El gran trozo de material aislante desprendido del tanque de combustible externo en el ascenso del Discovery fue un problema potencialmente muy grave, por lo que no habrá nuevos lanzamientos del transbordador mientras no se resuelva, informó este miércoles la Nasa.
Sin embargo, el trozo de ese aislante que se desprendió del tanque de combustible del transbordador Discovery durante el despegue del martes no golpeó al orbitador y no representa un riesgo para los siete astronautas a bordo.
No obstante, se trata de un problema que la Nasa debe solucionar y representa un importante revés para su programa espacial, que desde el accidente del Columbia hace dos años y medio ha luchado por volver a despegar.
"No seremos capaces de volar de nuevo" hasta que el peligro haya sido solucionado, indicó el director del programa de lanzamiento, Bill Parsons, en una rueda de prensa a los periodistas. "Obviamente, tenemos que trabajar más", añadió.
Los siete astronautas del Discovery no corren peligro y el escombro desprendido no parece haber dañado o golpeado la nave, que despegó el martes en una misión de doce días con rumbo a la Estación Espacial Internacional, informó Wayne Hale, segundo a cargo del programa de transbordadores.
Sin embargo, la Nasa dijo que no lanzará más transbordadores hasta que sus ingenieros revisen el problema de las partes desprendidas durante el despegue.
"Hasta que estemos listos, no volaremos nuevamente" al espacio, dijo Bill Parsons, director del programa de vuelos espaciales tripulados de la agencia espacial estadounidense, que admitió que la Nasa "se equivocó".
"Si hubiéramos visto este problema antes del vuelo del Discovery, habríamos hecho modificaciones", añadió durante una rueda de prensa en el centro de control de la Nasa en Houston, Texas.
Imágenes del tanque del transbordador -del que la nave se desprendió, como estaba planeado, antes de que el Discovery entrara en órbita- muestran al menos tres áreas donde se desprendieron grandes trozos de espuma aislante, señalaron Hale y Parsons.
Las imágenes grabadas por una de las cámaras instaladas en el Discovery mostraron que un par de minutos después de su lanzamiento, el martes, un trozo grande de restos se desprendía del tanque junto a otro más pequeño, que luego los ingenieros determinaron que se trataba de una pieza de cerámica de la “nariz” del transbordador.
El material desprendido del tanque de combustible desechable no tocó la nave al caer, destacó Parsons.
Repetición del Columbia
La situación repite lo ocurrido con el Columbia, cuando un trozo del mismo aislante (de 0,75 kilogramos) se desprendió del tanque de combustible externo durante el lanzamiento, el 16 de enero de 2003, originando un agujero en un ala de la nave.
Cuando el Columbia intentó retornar a la atmósfera terrestre para aterrizar 16 días después, gases sobrecalentados explotaron a través del orificio e hicieron estallar al transbordador, matando a sus siete tripulantes.
El accidente del Columbia, en el que murieron sus siete tripulantes, fue provocado precisamente por un trozo de aislante de unos quinientos gramos, que se desprendió del tanque de combustible y golpeó el ala.
Al volver a la atmósfera al término de la misión, el 1 de febrero de 2003, los gases a altísima temperatura causada por la fricción hicieron que el Columbia se desintegrara. Tras la catástrofe, la Nasa congeló el programa de vuelos tripulados al espacio exterior, retomado el martes con la partida del Discovery treinta meses después.
La mayor parte de las modificaciones realizadas por la agencia espacial para evitar que se repita la tragedia del Columbia en el Discovery apuntaban a reducir al máximo los restos de material aislante y de hielo que salen del tanque externo desechable y que pueden golpear al transbordador, provocando daños potencialmente gravísimos.
La Nasa ha gastado desde entonces más de mil millones de dólares en mejorar el tanque y en otras medidas de seguridad. La del Discovery es la primera misión tripulada desde el accidente del Columbia.
"Pensábamos que era seguro volar en estas condiciones", dijo Parsons. "Obviamente estábamos equivocados", añadió.
El tamaño de los tres trozos de espuma desprendidos era casi el mismo de aquel que golpeó al Columbia, pero "el video muestra claramente que se desprendieron y no golpearon la nave", explicó Parsons.
El Discovery tenía programado arribar a la Estación Espacial Internacional el jueves para entregar suministros y practicar técnicas de reparación en paneles de aislamiento durante una serie de caminatas espaciales.
Las evaluaciones preliminares señalan que el Discovery podrá aterrizar en condiciones seguras el 7 de agosto, dijo Hale, quien junto a Parsons explicó que – a diferencia de lo que ocurrió durante misión del Columbia, la Nasa tiene un equipo de doscientos ingenieros evaluando las condiciones del transbordador.
"Todo está saliendo muy bien", había asegurado más temprano el director de vuelos del Discovery, Paul Hill, a periodistas. "Cierto desprendimiento dentro de límites tolerables era algo esperable", afirmó.
"Los encargados de ingeniería no piensan que esto vaya a transformarse en un problema importante", destacó Hill en referencia a la pieza de cerámica de unos 3,8 centímetros que se desprendió durante el ascenso del motor de aterrizaje derecho ubicado en la nariz de la nave. "Pero eso no significa que vayan a decir que no se necesitarán reparaciones", agregó.
Los expertos de la Nasa tienen aún que terminar de analizar los datos transmitidos desde el lanzamiento, pero no se prevé que los resultados estén listos antes de este jueves.
Duro golpe para la Nasa
La exploración espacial de EE.UU. ha sufrido un duro golpe con la decisión de la Nasa de cancelar de manera indefinida las misiones de los transbordadores.
La medida fue tomada después de que las autoridades de la agencia espacial consideraron que el desprendimiento de un trozo de aislante del depósito de combustible externo del "Discovery" en el momento en que partía hacia la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) es demasiado peligroso si vuelve a ocurrir en futuras misiones.
De momento las autoridades no han señalado qué ocurrirá con los tripulantes del "Discovery", pero una de las opciones es que se refugien en el complejo espacial a la espera de un rescate si se considerara que el retorno pudiera poner en riesgo sus vidas.
Un problema similar al sufrido el martes por el "Discovery" provocó la desintegración del "Columbia" el 1 de febrero de 2003, cuando se disponía a terminar una exitosa misión científica.
En esa catástrofe perecieron los siete tripulantes del "Columbia" y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA) canceló las misiones de los transbordadores hasta la partida el pasado martes del "Discovery" desde Cabo Cañaveral (Florida).
La medida también supone un nuevo aplazamiento para las operaciones de construcción de la ISS, una empresa conjunta en la que participan EE.UU., la Agencia Espacial Europea, Rusia, Japón, Canadá y otros países.
"No estaremos en condiciones de volar nuevamente hasta que hayamos eliminado este problema", dijo Bill Parsons, director del programa de los transbordadores durante una conferencia de prensa en el Centro Espacial Johnson en Houston (Texas).
En contraste con la algarabía con la que la Nasa anunció el éxito del lanzamiento del "Discovery" el martes, Parsons señaló 24 horas después que "este era un vuelo de prueba. No resultó como hubiésemos querido".
Parsons manifestó que "tenemos que admitir que nos equivocamos" al señalar que el vuelo era totalmente seguro.
"Ese trozo de aislante no debió haberse desprendido. Pero ocurrió. Tenemos que hacer algo al respecto", indicó.
El "Discovery" partió de Cabo Cañaveral (Florida) con siete tripulantes para avituallar a la Estación Espacial, que gira en una órbita terrestre a 385 kilómetros de la superficie terrestre.
La vía libre para el lanzamiento fue dada pese a que nunca se determinó la causa del desperfecto registrado por uno de los cuatro sensores del tanque externo de combustible que obligó a suspender el lanzamiento previsto originalmente para el 13 de julio.
La Nasa había programado una misión del transbordador "Atlantis" para septiembre de este año, también para avituallar a la ISS.
Fuentes de la agencia espacial señalaron que la decisión es un duro revés para el programa espacial de EE.UU., tras dos años y medio de esfuerzos para superar los problemas derivados de la tragedia del "Columbia".
La Nasa difundió el miércoles imágenes del trozo de aislante y Allard Buetel, uno de los portavoces de la agencia espacial, dijo que no se cree que haya hecho impacto en la estructura de la nave.
Parsons se hizo eco de esas palabras al señalar que "llámese suerte o lo que sea, no causó daños al transbordador. Si el trozo de espuma aislante se hubiese desprendido antes, cuando la atmósfera es más densa, podría haber provocado daños catastróficos al “Discovery”.
El transbordador, que realizó un despegue impecable hasta que las cámaras captaron el desprendimiento, tiene como principal misión llevar equipos y vituallas a los ocupantes de la ISS.
Pero también debe poner a prueba todas las medidas de seguridad que se tuvieron que aplicar en la nave como resultado de la tragedia del "Columbia".
"Creemos que podemos conseguir que este vehículo sea totalmente seguro para la próxima misión", dijo Parsons.
"Pero hasta que no estemos listos, no volveremos a volar", reiteró.
Los daños que pudo haber causado el desprendimiento fueron investigados por los astronautas tras su primera jornada en órbita terrestre el miércoles.