Un usuario de Cajamar ha expresado su malestar por el trato recibido en la oficina de las 500 Viviendas de la capital. El usuario relata que acudió a la referida oficina para hacer una transferencia y una empleada le dijo que fuese al compañero de caja por estar libre, señalando éste que no podía hacerlo si no se le daba la cuenta a la que se debería hacer la transferencia por no poder buscarla en la del cliente por que se lo prohibía la Ley de Protección de Datos pese a ser una cuenta bancaria a la que se habían hecho gran número de transferencias.
Considerando que el empleado no se la quería hacer marchó a la oficina de la Avda. Cabo de Gata donde sin problema alguno se llevó a cabo la transferencia bancaria.