Desde que supuestamente El Corte Inglés manifestara su interés en ubicar alguna de sus instalaciones en Almería muchas han sido las informaciones generadas al respecto por los Equipos de Gobierno de los términos municipales en los que potencialmente se ubicaría el más prestigoso centro comercial español. El autor hace un análisis de la utilización política que se está haciendo y apunta ciertos hechos que no han pasado desapercibidos para cualquier observador político.
{mosimage}El Corte Inglés se ha convertido en un elemento político de primera magnitud en la provincia de Almería, por lo que su ubicación está siendo utilizada por los gobiernos locales de los municipios con probabilidades o potencialmente susceptibles de albergar esperanzas, cuando menos creíbles por la ciudadanía. En este sentido, la ubicación del más prestigioso centro comercial español dota al gobierno local en el que alguna de sus instalaciones se aposenten en un factor de estabilidad y electoral de gran magnitud.
Hace ya una década que comenzaron a llegar los primeros rumores de que El Corte inglés tenía interés por abrir una instalación en nuestra provincia, y desde entonces está siendo, como digo, utilizado políticamente de manera abierta y en ocasiones desvergonzada. Habrá observado el atento lector que distrae su tiempo leyendo este espacio periodístico que el potencial poder de atracción de esta prestigiosa cadena señera de España es considerable y se encuentra sumamente arraigada en determinadas capas sociales de cierto nivel económico. Con estas premisas se comenzó a barajar sospechosamente, y desde instituciones, zonas en las que se pretendía ubicar o se mostró interés empresarial por ello pero lo cierto y verdadero es que en toda su singladura jamás se ha escuchado a la empresa ofrecer su visión, lo que no deja de ser un dato a tener muy en cuenta, y quien ha ofrecido su opinión han sido los políticos de turno instalados en el Poder. Las características de esas zonas siempre son las mismas, obsérvense que son áreas urbanas consolidadas y que comienzan a desarrollarse urbanísticamente, como fue el caso de la Estación de Autobuses antigua, cuando curiosamente se estaba construyendo Jardines Medina y existían otras urbanizaciones previstas para construir o en vías. Luego fue La Salle, después La Compañía de María y por último el Banco de España, si bien ahora parece que se ha parado en La Salle. No es el municipio de Almería el único caso, ya que tiempo después afloró en Roquetas de Mar en zona de similares.
Y mientras todo ello sucedía, el Equipo de Gobierno de Juan Enciso, en El Ejido, llevaba a cabo sigilosamente negociaciones con la firma comercial para ubicar en su municipio algunas de sus instalaciones. El sigilo y el aguijonazo político que ha ofrecido al sector oficialista de su formación política suponen una ridiculización más para el Alcalde de Almería, Luís Rogelio Rodríguez-Comendador, por cuanto ha llegado, con gran atino y administrando los tiempos políticos, en plenos rifirrafe en el seno del Partido popular. Y ello le ha erigido en el único municipio almeriense que ha sido capaz de conseguir ubicar una instalación de El Corte Inglés, alejándose del goteo de informaciones tendenciosas que realiza el Equipo de Gobierno de Rodríguez-Comendador.
Mucho me temo que será el único término municipal almeriense que contará con unas instalaciones de El Corte Inglés, porque hasta ahora, como he dicho anteriormente, cuantas informaciones se han generado han sido políticas y no empresariales, e intuyo que la ciudad de Almería, cuando menos, tardará en contar con unas instalaciones de El Corte Inglés.