La muerte del REY SANCHO I EL CRASO DE LEÓN.
Por: DR JOSE MARIA MANUEL GARCIAOSUNA y RODRIGUEZ
–Iltmo. Sr. Doctor José María Manuel García-Osuna y Rodríguez-
-ACADÉMICO-CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA DE ASTURIAS (RAMPA).
-SOCIO DE NÚMERO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MÉDICOS ESCRITORES Y ARTISTAS (ASEMEYA).
-DOCTOR EN MEDICINA Y CIRUGÍA.
-MÉDICO DE FAMILIA-ATENCIÓN PRIMARIA.
I.-LA MUERTE DEL REY ORDOÑO III DE LEÓN. SANCHO I EN EL TRONO IMPERIAL LEONÉS O REGNUM IMPERIUM LEGIONENSIS.
Cuando se encontraba en plena actividad política y humana, para pergeñar planes para posibles campañas contra el Islam, y tras un reinado de cinco años y siete meses, fallecía de “muerte natural o morte propria decessit” y, probablemente, de un proceso vascular agudo de tipo cardiovascular (IAM o Infarto Agudo de Miocardio), el rey Ordoño III de León (c. 925-REY DE LEÓN; desde 951, HASTA, Zamora, 13 de noviembre de 956), hijo primogénito del rey Ramiro II el Grandede León (c. 898-REY DE LEÓN; entre 931, HASTA, León, 951), el denominado como Magnus Basileus, o “el Diablo” por los musulmanes por su ferocidad y energía, que lo había engendrado con la galaica condesa Adosinda Gutiérrez, luego repudiada por parentesco próximo, eran primos-hermanos.
–REY ORDOÑO III DE LEÓN-
El monarca fallecido, que había generado muchas expectativas en el ya vetusto y glorioso Regnum Imperium Legionensis, pasaba a mejor vida en la urbe leonesa de Zamora, “la bien cercada”, que va a estar definida, a posteriori, en el Romancero Medieval como: “Allá en tierra leonesa, un rincón se me olvidaba, Zamora lleva por nombre, Zamora la bien cercada”.
De su enlace matrimonial con la condesa burgalesa Urraca Fernández (hija del conde Fernán González de Burgos. REINA DE LEÓN, entre 951 y 956-Ordoño III; y 958-960-Ordoño IV. Fallecimiento en 1007) nacería el futuro rey Bermudo II el Gotoso de León [Entre 948 y 953-REY DE LEÓN, desde 985, Hasta 999]. En su sepulcro del Panteón de Reyes de San Isidoro de León fue esculpido el epitafio: “H. R. VEREMVUDI ORDONII. ISTE IN FINE VITAE SUAE DIGNAM DEO POTENTIAM OBTVLIT. ET IN PACE QUIEVIT. ERA MXXXVII”.
El nuevo soberano del Reino de León va a ser su hermanastro, más que ambicioso, prepotente y soberbio, el infante leonés Sancho Ramírez, que Ramiro II el Grande había engendrado con su segunda esposa regia, la infanta pamplonesa Urraca Sánchez [¿?, Pamplona-REINA DE LEÓN desde 932, hasta Oviedo, 23 junio de 956], hija de los reyes de Pamplona Sancho I Garcés el Grande [¿?, Sangüesa- REY DE PAMPLONA, entre 905, hasta, Resa, 10 de diciembre de 925] y la ferocísima Toda Aznárez [Pamplona, 2 de enero de 876-REINA DE PAMPLONA, hasta, Pamplona, 15 de octubre de 958].
El infante-niño huérfano, Bermudo Ordóñez, en el futuro el ya citado Bermudo II de León, pasará estos primeros años de su vida en las tierras de la Galicia Lucense. Ya en vida de su padre Ramiro II, el nuevo monarca leonés aparecía en un importante número de diplomas como: “Sancius filius regis” o incluso citado como: “hermano del rey Ordoño III”.
-REY BERMUDO II DE LEÓN-
Es obvio que también llamaba la atención, en la corte leonesa, por su desmesurada obesidad, que ya era mórbida (unos 220-240 kgs.), y por ella será motejado por la historia como “el Craso o el Gordo”; patología que va a ser utilizada por la levantisca nobleza leonesa para deponerlo hacia el año 958, ya que no le era factible ni montar a caballo.
II.-LOS PRIMEROS AÑOS DEL INFANTE LEONÉS SANCHO RAMÍREZ.
En lo que se refiere a la idiosincrasia del nuevo monarca leonés, las fuentes musulmanas lo definen como: “Vano, orgulloso y belicoso, carente de habilidad y de tacto político”.
En los documentos cristianos se refieren a él, sin el más mínimo rubor, sobre que era “el hijo predilecto de su padre, el rey Ramiro II el Grande de León”, otorgando carta de naturaleza al hecho con frases tales como, “Santius pignus regis o Sancho prenda del rey”.
En este sentimiento pudo estar la base que le hizo concebir esperanzas de ser preterido a su hermanastro mayor Ordoño III, en el trono imperial leonés, tras la muerte paterna, fundando sus reclamaciones regias en el repudio, ya citado, que había padecido su madrastra, la reina Adosinda Gutiérrez [Ausenda Guterres, ¿910?-REINA DE LEÓN, desde 923, y 933, por repudio. Falleció en el año-941], y madre de su medio hermano Ordoño III.
Por todo lo que antecede la rivalidad fratricida fue constante y muy violenta.
El futuro rey de León Sancho I el Craso, nació, con toda probabilidad, hacia el año 933. La fortísima y acusada personalidad paterna no dejaría traslucir nada sobre su infancia, y solo en los documentos de la curia regia leonesa va a figurar siempre por detrás de sus dos hermanos mayores Bermudo (muerto en la infancia, año 941, que era el primogénito) y Ordoño Ramírez (el futuro Ordoño III), lo indicado es subrayado en hasta quince diplomas.
Pero, a partir del año 944 y hasta la muerte de Ramiro II aparece como regente o delegado regio paterno en el dependiente condado de Castilla, “regente in Castella”.
-REY RAMIRO II “EL GRANDE” DE LEÓN-
Este cargo lo relaciona ya con uno de los magnates más atrabiliarios de todo el Alto Medioevo hispano, traidor por antonomasia no confeso, que gozará de una fama heroica inmerecida a posteriori, y que es el conde de Burgos Fernán González (Fredinandus Gundisalviz.c. 910, Castillo de Lara/Lara de los Infantes-Burgos, 969/970. “REGNANTE RANIMIRO IN OBETO ET COMITÉ FREDINANDO GUNDISSALBIZ IN CASTELLA”, San Pedro de Cardeña, año-932), que será, en estos momentos, uno de sus mayores mentores para el intento de golpe de estado del año 955 contra el rey Ordoño III, siendo apoyado rápida e inmediatamente en su ascenso al trono leonés, en el año 956.
«Domina Urraca fuit uxor domini Ranimiri regis… et habuit filios domino Sanzio rex et domina Giloira Deo vota. Iste Ranimirus ex alia uxore Gallicensis nomine… habuit filium Ordoni regis. Regnante Ranimirus in Legione, et Sancioni filio eius in Castella».
Pero el taimado conde burgalés, al que inexplicablemente Ramiro II el Grande habría otorgado el dependiente condado de Burgos como hereditario, a pesar de sus constantes perjurios, pronto apoyará a otro candidato al trono leonés, mucho más manejable, y que será el rey Ordoño IV el Malo, o el Jorobado [c.925-REY DE LEÓN; entre 958 y, Córdoba, 962 o 963], que era hijo del rey Alfonso IV el Monje [c. 899, Ruiforco de Torío-REY DE LEÓN, entre 926 y 931. Falleció, Monasterio de San Julián y Santa Basilisa de Ruiforco, agosto de 933. Hermano mayor de Ramiro II el Grande]; aunque la enérgica intervención de la corte pamplonesa dirigida por la abuela materna de Sancho I, la reina Toda Aznárez, frustrará este nuevo intento de sedición del fuliginoso conde dependiente Fernán González de Burgos.
III.-LA OBESIDAD MÓRBIDA DEL REY DE LEÓN, SANCHO I-
Ibn Idhari El Marrecoxí en su obra “Al-Bayan” (siglo-XIII), que es una más que documentada crónica musulmana, recoge una razzia cordobesa contra el Reino de León, en ese mismo verano del año 957, está al mando de la milicia sarracena el general Ahmed ibnYa’la, que tratará de obligar al nuevo monarca leonés, el citado Sancho I, a que cumpla lo que habían pactado el khalifa Abd Al-Rahman III ibn Muhámmad Al-Nasir [Córdoba-Qurtuba, 7 de enero de 891- OCTAVO EMIR OMEYA, entre 921 y 929. PRIMER CALIFA OMEYA DE CÓRDOBA, entre 929 y, Medina Azahara, 15 de octubre de 961],y el recientemente fallecido rey Ordoño III Ramírez de León; tratado que se refería a la demolición de algunas fortalezas leonesas y que es algo a lo que Sancho I se niega a cumplir.
Otra aceifa sarracena, simultánea, está comandada por el gran general omeya Galib Abu Tammam Al-Nasirí (Ghalib ibn Abd al-Rahman. 901-9 de agosto de 981), quien se va a encargar de castigar, manu militari, con furia y saña al Reino de Pamplona y de Nájera.
-REY SANCHO I DE LEÓN-
Todas estas derrotas militares, unas directas y otras indirectas en función del prestigio rector que se le suponía al Regnum Imperium Legionensisy a sus soberanos, incrementarán el desprestigio del nuevo monarca leonés, que ya está imposibilitado, absolutamente, por su obesidad mórbida, para poder montar a caballo e ir a la cabeza de sus tropas a plantar cara a los enemigos agarenos, debiendo ser trasladado en camilla.
Este hecho patológico era un déficit insoluble e insalvable para un soberano de la Alta Edad Media que se preciase de serlo.
Todo el silencio diplomático leonés sobre su monarca se traduce, ahora, en la aparición expresa en la documentación regia leonesa del espurio pretendiente leonés, ya conocido, y que no es otro que Ordoño IV Adefónsez, el cual va a ser proclamado-coronado rey de León en Compostela, el 2 de marzo del año 958.
Desde la susodicha capital religiosa del reino leonés se dirige a la propia urbe regia, León, para ponerla bajo sitio durante tres meses y entrar en ella el 3 de agosto de 958, dando este hecho el lamentable espectáculo de cómo se hollaba la dignidad de tan gloriosa ciudad por parte de otro rey cristiano. El regocijo de Córdoba debió ser indudable.
En el ínterin, el otra vez destronado Sancho I por sus múltiples enemigos, debe huir, nuevamente, a la corte pamplonesa, donde siempre hallará el pertinente refugio de su regia abuela Toda.
-REY GARCÍA SÁNCHEZ I DE PAMPLONA Y DE NÁJERA-
El cronista episcopal asturicense, obispo Sampiro (956-1041) de Astorga, escribe que la expulsión y el subsiguiente destronamiento del rey Sancho I han tenido lugar por “una habilidosa conjura del ejército”, que se puede traducir, en román paladino, por una pura y simple sedición militar sensu stricto, apoyada por todo un amplio entramado político-social de gran magnitud y enraizamiento.
En esos términos se expresará un diploma posterior subscrito por el notario Odoino Bermúdez en Compostela: «en aquellos días en que los condes gallegos, juntamente con los magnates de palacio, maquinaron expulsar de su corte de León a Sancho y dar el trono glorioso del reino a Ordoño, hijo de Alfonso». “Tunc in illis diebus cogitantes comités gallecos, necnon et magnati palatii, eicere de sede sua Legione Sancium et dare tronum gloria regni ad Ordonium prolis Adefonsi”.
IV.-EL EXILIO DEL REY SANCHO I “EL CRASO” DE LEÓN-
Desde marzo del año 957, Sancho I se ha refugiado, nuevamente, bajo las alas protectoras de su abuela, la ya citada reina Toda de Pamplona, quien por cierto también era abuela de su primo y enemigo acérrimo (Ordoño IV), ya que este último era hijo de la otra hija de la soberana pamplonesa, Oneca Sánchez.
La inteligente reina bascona es la verdadera regente del reino de Pamplona y de Nájera (Pampilonensium et Naierensis Regnum), cuyo trono ocupa, en estos momentos históricos, su hijo García Sánchez I [c.919-REY DE PAMPLONA-925 Y DE NÁJERA-923, hasta, Castillo de Monjardín, 22 de febrero de 970].
La reina tiene la convicción de que la causa de todos los males que está padeciendo su nieto preferido, se circunscriben a su repugnante y rechazable obesidad, lo que era prístino para aquellos habitantes de la Corona de León, que estaba conformada por los propiamente leoneses, los galaicos lucenses y bracarenses, los bascongados y los castellanos, y que argumentaban que este hecho físico le imposibilitaba para gobernar aquel reino de tanta prosapia y tan complejo.
Según las Crónicas de la época, y en función de las cantidades dadas, se puede indicar que pesaba unos 220-240 kg, ya que hacía siete comidas diarias conformadas por unos diecisiete platos diferentes y mayoritariamente provenientes de carne de caza, regados con vino abundante.
–EL REY ALFONSO X EL SABIO DE LEÓN Y DE CASTILLA-
V.-SANCHO I EL CRASO EN LA CORTE DE CÓRDOBA-
La reina Toda de Pamplona envía a sus embajadores a Córdoba para impetrar la ayuda de su sobrino, el khalifa Abd Al-Rahman III Al-Nasir, que era hijo de Muhámmad, primogénito de Abd Allah[Córdoba, 11 de enero de 844-SÉPTIMO EMIR OMEYA DE CÓRDOBA, desde 888, hasta, Córdoba, 15 de octubre de 912. Destacaba por ser pelirrojo, blanco de tez y de ojos azules], y de Muzna o Mutayna (Lluvia o Nube) que era una cautiva y concubina bascona, hermana de madre de la reina Toda.
Y enseguida Al-Nasir envió a su embajador plenipotenciario, el médico hebreo Hasday Ibn Saprut (de estatura entre 1’05-1’15), que era un hombre excepcional para su época.
El médico judío cordobés pactó con la reina de los bascones un tratado de paz entre Córdoba y Pamplona, y una alianza ofensiva para que Sancho I Ramírez el Craso volviese a ocupar el trono imperial leonés.
Además, el sabio galeno cordobés se comprometía a devolver al exiliado soberano leonés a su peso físico primigenio, para que se transformase en una persona “enjuta de carnes”.
Asimismo se cederían a Córdoba diez fortalezas fronterizas y, para acabar los acuerdos, la propia reina Toda viajaría a la capital califal acompañada de su hijo García Sánchez I y de su malhadado nieto Sancho Ramírez.
Todo lo planteado fue aceptado por la corte pamplonesa y las tres personalidades regias viajaron a la capital del califato omeya hispano.
–EL REY SANCHO IV “EL BRAVO” DE LEÓN Y DE CASTILLA-
Las ventajas políticas para Sancho I eran sobresalientes: a) el trato personal con Abd Al-Rahmán III conllevó que se creasen unas relaciones profundas de afecto y de estima entre el khalifa y el soberano leonés, b) fundamentándose en todo ello se concertaría una amplia alianza política y militar que iba a permitir a Sancho I Ramírez recuperar su perdido trono leonés y, c) a esta situación se sumaría el rey de Pamplona y de Nájera, García Sánchez I, bajo la atenta, vigilante y escrutadora mirada de la reina-madre Toda Aznárez.
Una vez en Córdoba, Sancho Ramírez se puso en las manos médicas del genial Hasday, especialista preclaro en hierbas y pócimas, e inventor de la triaca que era un preparado de polifármacos, compuesto hasta por 70 ingredientes, primero como antídoto contra el veneno, siendo de origen vegetal (eléboro, ruibarbo, jengibre, valeriana, azafrán, opio, madera de Ceylán, raíz de genciana, etc.), mineral (terra sigilata, betún de Judea, sulfato de hierro) o animal (carne de víbora, castóreo).
Receta que es recordada por su convecino y colega Suleimán ibn Hassán ibnYulyul en el denominado “Libro de las Generaciones de los Médicos”.
Hasday cosió la boca al monarca legionense, dejándole una pequeña abertura en los labios para meter una pajita por la que bebía agua e infusiones; también estuvo atado de pies y manos para evitar que pudiera comer nada motu proprio. Baños de vapor, carreras a pequeños pasos tirando de él con cuerdas. El tratamiento duró 40 días; y, al finalizar, la flacidez de su piel debió ser revertida con terribles masajes.
Con todo, este tratamiento más que riguroso, a base de medicina natural pura y dura, conllevó que el príncipe leonés adelgazase, de forma rápida, y recuperase sus fuerzas físicas y el vigor corporal de la juventud, además de conseguir:“crecer en comportamiento ético y discernimiento para poder gobernar rectamente, recuperando piedad y prudencia”. Su peso era ya de unos 90 kg., con lo que ya le era posible: “montar a caballo, sostener la espada y yacer con una mujer”.
VI.-EL REY SANCHO I DE LEÓN Y EL AÑO 963.
Es en este año cuando fije la Primera Crónica General (1270-1289) o Estoria da Espanha, escrita durante los reinados de los Reyes de León y de Castilla: Alfonso X el Sabio: [Toledo, 23 de noviembre de 1221-REY DE LEÓN Y DE CASTILLA, desde 1252, hasta, Sevilla, 4 de abril de 1284] y su hijo Sancho IV el Bravo [Valladolid, 12 de mayo de 1258-REY DE LEÓN Y DE CASTILLA, entre 1284 y, Toledo, 25 de abril de 1295. Su estatura era de 2’00-2’05 metros], fecha que coincide con la Versión Crítica de la Estoria da Espanha; también con la Crónica de Veinte Reyes (1282-1284) y que se refiere, en un tanto por ciento elevadísimo, a los reyes-emperadores de León, desde Fruela II el Leproso [c. 874-REY DE OVIEDO, subordinado al REINO DE LEÓN, desde 910, y REY DE LEÓN desde 924, hasta Catedral de León, agosto de 925] hasta Fernando III el Santo de León y de Castilla [Peleas de Arriba, 1199 o 24 de junio de 1201-REY DE CASTILLA desde 1217. REY DE LEÓN desde 1230; hasta, Sevilla, 30 de mayo de 1252]; la convocatoria y celebración de las cortes de León o curia regia, y a ellas acudirá el conde Fernán González de Burgos, aunque se piensa que pue
da ser una invención del panegirista, por antonomasia, del conde burgalés, que es el mítico monje Pelayo del Monasterio de San Pedro de Arlanza. Aunque en un documento posterior se recoge la presencia (en los primeros meses del año 961) del conde castellano en el Monasterio de Sahagún de paso hacia la urbe regia leonesa.
-EL REY RAMIRO III DE LEÓN-
VII.-AÑO 966 d. C.
En este año es cuando vamos a asistir a los estertores finales de este reinado. En primer lugar se va a edificar, en León, una nueva Iglesia dedicada al mártir infantil San Pelayo, que había sido martirizado en Córdoba en el año 925.
Sancho I enviará al abad Velasco, a la cabeza de una delegación diplomática, para que se traiga las reliquias del cuerpo despedazado, del niño martirizado, hasta la caput regni legionense.
Además, se aprovechará el viaje para realizar una compleja negociación política, por la que se espera conseguir un armisticio necesario para una paz definitiva en la frontera del río Duero, donde la caballería califal ya estaba dejando clara su presencia preeminente, y atacando algunas plazas en las tierras alcarreñas próximas.
VIII.-EL FINAL TRÁGICO DEL REINADO DEL REY SANCHO I DE LEÓN.
Desde hace varios años las Galicias (Lucense y Bracarense) están siendo sometidas a enfrentamientos civiles entre clanes nobiliarios, uno de ellos en abierta rebeldía contra el propio soberano leonés, y apoyando a Ordoño IV.
En el año 960, desde el Monasterio de Abelio, que se encontraba próximo al de Sobrado, el notario Silio Luci o Lucidi escribía con amargura y pesar que: «Apoderándose el diablo de los corazones de todos los infelices, hasta el punto de despreciar y de abjurar del católico rey [Sancho I de León], de odiar sus leyes y rechazar sus mandatos y negarle sus tributos, cada cual se apartaba a vivir sobre las rocas altas, comportándose soberbiamente contra Dios y devorando a sus gentes. Viendo estas cosas preferimos abandonar el Monasterio para no perecer en él, y nos trasladamos a lejanas comarcas donde contábamos con alguna otra heredad y donde la malicia y la funesta rapacidad de tan perversas gentes estaban un poco calmadas».
–EL REY ALFONSO V “EL DE LOS BUENOS FUEROS” DE LEÓN-
La situación era tan caótica y conflictiva que el monarca de León se vio obligado a intervenir, y en el año 966 decidió, motu proprio, que era esencial, para sus proyectos de reconquista, la pacificación de las Galicias, y hacia allí se dirigió al frente de un poderoso ejército; el armiger regio o “el que portaba las armas del monarca” o abanderado regio o alférez regio era Gonzalo Bermúdez (futuro alcaide del castillo de Luna, que era el lugar donde se encontraba el tesoro regio leonés, luego sería rebelde y secesionista frente al rey Bermudo II el Gotoso de León).
La campaña fue un gran éxito para el soberano leonés, que consiguió pacificar todo el territorio rebelde hasta el mismo río Duero.
Cuando se disponía a atravesar el susodicho río, con la finalidad de penetrar en la Galicia Bracarense, y realizar el mismo fin de poner paz y orden en dicho territorio, el denominado dux da terra portugalensi, el conde rebelde Gonzalo Muñoz-Moniz o Gonzalo Menéndez (“Gundisaluus, qui dux erat…veneni pocula illi in pomo duxit”), según diversos conceptos medievalistas, que estaba esperándole para hacerle frente, al tener la consciencia visual de que el ejército regio era impresionante decidió simular lealtad, sometimiento y vasallaje.
Sancho I se creyó este comportamiento condal y se confió sin sospechar, en lo más mínimo, que la críptica felonía anidaba, contra él, en el tortuoso cerebro del mencionado magnate; mientras, que por otro lado, incitaba a sus fideles a la rebelión flagrante contra su rey Sancho I de León.
En noviembre del año 966, el soberano leonés otorgaba, en las tierras de Coímbra, un diploma en el Monasterio de San Juan de Lorvao, le acompañaba un séquito distinguido: el propio sedicente Gonzalo Muñoz o Menéndez, además de Íñigo Vela, Fernando Bermúdez, el mayordomo regio Íñigo Aznárez, Tello y Nuño Mirel, Fernando Rodríguez, Nepociano Díaz, el alférez regio Gonzalo Bermúdez y Nuño Garcés.
Se aprecia claramente la mixtificación de nobles leoneses y pamploneses y, también, la ausencia de algunos de los principales magnates galaicos. Una vez allí, los hechos se van a precipitar sin solución de continuidad.
Es en ese instante cuando el traidor duque portucalense va a decidir envenenar a su rey Sancho I de León utilizando una manzana o una pera envenenadas, aunque los cronistas difieren en cual fue la especie de fruta.
El monarca sintió que las fuerzas lo abandonaban y pidió, en susurros, que lo llevasen urgentemente a León.
Moriría sin remedio tres días después en el camino de vuelta, probablemente en las inmediaciones de la ciudad portucalense de Chaves.
Su muerte puede, por tanto, ser fechada entre el 15 de noviembre, cuando signa el diploma de Lorvao, y el 19 de diciembre siguiente cuando aparece el primer documento de su hijo y sucesor, el infante Ramiro Sánchez o el rey Ramiro III [961-REY DE LEÓN, entre 966, Hasta, Destriana, 26 de junio de 985].
Tenía alrededor de 35 años de edad, y sería sepultado en la Iglesia leonesa de San Salvador de Palat de Rey, junto a su padre Ramiro II el Grande y a su medio hermano mayor Ordoño III.
Su reinado había durado unos diez años, y el abogado e historiador leonés Justiniano Rodríguez Fernández lo resumiría muy inteligentemente y de forma lapidaria: «Un reino carente de pulso vital y un monarca alumbrado por sanas ideas de gobierno, pero desprovisto de personalidad y de temple para hacerlas valer en la práctica», aunque este aserto es más que matizable.
El obispo-cronista Sampiro, relata la muerte del monarca leonés. Nacido este prelado asturicense en el año 956 y muerto en el 1041, sería obispo de Astorga-Asturica Augusta entre los años 1035-1041. Sería notario del rey Bermudo II el Gotoso de León, y mayordomo de su hijo el rey Alfonso V el de los Buenos Fueros o el Noble [c.994-REY DE LEÓN desde 999, Hasta, Viseu, 7 de agosto de 1028, de un flechazo cuando cercaba esta urbe].
–LA REINA URRACA FERNÁNDEZ DE LEÓN-
El cenotafio legionense de Alfonso V, en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León, dice: “H. IACET ADEFONSUS QUI POPVLATIT LEGIONEM…ET DEDIT BONOS FOROS ET FECIT/ECCLESIAM HANC LVTO ET LATERE. HABVIT PRAELIA CUM/SARRACENIS; ET INTERFECTUS, EST SAGITTA APUD VISEUM/PORTUGAL FUIT FILIUS VEREMUNDI ORDONII/OBIIT ERA M SEXAGESIMA QUINTA III NAS M”.
LA CRÓNICA DE SAMPIRO SOBRE LA MUERTE DEL REY SANCHO I DE LEÓN:«Et dum legatos una cum Velascone Legionensi Episcopo illuc pro pace, et ipsius corpore Sancti Pelagii, misserunt, egressus Rex Santius ex Legione venit Galletiam, et edomuit eam, usque fluvium Dorii, quo audito Gundisalvus, qui Dux erat ultra flumen illud congregato magno exercitu venit usque ad Ripam ipsius fluminis, deinde missis nuntiis, et coniuratione facta, ut exolveret tributum ex ipsa terra, quam tenebat, calidé adversum Regem, cogitans veneni pocula illi in pomo direxit, quod cum gustasset, Rex sensit cor fuum immutatum, filenter musitans, festinus caepit remeare ad Legionem, in ipso itinere die tertio vitam finivit, et Legione fecus patrem suum in Ecclesia Sancti Salvatoris sepultus fuit. Regnavit autem annos XII, Era MV».TIMEO DANAOS ET DONA FERENTIS!
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-CURRICULUM UITAE-
–HISTORIADOR DE HISTORIA-16.
-DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS ZAMORANOS “FLORIÁN DE OCAMPO”. (CSIC).
-DEL ATENEO DE VALLADOLID (CREACIÓN AÑO-1872).
-DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GERUNDENSES (CSIC).
-DE LA REAL SOCIEDAD ARQUEOLÓGICA TARRACONENSE (CSIC).
-DEL CÍRCULO CULTURAL PÉNDULO DE BAZA (UNESCO).
-DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE GRANADA Y SU REINO (CSIC).
-DEL CENTRO DE ESTUDIOS BENAVENTANOS “LEDO DEL POZO” (CSIC).
-DEL CENTRO DE ESTUDIOS FENICIOS Y PÚNICOS (CSIC).
-DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS JEREZANOS (CSIC).
-DEL ATENEO JOVELLANOS (CREACIÓN AÑO-1953).
-DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESTUDIOS CLÁSICOS (CSIC).
-DE LA ASOCIACIÓN HISPANIA NOSTRA.
-ASESOR DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL REINOS DE ESPAÑA (FEAH)
-DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESTUDIOS MEDIEVALES (CSIC).
-202 TRABAJOS DE HISTORIA PUBLICADOS.
-32 BIOGRAFÍAS DE MÚSICOS DE MÚSICA ACADÉMICA PUBLICADAS.
-105 CONFERENCIAS IMPARTIDAS SOBRE HISTORIA.
-LIBROS PUBLICADOS-
1.-EL GRAN REY ALFONSO VIII DE CASTILLA, EL DE LAS NAVAS DE TOLOSA. Editorial Alderabán/Alfonsípolis. 2012.
2.-BREVE HISTORIA DE FERNANDO EL CATÓLICO. Editorial Nowtilus. 2013.
3.-EL REY ALFONSO X EL SABIO DE LEÓN Y DE CASTILLA. SU VIDA Y SU ÉPOCA. Editorial El Lobo Sapiens/El Forastero. 2017.
4.-EL REY ALFONSO VII “EL EMPERADOR” DE LEÓN. Editorial Cultural Norte. 2018.
5.-URRACA I DE LEÓN. PRIMERA REINA Y EMPERATRIZ DE EUROPA. Editorial El Lobo Sapiens/El Forastero. 2020.
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