La diputada autonómica del PSOE de Almería Noemí Cruz ha exigido al Gobierno andaluz de PP y Cs que cambie la gestión “cruel y lamentable” que está haciendo de la ley de dependencia, del que es “un ejemplo claro” el caso de la mujer almeriense de 101 años que lleva más de un año esperando a que se resuelva su expediente. En este sentido, Cruz ha tachado de “indecentes” las declaraciones al respecto que ha realizado el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín (Cs), quien ha dicho que no cree que la edad “tenga mucho que ver”, “aunque pensemos que, probablemente, cuando le llegue, ya no la va a poder recibir”, según ha dicho textualmente.
Cruz ha lamentado estas declaraciones “indignas” de Marín, subrayando que “no han sido un lapsus del vicepresidente de la Junta, sino que transmiten de manera fidedigna lo que le importan a la derecha los servicios públicos”.
En el transcurso de la Comisión de Igualdad que se ha celebrado hoy en el Parlamento de Andalucía, con la presencia de la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación y compañera de partido de Marín, Rocío Ruiz (Cs), la parlamentaria socialista le ha exigido a la responsable de la Junta que cambie radicalmente su gestión de la dependencia, que está centrada “exclusivamente en titulares falsos”, mientras “deja realidades crueles para muchas personas”.
Cruz ha lamentado que la consejera “presuma” de una gestión de la Ley de Dependencia que sólo ha conseguido que, en Almería, las listas de espera hayan crecido un 70%. Así, ha recordado que, en el primer año de gobierno de las derechas en Andalucía, las listas de espera de la dependencia en la provincia de Almería se han disparado, hasta el punto de que actualmente hay más de 8.500 personas pendientes de recibir una prestación.
Además, del análisis de los datos de la dependencia en la provincia de Almería durante 2019 se desprende que el Gobierno andaluz de PP y Cs está priorizando los expedientes de los dependientes menos graves (los de grado I), a costa de aquellos que presentan dependencias más severas (grados II y III), cuya atención resulta más costosa para las arcas públicas. Concretamente, en el último año, el número de almerienses con dependencias más graves, las de grado II y III, que han obtenido una prestación se ha reducido considerablemente, mientras han aumentado los de grado I, con dependencia moderada.
