Más de una vez y de dos, cuando he salido a correr he tenido algún que otro encontronazo con algún ciclista, ya haya sido en un camino, en una vía verde o simplemente por la calle. ¿De quién ha sido la culpa? Pues a veces mía y otras veces del compañero que montaba en bici.

Antes de continuar tengo que advertiros de que yo soy corredor y que intentaré que este post sea lo más objetivo posible, espero conseguirlo. Creo que tanto corredores como ciclistas somos conscientes de que nuestra relación es francamente mejorable pero, ¿es posible? Yo creo que sí lo es.

Mi experiencia personal me hace pensar que cada ‘grupo’ nos creemos en muchas ocasiones los ‘reyes’ del camino. Que allá por donde transitamos es nuestro dominio y que todo debe girar en torno a nosotros y nuestras necesidades como deportistas. Pero nos olvidamos que compartimos estos entornos con otros usuarios y eso es un grave error.

A muchos corredores nos gusta correr con nuestros amigos e ir de charleta animada o simplemente ir en grupo ocupando gran parte de los caminos. A veces también ocupamos espacios que están destinados ‘principalmente’ para ciclistas, como puede ser los ‘carril-bici’. A veces también creemos que las calles son nuestras pista de atletismo y corremos por ellas sin pensar en que hay más usuarios que hacen uso de ellas.