La Junta Directiva de la Asociación de Vecinos La Palmera, del barrio de Los Ángeles ha reanudado su actividad casi dos meses después del inicio de la pandemia de la COVID -19. Lo ha hecho telemáticamente con un marcado plan de trabajo en el que se encuentran recurrentes puntos del día, como la falta de limpieza del barrio o el acceso del autobús urbano los días de mercadillo; con otros propios de la coyuntura actual o la activación del huerto urbano, para la cual aún estamos a la espera de que el Ayuntamiento nos conceda los materiales necesarios.
Durante el confinamiento, la asociación de vecinos potenció, a través de sus redes, el consumo en los pequeños comercios del barrio, especialmente con la difusión de la aplicación “haybarrio”, en la que aparecen varios establecimientos de Los Ángeles.
La vuelta a la actividad comenzó con una campaña en redes sociales en defensa de La Molineta, en la que se animaba a los vecinos a compartir las fotos que, en sus primeros paseos tras el confinamiento, hacían en nuestro espacio natural. Ante la nueva época histórica postCOVID-19, los espacios naturales adquieren un valor aún más esencial. Necesitamos cuidarlos y reivindicarlos, ya que entende-mos que la salud del medio ambiente está estrechamente relacionada con la nuestra. No queremos imaginar qué sería hoy de La Molineta sin la lucha vecinal que libraron sus vecinos a través de la plataforma Salvemos La Molineta.
A su vez, estamos en contacto con el Ayuntamiento para solucionar el problema del bus urbano de los viernes. Al montarse el mercadillo, el autobús no accede a la parte norte del barrio, por lo que cientos de vecinos se quedan incomunicados. Es un problema recurrente al que desde el consistorio aún no se ha dado solución, a pesar de que hace meses enviamos un plan de reubicación del mercadillo que favorecía el libre tránsito del autobús, además de asegurar el mantenimiento del mismo número de puestos para los vendedores.
Junto a esto, estamos desarrollando nuestra propia página web, con la que acer-carnos aún más a nuestros socios y vecinos. En las próximas semanas confiamos poder reactivar todos los frentes que teníamos pendientes antes del coronavirus, tales como la puesta en valor del Cordel de la Campita o el Observatorio Geofísico, la mejora de la movilidad del barrio o el cuidado de nuestros parques y jardines.
Por último, somos conscientes de que el mejor antídoto frente a la crisis econó-mica y social de la pandemia es generar una conciencia vecinal que nos permita aguantar el envite como barrio. Solo construyendo vínculos y fomentando la soli-daridad y cooperación conseguiremos que en Los Ángeles nadie se quede atrás.