“Cómo ha crecido la Hermandad de Almería, qué alegría y qué gozo verla así”. Son las palabras de un miembro de la Junta Directiva de la Hermandad Matriz de Almonte durante el Rosario de Hermandades del pasado sábado 12 de noviembre. Y razón no le falta. La corporación almeriense ha dado esta Peregrinación Extraordinaria un “pasito más” y se ha hecho grande en las arenas almonteñas. Tanto el citado sábado como el domingo, día de la Eucaristía ante la Patrona de ese bendito pueblo, Almería arrastró el cortejo más numeroso de cuantas hermandades peregrinaron ese fin de semana (recordemos, Emigrantes, Manzanilla, Sabadell y Utrera). Pero, lejos de los números, Almería demostró ser una hermandad con las ideas claras y con un orden y protocolo envidiable, al alcance de muy pocas.
Todo comenzó el viernes día 11 con la entronización del Simpecado. Fue un momento especial, como siempre esperado por cientos de almerienses. La casa de hermandad se llenó para presenciar este acto que, sin duda, ha ganado al realizarse en el salón principal este recinto. El obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, presenció por primera vez de cerca el bello Simpecado de malla almeriense, algo que le “dejó prendado”, como reconoció. Después de interpretarse varias sevillanas mientras se sacó del cajón, hubo un momento especial recordando al malogrado Juan Martínez, Hermano Mayor de esta corporación fallecido recientemente. Un crespón negro, como marcan los estatutos, lució durante todo el fin de semana en la vara que porta al Simpecado. Justo después, el mismo fue trasladado hasta su capilla. Allí, el Hermano Mayor, Carlos Salvador, pronunció unas palabras de bienvenida antes de que el prelado también hiciese una pequeña reflexión ante la representación de la Virgen del Rocío para todos los almerienses. Gómez Cantero, igualmente, desveló una placa que ya preside el salón de la hermandad recordando esta primera vez que unobispo de Almería preside la Eucaristía ante la Patrona de Almonte, algo que lo emocionó visiblemente. Una convivencia con música en directo hizo las delicias de los allí presentes en esta primera noche en la aldea.
La jornada del sábado día 12 comenzó con el rezo del Ángelus tras el cual fue entronizado el Simpecado de Santander, hermandad ahijada más antigua de las tres que acompañan a Almería (junto a El Ejido y Roquetas), que por vez primera iba a participar en el Santo Rosario con su ‘Sine Labe Concepta’. Fue otro momento mágico e importante para esta corporación que lleva tantos años caminando de la mano de Almería. Ya por la tarde se celebró el citado Santo Rosario de hermandades, con un amplísimo cortejo formado por sus tres ahijadas y por los cientos de rocieros llegados desde toda la provincia. El secretario de la Hermandad Matriz de Almonte, José Miguel Saavedra, también acompañó al filial número 69. Además, una amplia representación política, con el consejero Ramón Fernández-Pacheco y la alcaldesa María del Mar Vázquez, también acompañaron a la corporación durante este Santo Rosario.
El día más esperado para todos los rocieros almerienses, con permiso del Lunes de Pentecostés, llegó en la soleada mañana del domingo día 13. Después de cuatro años, la hermandad volvería a encontrarse ante la Virgen del Rocío en su Santuario (en 2019, la Misa fue en Almonte, al igual que el pasado 2021 -2020 no se celebró por la pandemia). Esto hizo, sin duda, que el momento fuese más que especial. A las nueve y cuarto de la mañana partió el cortejo desde la casa de hermandad, ubicada en la calle de Las Hermandades. Las tres corporaciones ahijadas; la representación municipal, en la cual también participó el alcalde de Adra, Manuel Cortés, entre otros; y los propios hermanos de Almería precedieron al bendito Simpecado que hiciese Fernando Marmolejo en 1986. Dentro del Santuario aguardaban el obispo de la ciudad, Antonio Gómez Cantero, y el coro la llegada de la representación de la Virgen del Rocío. Apenas dos minutos antes, y tras más de 1.000 días, el Simpecado hizo nuevamente su entrada en el Santuario para celebrar la Eucaristía de noviembre ante la Blanca Paloma a gritos de ‘Ya está aquí Almería’. Una sensacional homilía, en la cual invitó el obispo a todos los presentes a “ser rocieros todo el año y ayudar siempre a los más desfavorecidos”, llenó de emociones a todos los allí presentes. Un año más, la ermita se quedó pequeña para acoger a los miles de almerienses, llegados en más de 70 autocares de la provincia, para presenciar esta Santa Misa. Las palabras del Hermano Mayor, Carlos Salvador Hidalgo, pusieron el punto final a este momento tan esperado.
Al llegar a la casa de hermandad, llenos de gozo y fe por el encuentro ante la Virgen del Rocío, la corporación anunció a sus pregoneros del próximo año: Enrique Herrero Peña exaltará a su querida Almería en los días previos a la Romería mientras que el vocal de Cultos, Miguel Revueltas, será el encargado de pronunciar el II Pregón Joven de la Hermandad del Rocío de Almería. La jornada concluyó con una convivencia en la casa de hermandad antes del camino de regreso hacia Almería. Además, cabe mencionar que tanto el obispo como los representantes políticos pudieron disfrutar del Museo-Tesoro de la Virgen del Rocío ubicado junto al Santuario, gracias a la gentileza de la querida Hermandad Matriz de Almonte.
Meditaciones ante el bendito Simpecado
Tras el regreso del Simpecado a nuestra ciudad, como es habitual en los últimos años, se han celebrado las Meditaciones ante el mismo. Este año, la hermandad optó por la Iglesia de Santa Teresa para realizar dichas reflexiones, al cumplir 50 años de vida. El lunes día 15 fue la entronización del ‘Sine Labe Concepta’ en una de las naves del altar mayor del templo que acoge a las hermandades de Pasión y Caridad. Allí se produjo el martes la primera meditación a cargo del párroco de Adra, José María Sánchez García, director espiritual de le hermandad durante la pasada Romería. Bajo el título ‘Mi priora hace maravillas. Santa Teresa y la Santísima Virgen María’, caló en los corazones de todos los allí presentes con su gran prosa y su transmisión.
Sergio Cañas realizó la segunda reflexión bajo el título ‘El Rocío, Madre de los Desamparados’, invitando a todos los asistentes a “ser rocieros todo el año” y a “no caer en el conformismo”. Por último, Javier Barranco realizó la última de las meditaciones, que fue cantada por distintas voces como suele ser habitual, bajo el título ‘Rezar Cantando’. Al concluir la misma tuvo lugar el solemne traslado del bendito Simpecado desde esta Parroquia de Santa Teresa, sede de la hermandad durante estos días, hasta su Iglesia de San Pedro.
El rezo de la Salve puso el punto y final a diez días de cultos, desde la celebración de la Penitencia del pasado 9, en torno al bendito Simpecado almeriense.