Para mí está claro que la solución a la problemática agrícola almeriense no ha de basarse en la rebaja de impuestos a los agricultores, ello conlleva una menor implicación del sector en la sociedad en la que viven, además del agravio comparativo frente a sus clientes últimos los consumidores, que además de comprar los productos agrarios más caros, vamos a sufragar lo que los agricultores dejen de pagar, o sufrir la merma en los servicios que esos ingresos nos aportarían.
Don Martín, en lugar de tomar el camino fácil de apoyar las demandas de los agricultores para después no hacer nada, o crear un agravio entre ciudadanos, ha empezado a tomar medidas encaminadas a solucionar problemas, ha solicitado la declaración de “producto sensible” por parte de la Unión Europea del tomate almeriense, además de lograr que Andalucía esté presente en las negociaciones con Marruecos que tendrán lugar próximamente.
¿Qué va a significar todo esto? Pues ni más ni menos que controlar las importaciones de tomate marroquí, para que no compita con el tomate almeriense. Esto es ocuparse de los problemas, preocuparse y poner cara de ello no soluciona nada pero atrae la atención de quien no piensa, o sea, una de cal para Almería y no una de arena.
Martín por Almería y Javier por Arenas
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