Volvemos a tener elecciones generales el 10 de Noviembre y vuelven a presentar los partidos sus listas electorales.
Sorprende que los partidos que no fueron capaces de ponerse de acuerdo para que hubiese una investidura y gobierno vuelvan a repetir (salvo contadas excepciones) las mismas listas que presentaron el 28 de Abril. Es decir, vuelven a premiar a los mismos, cuyo mayor “éxito” es llevarnos a repetir elecciones. Y querrán que los voten (y vaya si los votan).
Más aún me sorprende que esos partidos sigan dando su confianza a los y las cabezas de lista que no obtuvieron el suficiente número de votos para lograr el escaño. Si no los votaron las suficientes personas el 28-A no sé qué habrá cambiado para que los voten ahora cuando ni siquiera cambiará el programa electoral de sus partidos.
Sinceramente, pienso que quien se presente como cabeza de lista, y no salga elegido, debería renunciar y ceder ese lugar a otra persona de su partido. Las ansias de “trincar” haría a alguno presentarse 10 veces si es necesario. Pero bueno, allá cada partido y cada cual con su conciencia.
Lo que sí pediría a quien vaya a votar un partido que mire que han hecho en los últimos años las personas que componen sus listas. Los hay que, en mi opinión, han hecho o propuesto muy poco (Algunos de ellos y ellas, en el Congreso, en estos cinco meses no se les ha visto mucho “el pelo” y ni han contestado a la mayoría de emails que han recibido).
Son personas de “partido” que los colocan ahí, hacen poco y “trincan” un gran sueldo. Seguro que a todos se nos vienen a la cabeza unos cuantos ejemplos.
Se echa de menos unos verdaderos representantes de la ciudadanía que vayan pueblo por pueblo, barrio por barrio viendo los problemas de las personas (y de los animales, los árboles…) y que luche por ellas desde su escaño, defendiendo sus derechos en una verdadera democracia participativa.