMÚN EUROPEO, -entonces, HOY UNIÓN EUROPEA-, RENUNCIÓ VOLUNTARIAMENTE A SOLICITAR PARA LA AGRICULTURA DE LA ALPUJARRA Y DE LOS ALTIPLANOS GRANADINOS, INCLUÍDO EL VALLE DE LECRÍN, LA CONSIDERACIÓN DE AGRICULTURA DE MONTAÑA, COMO EXISTE EN AUSTRIA, EN ALEMANIA, EN FRANCIA…, AYUDAS QUE, SI NO LAS HUBIERAN ROBADO DESDE SEVILLA, COMO TANTOS BIENES GRANADINOS ESTÁN ROBANDO, HUBIERAN HECHO VIABLES Y HUBIERAN MEJORADO MUCHO LA VIDA Y EL BIENESTRAR DE LOS ALPUJARREÑOS, QUE, -¡¡¡ CON EL CULTIVO DE LA JOJOBA Y LA EXTRACCIÓN DE SU ACEITE!!!-, NO HUBIERAN TENIDO QUE EMIGRAR A NINGÚN SITIO POR NECESIDAD.
HABRÍA QUE BUSCAR A UN TÉCNICO, PERITO O INGENIERO AGRÓNOMO, INDEPENDIENTE DE CUALQUIER PARTIDO POLÍTICO, QUE NOS EXPLICARA CUALES SON LOS BENEFICIOS EUROPEOS ACTUALES PARA LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA DE MONTAÑA Y COMO HUBIERAN BENEFICIADO A LOS AGRCULTORES Y GANADEROS ALPUJARREÑOS, porque el comercio y la artesanía son muy positivos, pero quiénes les dan de comer a las personas son la agricultura y la ganadería.
EL SECTOR SECUNDARIO:
Partimos de la base de que el sector primario, agricultura y ganadería, no han sido nunca muy potentes aunque los alpujarreños las practicaban porque tenían que comer. Como consecuencia, dependiendo de la clase del producto excedente, los vendían a diario o esperaban a las ocasiones en que vinieran los compradores a llevárselos. También era habitual encontrarse por los caminos de La Alpujarra con nativos que viajaran, con su animal de carga, a las ferias y mercados.
Si tenían un rebañillo de cabras, los pastores recorrían las calles de los pueblos para ordeñarlas en directo, delante de las compradoras, habitualmente las amas de casa. Pero si el alpujarreño poseía una vaca, la venta era en su casa. También es cierto que eran frecuentes “las fiebres de Malta”.
El mercado de la uva, seca o pasa, de los aceites de oliva, de los vinos y de los higos secos y almendras partidas era el que generaba mayor riqueza, pues muchísimas tierras de secano producían fundamentalmente la trilogía mediterránea: la viña, el olivo y el almendro, y la higuera, en los terrenos impracticables y en los balates de los bancales.
Había familias que criaban varios cerdos todos los años, que sacrificaban en sus propias casas y que, embutidos y salados, dieron origen al poderoso comercio de hoy, de embutidos y de jamones, de Trevélez y de toda La Alpujarra. La compraventa de los productos precisos en las casas era la base del comercio interno de los alpujarreños.
INFRAESTRUCTURAS Y SERVICIOS:
Hay que reconocer que el estado actual de las carreteras de La Alpujarra es inhumano y tercermundista. Lo más triste es que nadie habla del destino que llevaron los fondos FEDER, NI LOS FONDOS PRODER NI LOS FONDOS DE COHESION TERRITORIAL; NI QUIÉN SE LOS LLEVÓ NI EN DONDE LOS HAN COLOCADO LOS POLÍTICOS QUE LOS ADMINISTRARON Y LOS DISTRAJERON. PUES BIEN, ESTOS FONDOS, A LOS QUE NO TENÍAN DERECHO NI LA PROVINCIA DE SEVILLA NI LA DE MÁLAGA, TAMPOCO LES LLEGARON NUNCA A LOS ALPUJARREÑOS, QUE ERAN SUS DESTINATARIOS Y BENEFICIARIOS, PUES FUE PARA ELLOS PARA QUIÉNES FUERON ENVIADOS EXPRESAMENTE DESDE LA UNIÓN EUROPEA.
POSIBLES SOLUCIONES A LOS PROBEMAS ALPUJARREÑOS:
El primer problema alpujarreño y el más grave, en su historia, es la despoblación. Los alpujarreños emigran porque no hallan en La Alpujarra los medios de vida que exigimos las personas hoy en día: unos ingresos fijos y suficientes, unos servicios sociales, escuelas, hospitales, carreteras… ¿Y que se podría hacer para recuperar esa población, dispersa por los lugares del mundo a donde el destino los haya llevado? Muchos de ellos ¡SUEÑAN! con retornar a su casa alpujarreña, si se dieran las condiciones necesarias, imprescindibles y vitales,. ¿Y CUALES SON LAS CONDICIONES MÍNIMAS PRECISAS PARA UN POSIBLE RETORNO DE LOS EMIGRADOS?.
Vamos a intentar enumerar algunas, por sectores, aportando posibles opciones:
1º) LOS LABRADORES:
El primer paso que habría que dar sería el de buscar en los pueblos hortaliceros de Almería y de La Costa Alpujarreña qué pueblos se han vaciado y que núcleos de población, chicos o grandes, se han superpoblado y por qué.
La Alpujarra, comarca serrana por antonomasia, no es demasiado abundante en tierras ni en regadíos, aunque sus ríos fluyan con regularidad y estiajes y su clima ofrezca un tempero excepcional. Hoy, en el año 2.022, el principal sustento de los alpujarreños es su pensión, pero hemos de comprender que los modos de vida han cambiado y, con los años, han variado las formas de sobrevivir. Hemos de pensar, por ello, que, en un mundo donde la competencia es feroz, la agricultura de subsistencia del pasado, tradicional y arcaica, ha dejado paso a otra nueva forma de labrar la tierra, la agricultura comercial o producir para vender, desde las modernas plantaciones más o menos extensas, y los frutos de los invernaderos. Y aquí, La Alpujarra, por sus peculiaridades climáticas propias, tiene mucho que decir, muchísimo que mejorar y mucho más que aportar. Pero, ¡claro!, el problema principal es la despoblación de la comarca. Entonces, sin otro remedio, hay que estudiar a fondo las causas que les hicieron irse a sus moradores y pensar cuáles serían las causas y condiciones que les harían retornar a sus casas y cortijos. El primer paso que habría que dar en este camino es el de asegurarles unos ingresos mínimos vitales y unas atenciones mínimas, también vitales, que les permitieran vivir felices y despreocupados. Pero, ¡OJO!, que esta opción humana y humanitaria puede ser desvirtuada por los políticos, que pueden transformar esta prestación en una forma de vida, como lo fue el SUBSIDIO DE DESEMPLEO, QUE SOLAMENTE SIRVIÓ PARA QUE… MANTUVIERA EL PODER AUTONÓMICO DURANTE CUARENTA AÑOS Y PARA QUE… EXPOLIARA IMPUNEMENTE A LAS PROVINCIAS SOMETIDAS A SU IMPERIO
En Granada, desde Sevilla, la HECATONKIRÓPOLIS (1) MODERNA DEL SUR DE ESPAÑA, los amos de LA AUTONOMÍA, cuando tomaron el poder, para asegurárselo, se dieron a comprar lo votos ciudadanos llenándoles el puchero sin dar golpe, por lo que crearon una generación de personas que, con su inactividad, profundizaron la pobreza de estas gentes, QUE NUNCA PRODUCÍAN DE NADA, y forzaron la salida de la DIÁSPORA ALPUJARREÑA, para buscarse la vida fuera. Era triste y penoso ver corros de hombres que, en edad de trabajar y de producir, estaban sentados en las plazas de los (1)Hecatonkirópolis. La ciudad supuesta de los hecatónkiros. Hecatónkiros: en la mitología griega, monstruos que tenían cien manos.
pueblos sin dar golpe, mientras que sus tierrecillas morían bajo el dominio de las hozas y de los ramoneos de los ungulados silvestres y de las yerbas que aprovechaban sus nutrientes. Y cada día, Granada era más pobre y La Alpujarra era más pobre y había más familias que, al serles insuficientes el subsidio que cobraban o los servicios sociales que recibían, tenían que liar el petate y largarse, a buscar aquello que el albur les quisiera dar en otras tierras. Y Granada perdió MAS DE TRESCIENTOS MIL POBLADORES EN LOS ÚLTIMOS CUARENTA Y DOS AÑOS, A PESAR DE QUE LOS CENSOS SE HALLAN CORROMPIDOS SOBRE EL NÚMERO DE GRANADINOS EMIGRADOS PORQUE ESAS ESTADÍSTICAS, ESOS CENSOS FALACES, SE HALLAN FALSIFICADOS PORQUE NO SE CUENTAN TODOS LOS EMIGRANTES, AL SER COMPENSADA LA SALIDA DE UN NATIVO POR LA VENIDA DE UN EXTRANJERO. Y UN nativo QUE SE VA MENOS UN extraño QUE VIENE, SON CERO LOS EMIGRADOS que le faltan al censo. ¡¡¡FALSO!!!. Son las falacias, ¡¡¡LAS MENTIRAS!!!, de los números “oficiales“ que manejan los trocadores del poder. Pero la realidad del número de alpujarreños emigrados jamás la conoceremos CON EXACTITUD porque la ocultarán.
Sin embargo, hay que incidir en la influencia negativa que la llegada de pensionistas extranjeros, con alto poder adquisitivo, han tenido y tienen sobre el encarecimiento del coste de la vida en La Alpujarra, porque los especuladores e intermediarios compran a bajísimo coste, de comarca deprimida, y les venden a los inmigrantes jubilados a costes europeos, a precios que los jóvenes trabajadores alpujarreños no pueden pagar. En consecuencia, han de irse de la Alpujarra, a buscar un lugar donde los trabajos sean más constantes y remuneradores, que les puedan permitir el acceso a una vivienda digna sin excesivo sacrificio..
TENEMOS UNA ACTUACIÓN EJEMPLAR en la vecina región de Murcia, donde sus políticos, a la hora de resolver los problemas del paro, decidieron regalar las subvenciones a los productores, primándoles lo que más beneficio le causaría a sus gentes: ¡¡¡ LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA !!!.
Yo recuerdo, de los días de mi juventud, que ¡¡¡WILLY BRANDT ¡!! el gran político alemán, cuando Europa entera empezaba a evidenciar que los españoles éramos personas normales, que éramos trabajadores y honrados y que ni andábamos por los árboles ni paseábamos con la navaja guadijeña entre los dientes, matando de una sangrienta puñalada a todo que les hiciera la contra, -¡QUE GRANDE, WILLY BRANDT!-, refiriéndose a unas tierras del sur de España, dijo que “SI ALEMANIA TUVIERA UNAS TIERRAS COMO ÉSTAS (al sur de Despeñaperros) EXPORTARÍA PRODUCTOS ALIMENTICIOS AL MUNDO ENTERO”.
Lo cierto es que, a pesar del abandono de La Alpujarra, de los altiplanos, de los Montes, de Los Ríos y del Valle de Lecrín, España ya exporta productos alimenticios al mundo entero
Conocedores de esta acertadísima frase, los políticos murcianos, en vez de pagar la holganza de sus vecinos, decidieron PRIMAR LA PRODUCCIÓN. Y MURCIA PRIMÓ LA PRODUCCIÓN. Y EL LABRADOR QUE VENDÍA 100 LECHUGAS, Y RECIBIA LA PRIMA CORRESPONDIENTE, AL AÑO SIGUIENTE PROCURABA SEMBRAR DIEZ MIL, PARA RECIBIR LA SUBVENCIÓN DE DIEZ MIL LECHUGAS, PRESENTADAS y VENDIDAS EN LA TERCENA, Y AL AÑO SIGUIENTE… Y AL SIGUIENTE… HASTA LLEGAR A DONDE HAN LLEGADO, A QUE UNA PROVINCIA, COMO LA DE GRANADA (YO ME VEO MUCHAS MÁS SIMILITUDES CON LOS MURCIANOS QUE CON LOS ANDALUCES), QUE ANDABA POR LA COLA DEL RANKING DE RIQUEZA ESPAÑOL, ES HOY UNA POTENCIA ECONÓMICA, QUE OCUPA EL PUESTO 17º EN LA LISTA DE RIQUEZA DE España, Y UN FOCO DE ATRACCIÓN DE INMIGRANTES NACIONALES Y EXTRANJEROS, HISPANOAMERICANOS PRINCIPALMENTE. ¿Y Granada?, ¡¡¡LA ÚLTIMA!!!, EN UNOS NIVELES DE POBREZA INFERIORES A LOS DE LA MACEDONIA GRIEGA, A LA IRLANDA PROFUNDA, ¡¡¡A ALGUNAS ,—no todas, porque varias nos han adelantado en prosperidad— REGIONES DE RUMANÍA. Sí, sí, de Rumanía…!!!… y a la cabeza de LA LISTA DE LA MAYOR POBREZA DE EUROPA. ¡¡¡¡¡¡…… ¿¿¿¿¿¿ …… POR QUEEEEE…… ?????…… !!!!
Podemos comparar las diferencias de talento y de moral de unos y otros políticos y los resultados de sus actuaciones: unos trasforman su región en un foco de atracción humana y otros, los sevillanos, vacían la región: EL REINO DE GRANADA.
Nos podremos preguntar las causas hasta el infinto y siempre hallaremos la misma respuesta: LA HECATONKIRIA SEVILLANA…
Así que vemos con claridad por qué los subsidios no se pueden donar de forma incondicional, sino que hay que darlos a cambio de algo. Y ese algo es la lucha por la producción de bienes de riqueza. Los subsidios y subvenciones iniciales han de ser el motor de arranque que les dé confianza suficiente a las familias para lanzarse en pos de aventuras enriquecedoras, para vivir todos, ellos y sus convecinos, de sus propios trabajos, porque el trabajador, la persona que crea riqueza, se enriquece a sí misma y enriquece a los demás.
Partimos, entonces, de la base de que, en una nación, ESPAÑA, ¡¡¡ EN DONDE SE ESTÁN MALVERSANDO Y ROBANDO TANTÍSIMOS DINEROS DEL ESTADO!!! , hay que sacar fondos para asegurarles una pensión mínima vital, hasta que se valgan por sí mismos, a los alpujarreños que quieran regresar a su tierra, a vivir en su pueblo y con su gente; pero no hay que darles un salario ni un subsidio que no esté condicionado con las obligaciones que cumplir con el cortijo, con la gente, con el pueblo y con la comarca. Se les asegura la subsistencia digna, se le prestan unos servicios dignos y se les dan unas facilidades y unas seguridades dignas, pero se les exige que exploten una serie de cultivos de inmediata y lejana productividad que les puedan proporcionar, al cabo de los años, unos beneficios que los liberen de recibir los subsidios estatales. Esos trabajos y esas obligaciones pueden estar relacionadas con la transformación en tierras de regadío de los cultivos de secano poco rentables, con la plantación de especies vegetales más o menos exóticas; con el cultivo de la jojoba, en la recolección de la aceituna de acebuche, en la salazón de la aceituna lechín…, en crear granjas familiares… y empresas e iniciativas personales y autónomas, como elaboraciones de dulces y repostería y la artesanía, propias todas de la comarca.
La carpintería alpujarreña está malherida desde el momento en que se prohibió que se cortaran castaños para elaborar puertas, ventanas y muebles domésticos de enorme calidad. Pues bien, trabajando A LARGO PLAZO POR LA ECONOMÍA DE LA ZONA, SE PUEDE EXIGIR A LAS FAMILIAS SUBSIDIADAS QUE, EN LAS TIERRAS BALDÍAS, PERO CON RIEGO Y DE CALIDAD, SE PLANTEN BOSQUES DE CASTAÑOS EN ALMÁCIGA, EN VIVERO, DONDE LAS PLANTAS HAYAN DE CRECER FORZOSAMENTE EN VERTICAL, PARA QUE, AL CABO DE LOS AÑOS, VEINTICINCO O TREINTA, O MÁS, PUEDAN ABASTECER DE MADERA DE CASTAÑO AUTÓCTONA, y de otras maderas DE CALIDAD, NO IMPORTADAS, A LOS CARPINTEROS, A LOS TALLISTAS, A LOS EBANISTAS Y A LOS ARTESANOS DE LA COMARCA. Hay que promocionar una denominación de origen (¡si no existiera todavía!) para los vinos de La Alpujarra, QUE AGLUTINE A TODOS LOS BODEGUEROS, a la que concurra cada cual con su propio nombre, pero bajo la denominación común, (por ejemplo, pues no es más que una idea, una insinuación) de VINOS DE LA ALPUJARRA (Cune, Vega Sicilia…, y otros ejemplos de vinos de gran calidad). Hay que recuperar, ya perdido, o casi perdido, aquel dulcísimo vino alpujarreño, apagado con arrope, que competía en calidad con los mejores licores destilados, y comercializarlo como tal, buscando alianzas o acuerdos comerciales con las grandes cadenas de alimentación, que suelen ser los mejores distribuidores o crear una distribuidora propia y común. Hay que recurrir a LA HISTORIA, para difundir que los vinos alpujarreños eran los mejores de los conocidos. Tenemos el caso sangrante de que los salazoneros murcianos de aceituna lechín, en un sitio, Murcia, donde no se conoce o se rechaza este cultivo por sus tardía maduración, se están llevando cada año sobre CUATRO MILLONES DE KILOS DE ACEITUNA LECHÍN DEL VALLE DE LECRÍN Y DE LA ALPUJARRA, QUE PAGAN A 60 O SETENTA CÉNTIMOS EL KILO; QUE CURAN EN SALMUERA, EN MURCIA, Y QUE VENDEN EN EL EXTRANJERO, EN LOS ESTADOS UNIDOS SOBRE TODO, A MUY BUEN PRECIO. El caso es que aquí se le malpaga al labrador un precio irrisorio, ni de subsistencia, y los que la manufacturan se están enriqueciendo con la pobreza de los labradores de esta tierra. Y no hay un político que busque personas valientes que sean capaces de manufacturar y de comercializar este producto exclusivo, dejando el VALOR AÑADIDO CORRESPONDIENTE PARA MEJORAR LA ECONOMÍA DE ESTAS GENTES Y DE ESTA TIERRA. La pobreza se halla también en LA CARENCIA DE INICIATIVAS y DE OPORTUNIDADES PARA DESARROLLARLAS.
CATALUÑA, LA TIERRA DE LAS OPORTUNIDADES, ES LA TIERRA DE LAS INICIATIVAS EMPRESARIALES Y COMERCIALES PORQUE LOS GOBIERNOS DE ESPAÑA SE HAN PASADO SIGLOS REGALÁNDOLES DINEROS A MANOS LLENAS, ¡¡¡ a costa del dinero de toda España!!!. Por ello, los catalanes desarrollaron la industria textil, por el dinero de TODA ESPAÑA, mientras que A las industrias alpujarreñas, que también las hubo, LAS HUNDIERON PORQUE carecieron de las ayudas económicas que les fueron escatimadas, en beneficio de las catalanas.
(buscar, en mi foro de facebook, “goza leyendo con Leonardo Villena”, dentro del registro “DESDE MI FORZADO DESTIERRO INTERIOR, escritos políticamente incorrectos”, el pequeño ensayo: ”Catalonia IS SPAIN”, donde trato de este asunto. Autorizo, a quién sepa copiarlo, (yo no sé) para que lo difunda libremente, que lo abra al uso libre y gratuito de quién lo quiera leer, respetando mi reconocimiento como autor del escrito. No pido más).
Hay que separar la aguas fecales de los pueblos y cortijadas, de las aguas limpias y puras de los ríos y barrancos; hay que abastecer de aguas potables, PURAS Y NO RECICLADAS, a los pueblos y cortijadas.
La OMS, en un estudio reciente, DENUNCIA que el ¡¡¡ 84 por % ¡!! De los cánceres que se diagnostican en EL MUNDO, TIENEN SU ORGEN EN EL CONSUMO HUMANO DE AGUAS RECICLADAS.
La D.G. de Sanidad, de Granada, publicó que, en La provincia de Granada, en el año 2.018, se declararon 5.800 casos de CÁNCER, 2.500 EN MUJERES Y 3.300 EN HOMBRES.
POR ELLO, ES VITAL, ES UN DERECHO DE GENTES QUE SE INICIE UN PROCESO POR EL QUE SE SEPAREN LAS AGUAS FECALES DE LAS AGUAS DE CONSUMO HUMANO Y ANIMAL, Y QUE LAS AGUAS FECALES, TRAS LA CONSIGUIENTE Y EFICAZ DEPURACIÓN, SE DESTINEN A LA AGRICULTURA Y A USOS INDUSTRIALES NO ALIMENTARIOS. Es un requisito vital para alpujarreños y no alpujarreños, para todas las personas.
Los bares y comercios llegarán por su propio pie, cuando la gente tenga salud e ingresos y pueda gastar dinero. Fue por eso también por lo que LOS ALPUJARREÑOS DE LA DIÁSPORA HUBIERON DE BUSCAR MEJOR VENTURA…
EL RETORNO DE LOS EMIGRANTES:
En los siglos XVI y XVII, cuando los moriscos abandonaron en REINO CRISTIANO DE GRANADA, ¡¡¡EL ESTADO!!! , o sea, ESPAÑA habilitó un mecanismo muy positivo para repoblar esta tierra con cristianos de otras regiones de España. Carlos III, a finales del siglo XVIII, usó los mismos procedimientos para colonizar Sierra Morena, que era un refugio de bandoleros, de las gentes que, acosadas por la justicia, huían de sus pueblos a la sierra para eludir la cárcel o la ejecución. Carlos III fundó poblaciones como La Carolina, Linares, Arquillos, La Carlota…, pero a estas tierras vinieron los trabajadores europeos huyendo de las hambrunas que, por aquellos días, castigaban a todo el continente. Es positivo que se sepa que las grandes migraciones no se han dado exclusivamente del sur al norte, sino que siempre se dieron, y con mayor persistencia e importancia, del norte al sur. Y por ello abundan los apellidos de origen extranjero en esas tierras.
Sin embargo, a La Alpujarra vinieron gentes de toda España, a la TIERRA DEL SIRGO, como entonces se le llamaba, o TIERRA DE LA SEDA, (¿sería posible hoy recuperar la crianza del gusano y la elaboración de la seda?) atraídas las familias, sobre todo, por la fama de buena tierra y de mejor clima. Pero aquellas gentes, que aportaron los apellidos que hoy superviven en toda la comarca, y los que se han perdido por la emigración, no venían al albur ni al amparo de la suerte de cada cual, sino que las traían en unas condiciones de vida muy prometedoras porque, a toda familia INMIGRANTE, DE CRISTIANOS VIEJOS, al llegar a Granada, se les asignaba un destino, un pueblo o un cortijo donde asentarse, con las siguientes condiciones:
-LA SANTA INQUISICIÓN, que era la encargada de asentarlos dignamente, les adjudicaba un destino DEL QUE NO PODRÍAN TRASLADARSE, (normas reales) salvo que decidieran emigrar al NUEVO MUNDO.
-En tal destino, se les entregaría una de las casas abandonadas por los moriscos, O SE LES AYUDARÍA A CONSTRUIR UNA NUEVA, que pasaría a ser de su propiedad. Fue el caso, en El Padul, de la familia Pérez de Aróstegui, que rehusaron una casa morisca y se les ayudó a construir una, como a otras muchas familias, caso que se repitió en toda La Alpujarra.
-Se les entregaba a cada familia UNA SUERTE DE TIERRAS DE LABOR, para que las roturaran, Hoy podrían ser de nuevos regadíos para plantaciones de kiwis, aguacate, papaya…, de olivos lechín, para salmuera…
Con perdón por la reiteración, creo firmemente que este cultivo sin intermediaros y la extracción del aceite de jojoba serían las dos grandes soluciones para La Alpujarra. Los labradores salan su aceituna y, luego, se la entregan a una cooperativa comarcal que la envase y la comercialice…
Para confirmar la superficie de la Suerte de Tierra habría que consultar los libros de apeo alpujarreños, y contrastar así si en esta comarca ocupaba también SEIS HECTÁREAS de terreno. Me imagino que en La Alpujarra debió de ser menor porque no había demasiada tierra de labor, ni que roturar, salvo en La Contraviesa. De cualquier manera, esos datos están recogidos en los “LIBROS DE APEO Y REPARTIMIENTO DE SUERTES” de muchos pueblos alpujarreños, de los que había un ejemplar en cada ayuntamiento (si no se han perdido) y, otro, en el archivo provincial de La Casa de Los Tiros. Aunque cito de memoria, creo que había hasta 167 de los pueblos de TODO EL REINO DE GRANADA. Los libros de apeo son una joya histórica y antropológica exclusivamente nuestra, del Reino de Granada, que levantaron jueces de la Inquisición.
-Se les regalaba un mulo para labrarla y los aperos precisos.
-y se les entregaban las semillas que hubieran de sembrar y consumir en el primer año, con la condición de que habrían de devolverlas con la primera cosecha, porque serían las semillas que les servirían a otras familias para establecerse.
-Tenían también la obligación de cumplir con los oficios religiosos DE SU PARROQUIA. Ahora nos encontramos con que hay alpujarreños en la diáspora que, para el retorno a la tierra de sus amores, se encuentran en situaciones tan difíciles como aquellos. Y para que volvieran a sus lugares de origen, debido a su dispersión por toda España, e incluso por toda Europa e Hispanoamérica, habría que organizar un programa social que, primero a través de las familias y luego, si fuera preciso, a través de los medios de comunicación social, para que, como mínimo un par de personas, con la preparación suficiente para conocer las situaciones, estudiaran las soluciones y organizaran los modos y formas del retorno y los medios de vida por los que pudieran optar.
Habría que hacer un programa detallado y meticuloso, que no dejara ninguna circunstancia a la ventura, como un estudio de las casas abandonadas y cortijadas que hay en los pueblos de la Alpujarra y la posibilidad de que sus dueños las reocuparan o las vendieran a un precio módico, porque muchísimos cortijos y casas ya se han hundido y sería muy costoso recuperarlos. Además, son muchos los excortijeros que, a pesar de ofrecerles todos los servicios posibles, renunciarían a la soledad y al bucolismo campesinos. Otras familias, en cambio, lo ansiarían. El principal obstáculo, ya lo he advertido antes, son (no serían, en condicional, no. Son, en presente) los inmigrantes jubilados.
Habría que estudiar los procesos por los que las cortijadas, las aldehuelas, las barriadas y los pueblos costeros, donde se han implantado los invernaderos, han recuperado poblaciones y servicios y si el mercado asumiría que en todas las solanas de las laderas del sur de Sierra Nevada se instalaran invernaderos y nuevos cultivos que ayudaran a recuperar población y servicios, porque no creo que las diferencias climáticas entre El Valle del Río Guadalfeo y las costas de La Alpujarra sean tan grandes.
Habría que proporcionarles escuelas y atenciones médicas a los niños y centros cívicos a los mayores. Hace unos días, me decía un señor de Los Bérchules, emigrado en Cádiz, a través de mi foro de facebook, ·”goza leyendo con Leonardo Villena”, que la pésima gestión del PARQUE NATURAL DE SIERRA NEVADA ESTÁ VACIANDO DE GENTE LA ALPUJARRA ALTA.
HAY, NECESARIA Y FORZOSAMENTE, QUE REDISEÑAR LAS ACTUACIONES Y LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL PARQUE NATURAL Y NACIONAL DE SIERRA NEVADA, PARA QUE ESTÉ AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y NO AL REVÉS; PARA QUE ATRAIGA A LAS PERSONAS Y A LAS FAMILIAS Y QUE NO LAS ECHE Y QUE FACILITE, ¡¡¡ Y NO DIFICULTE !!!, QUE SUS VECINOS PUEDAN VIVIR EN LOS PUEBLOS QUE EL PARQUE ESTÁ ARRUINANDO Y VACIANDO. El Parque Natural está vaciando los pueblos de La Alpujarra Alpina y las causas y razones son muchas, tantas que las deben de exponer los mismos vecinos afectados. Ya se lo dijo el Padre Manuel Ferrer, S.I., delante de mí, a la alcaldesa del El Padul, Pepa Miranda:
-¡Pepa!. No sabes la hipoteca que le vas a echar al Padul, al meterlo en el Parque de Sierra Nevada.
La respuesta de la alcaldesa fue:
-¡Digo, padre Ferrer!, ¡Con lo bonitos que son los parques…!
Y yo pensé: ¡Preciosos!. Así están la laguna, el resto de La Vega y El Manar.
El señor de Los Bérchules, que hubo de emigrar, me lo ha comentado en estos días:
-El PARQUE NATURAL DE SIERRA NEVADA SE HA CARGADO A LA ALPUJARRA ALPINA.
Hay que consultar a los afectados y exigir por todas las vías, incluso recurriendo a La Unión Europea, que se cumplan sus peticiones.
Y si sus peticiones y cambios no fueran posibles de cumplir, habría que iniciar un proceso de retorno para anular el parque que ha creado ruina y soledad y emigración y pobreza y miseria y sentimientos de desamparo entre sus vecinos en los años que lleva de funcionamiento.
¿Que las autoridades quieren mantener el parque y sus perjuicios y consecuencias? ¡
Muy bien! que lo mantengan, PERO QUE CORRAN ELLOS Y NO LOS POBRES VECINOS DE LOS PUEBLOS AFECTADOS, CON LAS CONSECUENCIAS TAN NEFASTAS .QUE PAGUEN LOS DAÑOS Y PERJUICIOS Y QUE LOS VECINOS DEL TERRENO DEJEN DE PAGAR LOS MUCHÍSIMOS INCONVENIENTES QUE LES GENERA, HASTA ECHARLOS DE La Alpujarra.
Habría que disponerles de un servicio de helicóptero, que atendiera a las urgencias (puede prestar tal servicio el del Seprona, pero no desde Baza) y, por fin,
-Cambiar el cultivo del almendro por otros cultivos más rentables,( Pistachos, Nueces de Macadamia…) que pudieran liberar al estado de la obligación de pagarles el salario familiar sin sufrir traumas económicos.
-SE DEBERÍA DE IMPLANTAR EL CULTIVO DE la JOJOBA, altamente rentable, y habilitar un punto público para la extracción de su aceite, pagándole a cada labrador según su producción.
-Se debería de fomentar la crianza, en tierras de labor y de regadío, EN PLANTEROS, del ORÉGANO MORADO DE SIERRA NEVADA, que se comercializaría haciendo resaltar su enorme fuerza anticancerígena. Y que hubiera familias dedicadas a criarlo, segarlo y comercializarlo.
-Se debería de fomentar la crianza de la MANZANILLA DE SIERRA NEVADA, la” ARTEMISA NEVATENSIS”, POR SUS GRANDES CUALIDADES SANITARIAS.
-Se debería de comercializar el ACEITE DE BELLOTA, por sus enormes cualidades astringentes, Y LAS HOJAS DE ROBLE.
-Se debería de permitir y FOMENTAR la recolección de plantas medicinales, de las que es tan abundante nuestra sierra, para comercializarlas.
-Habría que enseñarles a los alpujarreños retornados algunos oficios artesanos tradicionales, que ya se han perdido, que les pudieran proporcionar ingresos suficientes.
Habría que recuperar la carpintería de la madera de castaño y LA EBANISTERÍA, fabricar muebles de castaño de gran calidad y enseñar los modos de los tallados ancestrales, de altísimo valor y precio, antes de que se acaben de perder los carpinteros que tan magníficos muebles y puertas, ventanas y barandas han proporcionado. Para ello, repito, porque lo creo altamente interesante, habría que plantar grandes extensiones de terreno de nogales europeos, castaños y hayas, pino oregón, y robles…, en la mayor ABUNDANCIA posible.
HABRÍA QUE FOMENTAR LA GANADERÍA EXTENSIVA, SUBVENCIONANDO A LOS PASTORES QUE QUISIERAN MANEJAR UN REBAÑO DE CABRAS O DE OVEJAS QUE, ADEMÁS DE LIMPIAR LOS MONTES, PRODUJERAN LECHE PARA FABRICAR QUESO, YOGUR O CUALQUIER OTRO DERIVADO. Y crear queserías familares.
-Crear ayudas a la promoción industrial, eximiendo de impuestos a los promotores de una iniciativa autónoma durante un par de años, hasta que los nuevos comerciantes levantaran el negocio. Pero sería con la condición, referida anteriormente, de que la mantuvieran abierta otros dos o tres años más, como mínimo, después de finalizada la subvención. ¿Y si no? Pues que tuvieran el compromiso, en caso de cierre antes del tiempo estipulado, de que devolvieran el dinero de las subvenciones.
Las brevas, los membrillos, los higos y las granadas murcianos se venden en las fruterías de Granada a muy buen precio. ¿Se podrían criar en La Alpujarra, con producción industrial?. Creo que sí y esto no es tan difícil de probar, pues solamente precisarían una poca de organización y la orientación y asesoría de técnicos.
Hay que moverlo y escudriñarlo todo. Para ello, sería preciso abastecer de aguas potables y de riego a toda La Contraviesa y a la Sierra de Gádor.
LAS ARTES Y LAS LETRAS:
Para empezar, quiero felicitar a esta señora de la Alpujarra Costa, que ha recibido recientemente un premio nacional de poesía. Y creo que habría que invitarla a que asistiera a nuestras reuniones.
Las letras alpujarreñas no han carecido nunca de buenos escritores y rapsodas de su tierra, como el poeta laujareño Francisco Villaespesa, que dilapidó su capital dándole de comer a todos los escritores, de la bohemia de aquellos días, que se acercaban a él necesitados. Profesor mío, en el colegio de los dominicos, de Almagro, en Ciudad Real, fue su sobrino fray Francisco Villaespesa Parra, que nunca quiso cantar misa pero que dedicó su vida a la religión. En consonancia con su tío, fray Villaespesa vivió una juventud bohemia, de juergas y borracheras, aunque, como era un hombre intelectualmente superdotado, acabó la licenciatura en filosofía y letras bastante joven. Pero estalló la guerra civil y lo alistaron de inmediato, como alférez provisional, al mando de una compañía. Por su enorme talento, su carrera militar fue meteórica, pues le cayeron los ascensos casi con regularidad, en todas las batallas en las que intervenía, hasta el punto de que, en la batalla de Teruel, era el comandante de un batallón de 300 y pico hombres, no recuerdo la cifra exacta. Los contrarios los sitiaron junto a un cementerio, en un pueblecillo anejo a la ciudad, y los machacaron hasta el extremo de que, cuando les llegó el auxilio franquista y los enemigos se retiraron, le quedaban dieciséis o dieciocho soldados solamente. Me contaba a mí, porque me había tomado un cariño enorme, como si yo hubiera sido el hijo que creo que nunca tuvo, y un respeto exquisito y riguroso, que se pasó dos días llorando por sus soldados. Y pidió la baja del ejército. Lo recibió el teniente coronel que lo mandaba y le dijo que no fuera tonto, que no se retirara, que tenía un carrerón deslumbrante que muchos militares envidiaban:
-…Que, por los méritos de esta batalla, por orden expresa de Franco, sería ascendido a teniente coronel; que, antes de que acabara la guerra, por su hoja de servicios, sería ascendido a coronel y que, cuando se declarara la paz, sería ascendido a general y que Franco precisaba personas cultas y bien preparadas, como él, a su lado, y que pronto sería ministro de España. Villaespesa se mantuvo tenaz en su abandono del ejército y le concedieron la baja cuando dijo que la pedía para ingresar en la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Así lo hizo. Y los dominicos, que habían oído hablar de su talento innato y de su bonhomía y calidad personal, lo destinaron como profesor al colegio que tenían en Almagro, donde impartían hasta quinto curso de bachiller
Yo lo tuve de profesor de lengua tres o cuatro años, hasta que me salí, porque aquella vida no me gustaba. Pero en mí ejerció una influencia magnífica. Por las tardes, y en los fines de semana, me buscaba en los patios y, cuando me vía sólo y aburrido, se me acercaba y me contaba muchas cosas de su tío. Hace unos años, cuando temía que se me olvidaran muchos detalles, víctimas del tiempo y de los años, las escribí. Cuando quemé todos mis archivos históricos, para salvar aquellos datos de la quema, se los regalé a Rafael Vílchez, el periodista de La Alpujarra. Todavía recuerdo algunas cosas pero no muchas, porque se me han olvidado bastantes. Ese regalo se lo hice a Rafael Vílchez antes de que él le hiciera la última entrevista al Padre Manuel Ferrer S.I..
Recientemente, antes del Covid, he hablado frecuentemente con otro gran poeta alpujarreño, Enrique Morón, cuyo hijo parece que aventaja al padre en calidad literaria.
Sé de otras personas, como mi querido amigo Miguel Carrascosa y algunos otros. También he asistido a festivales del TROVO ALPUJARREÑO y quiero recordar verdaderos recitales de cantes y bailes naturales del terreno, donde se cantan y bailan fandanguillos y otras artes de la comarca, que, a veces, rayan en el virtuosismo. Cantes y bailes granadinos desde siempre, pero siempre desorganizados y, ahora, ahora… ¡hasta olvidados y marginados por imposiciones foráneas…!
Yo propongo que, con las subvenciones estatales pertinentes (¡ A VER CUANDO SE ENTERAN LOS POLÍTICOS PODEROSOS DE QUE LA ALPUJARRA EXISTE, PARA GASTARSE ALGUNOS DINEROS EN ELLA!), se organicen COROS Y DANZAS ALPUJARREÑOS, CON MAESTROS DE MÚSICA, DE CANTE Y DE BAILE, Y DIRECTORES DE BANDAS DE MÚSICA, A SER POSIBLE ALPUJARREÑOS, QUE ADQUIERAN EL COMPROMISO DE MEJORAR EL ARTE MUSICAL Y LA DANZA ALPUJARREÑA, de donde, con una poca de ayuda, puedan salir artistas de postín. Y que se les hagan recitales y concursos de bailes y coras, y grabaciones donde puedan conocer sus aciertos y fallos y la forma de mejorar en sus actuaciones; y que los retransmitan por los medios públicos, que apenas se acuerdan de los trovos. Esas grabaciones, a la larga, podrían servir para autofinanciar sus gastos. El gran problema es que La Alpujarra lleva 42 años desasistida y hambrienta del maná del estado, que la ha tenido condenada a la pobreza, a la inanición y al éxodo humano.
En el mundo literario alpujarreño, estamos viviendo ahora una gran iniciativa de un aficionado alpujarreño a la escritura, que es Carlos Miralles García. La idea me pareció magnífica desde el principio. Lo que quiero es que sea una iniciativa apartidista y que no la vaya a manipular ningún partido político.
He pensado en adoptar el proyecto literario que ha propuesto Carlos Miralles, desde Capileira para toda La Alpujarra, una “cora literaria” que dé amparo todos los escritos medianamente buenos, como mínimo, que se produzcan en la comarca.
Para ello, es imprescindible contar con un buen equipo de lectores, que seleccionen las obras por su calidad, y que las pasen, solamente las seleccionadas, a un comité de publicaciones. Y, desde ahí, con la pertinente subvención inicial oficial, que las entreguen a la imprenta y a una editorial del terreno, que las distribuya y venda y que le ceda al grupo de editores los beneficios que les correspondan, habilitando un fondo económico que le haga a la editorial seguir existiendo sin subvenciones, con los beneficios de las ventas.
Para estos menesteres editoriales y comerciales, tuve la osadía de proponer a la editorial DULCINEA, por sus muchas publicaciones sobre LA Alpujarra, por su experiencia en la distribución y venta y por la fidelidad de su dueño, ahora la hija, que reside en la comarca. La Editorial Dulcinea tiene unos magníficos libros publicados sobre la cocina alpujarreña, desde la dominación romana hasta nuestros días. Su difunto dueño, Luis Benavides, si era cierto lo que me decía, fue, durante diez o doce años, inspector mundial de la Guía Michelín y muy apreciado, (esto lo comprobé yo, en varias ocasiones) en los mejores restaurantes de España donde lo conocían… De cualquier forma, sus libros sobre la cocina alpujarreña, que vendió en todo el mundo, a través de la Editorial Everest, son irrepetibles a menos que se los plagien. Ahora, su hija, Jessica Benavides, estaría dispuesta a ofrecer sus servicios editoriales a los promotores del “PROYECTO ALPUJARRA”.
Dentro de esta editorial se pueden abrir varias colecciones, como Colección Historia de La Alpujarra, colección Novela en La Alpujarra y colección “Poesía Alpujarreña”, y podría comprometerse a publicar siquiera un libro al mes.
También se podría crear una revista mensual o bimestral y el premio literario “LA ALPUJARRA ESCRIBE”, QUE SE PODRÍA DAR A CONOCER CADA AÑO, COINCIDIENDO CON LA FIESTA DEL TROVO ALPUJARREÑO, o en aquellas fechas en las que más interesara. Y hablar con los medios de comunicación para difundir estos eventos.
En el ámbito cultural, el “PROYECTO ALPUJARRA” debería de mostrar su apoyo a todas las manifestaciones artísticas y artesanas existentes, TALLA, BORDADOS, HILATURAS, ESPARTO… Y a las tradiciones preexistentes y a todas las iniciativas artísticas que surjan, como promocionar los tejidos alpujarreños y cualquier producto alpujarreño que posea la suficiente calidad. REPITO, POR SU INTERÉS: UNA FERIA con una denominación de origen, si no existe ya, “HECHO EN LA ALPUJARRA”.
Concluido y corregido este trabajo, queda abierto a las sugerencias y aportaciones que los participantes que se quieran unir AL PROYECTO ALPUJARRA deseen añadir y que se estime que sean positivos.
EPÍLOGO, QUE CREO DE ENORME INTERÉS PARA EL PROYECTO:
No puedo dejar sin exponer una vieja idea mía, un antiguo proyecto que, a la larga, tan lejana como cuando surja un empresario valiente, LE DÉ un vuelco enorme a la vida de La Alpujarra:
Como soy consciente de lo costosísimo que es arreglar las carreteras alpujarreñas,
PROPONGO QUE SE CONSTRUYA UN FUNICULAR TURÍSITICO, ENTRE ALMERÍA Y EL PADUL, O HASTA GRANADA, aunque llegar a la ciudad sería mucho más complicado, QUE HICIERA ESTACIÓN, A LA IDA Y A LA VELTA, EN TODOS LOS PUEBLOS DE La COMARCA POR DONDE TRANSITARA Y QUE LES SIRVIERA A LOS APUJARREÑOS, CON SU BONO DE RESIDENCIA, EL VIAJE MÁS BARATO, PARA VIAJAR CÓMODAMENTE A UNA U OTRA CIUDAD.
El recorrido podría empezar sobre la laguna de El Padul y El Cerro del Manar, La Chaja de Dúrcal, la Sierra de Nigüelas y La Rinconá, El Cerro del Caballo, el barranco de Poqueira, el de Trevélez y los altiplanos de la Sierra de Gádor, el Valle del Andarax y su estación de llegada, en la entrada de Almería.
Tenemos que pensar que hay ciudades y comarcas de todo el mundo que gozan de sus funiculares para hacer recorridos de gran belleza pero quizá no tanta como el que acabo de referir. Es cuestión de que haya un empresario que quiera invertir.
Este trabajo, redactado, para los alpujarreños, plasma en el papel un viejo y recidivo sueño de mi juventud.
Aunque está asentado en el registro de la propiedad intelectual de Granada con el número: GR-96-22, de 7/3/22, se halla a libre disposición del alpujarreño que lo quiera conocer y difundir, o ejecutar, sin otro ánimo de lucro privado que el que se recoge a lo largo del ensayo.
De otro autor:
Después de terminar mi trabajo sobre el Proyecto Alpujarra, he tenido conocimiento de que este señor, almeriense, había publicado este artículo en la prensa de Almería y yo he considerado que, por su interés referencial, merecía la pena subirlo, para conocimiento de todos los lectores. Y aquí lo tienen.
Dedicado a quienes todavía hoy quieren para su tierra la sumisión a un estado colonizador)
En 1147, en plena lucha de los almohades contra los almorávides, Alfonso VII de Castilla aprovechó la confusión, invadió al Andalus y sitió Córdoba. Pese a la facilidad con que se produjo la invasión, no consiguió rendir la ciudad. Pero, en pleno cerco, una embajada de Génova y Pisa le ofreció conquistar Almería, menos defendible y con mayor dificultad para recibir refuerzos. Entusiasmado, Alfonso pidió ayuda a Aragón-Cataluña, dónde aceptaron la idea con alborozo.
Los castellanos atacaron por tierra, mientras barcos catalanes, genoveses y pisanos bloqueaban el puerto. Rendida la ciudad, se hicieron cargo de ella Castilla y Génova, mientras los demás recibían el pago por sus servicios. Cataluña se cobró en los cientos de telares que daban trabajo y riqueza en la ciudad, y en varios miles de mujeres esclavizadas para su manejo.
Los telares robados en Almería, y las mujeres secuestradas por Ramón Berenguer IV, permitieron comenzar la floreciente industria textil catalana, mientras los campos limítrofes se iban convirtiendo en desierto, sembrados de sal por los invasores castellanos y genoveses.
Tres años después, terminada la guerra civil, los almohades expulsaron a los invasores. Pero ni los montes desecados, ni los telares, ni las mujeres, pudieron recuperarse.
Rafael Sanmartín. Licenciado en filosofía y letras, novelista y profesor jubilado.