Destacó que ha preparado un "equipo de tigres" para tratar de resolver el problema lo más rápidamente posible. "No esperamos que esto sea un asunto que se alargue en el tiempo", señaló a la prensa.
Al igual que otros altos cargos de la Nasa, reconoció que cometieron "un error" al no centrarse en la zona del tanque externo de combustible, donde una pieza de espuma se rompió poco después del lanzamiento del Discovery el martes.
Este trozo de aislamiento se despegó de una parte diferente del gran tanque de combustible que el pedazo que provocó el accidente del Columbia. "¿Asumo la responsabilidad? Absolutamente", señaló. "Arreglaremos esto", añadió.
Los periodos en los que se pueden realizar lanzamientos en lo que queda de año son, no obstante, muy limitados. El primero es entre el 9 y el 24 de septiembre y el segundo es un par de días en noviembre. Esto se basa en la órbita terrestre y las horas de luz en las que puede ser lanzada una nave, de tal forma que pueda ser fotografiada para observar los problemas. Griffin aseveró que no quiere rendirse este año.
Además, indicó que no sólo hay una, sino quizás hasta cuatro piezas de espuma más grandes de lo previsto por la Nasa que se desprendieron del tanque durante el despegue.
Estudian los daños del Discovery
La tripulación del Discovery comenzó a trasladar las más de 12 toneladas de alimentos y material a la Estación Espacial Internacional (ISS), mientras la Nasa continúa el análisis de los daños sufridos por el desprendimiento de material aislante del tanque externo durante el despegue.
En una entrevista con radios estadounidenses, la comandante del Discovery, Eileen Collins, declaró haberse sorprendido y decepcionado al enterarse del desprendimiento -potencialmente catastrófico- de un trozo de aislante del tanque de combustible durante el lanzamiento del transbordador.
"Nos sorprendimos mucho al enterarnos sobre la pieza de material aislante" dijo Collins este viernes desde la ISS. "Creímos que ese problema estaba resuelto", añadió.
La comandante, de 48 años, también señaló: "Nos decepcionó que sucediera esto, pero es algo que creo que podemos solucionar".
"Sabemos que la pieza grande de aislante no golpeó el orbitador", aseguró.
La Nasa suspendió futuros vuelos del transbordador luego de descubrir que el trozo de material aislante desprendido del tanque desechable era apenas más pequeño que el que golpeó la estructura del Columbia y cuyo daño provocó la muerte de sus siete tripulantes al desintegrarse el aparato cuando reingresaba en la atmósfera al término de su misión, el 1 de febrero de 2003.
La capa de aislante que rodea al transbordador le permite resistir las temperaturas de más de 1.500 grados centígrados resultantes del ingreso a la atmósfera.
No obstante, a última hora del jueves, responsables de la agencia señalaron que el transbordador Atlantis está listo para partir en caso de ser necesario un rescate, pero destacaron que se requieren más días para concluir la evaluación de los daños en el Discovery.
Los preparativos prosiguen en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, sobre la costa este de Florida (sudeste), hasta tanto la agencia no haya definido el tiempo que mantendrá suspendido el programa de vuelos tripulados al espacio con transbordadores, precisó este viernes John Shannon, jefe de operaciones de vuelo del Discovery.
"Diría que el transbordador no resultó significativamente dañado. Sabemos que sí hubo daños menores", dijo Collins, única mujer a bordo de la nave. "No se puede evitar el desprendimiento de pequeñas piezas del tanque", destacó.
Collins, primera mujer en comandar un transbordador en su cuarto vuelo al espacio, afirmó que por ahora no está preocupada.
"Sabemos que tenemos que realizar inspecciones. Haremos un acercamiento con la cámara y el láser que nos permitirá ver qué tan grande es el área del daño potencial. Pero no creo que sea significativo, aunque es mejor observarlo", consideró.
"Mañana (sábado) sabremos con certeza" si los daños son importantes, agregó.
El copiloto, James Kelly, y el astronauta Charles Camarda realizaron el viernes por la mañana una inspección en seis lugares de la panza del transbordador, donde las placas cerámicas muestran rastros de haber sido impactadas.
Utilizaron una cámara y un escáner con láser montados en la punta de una pértiga de quince metros que funciona como alargue del brazo robotizado del Discovery.
"Viendo las imágenes de esta mañana, pueden apreciar que está en muy buen estado", dijo Shannon a la prensa.
Subrayó la presencia de 25 marcas de impacto de pequeños restos de aislante o de hielo sobre la cobertura térmica, contra 150 en promedio en vuelos anteriores de transbordadores.
Es necesario esperar el resultado de los análisis de los expertos, el domingo, para saber si el Discovery puede regresar a Tierra sano y salvo, precisó Shannon.
El viernes, la tripulación comenzó a trasladar las más de doce toneladas de alimentos, material, equipos y repuestos que llevó en el módulo presurizado Raffaello para los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS), el estadounidense John Phillips y el ruso Sergei Krikalev, con quienes permanecerán ocho días, antes de regresar a Tierra.