Los gamberros han encontrado en Garrucha su hábitat natural y desde hace unos años se vienen manifestando rompiendo la baranda de mármol a lo que hay que añadir últimamente la entrada a un garanje particular en el que rajaron las cuatro ruedas del coche y rompiendo selectivamente buzones de correo en un edificio del paseo Marítimo, gamberradas que comienzan a causar alarma social y empiezan a interesarse por la acción de la Policía Local y la Guardia Civil.