El hombre en su necesidad constante de progreso y avance
tecnológico, con el pasar del tiempo ha ido poco a poco despreciando
la forma de pensamiento simbólico y mítico, considerándolo como
mera fantasía de los pueblos primitivos así como contraproducentes
para su evolución.
Las culturas de los pueblos antiguos (Babilonios, Egipcios, Mayas,
entre otros) desarrollaron un complejo sistema de pensamiento
abstracto/sagrado siendo la Cábala, la Alquimia, la Astrología y El
Tarot manifestaciones que llegaron hasta nosotros, pero que aún
son consideradas por los profanos puras supersticiones. Este
conocimiento universal se expresa fundamentalmente a través de
símbolos que los iniciados están obligados a dominar ya que las
imágenes míticas otorgan la posibilidad de conexión con el sendero
sagrado y la memoria de la naturaleza, lo cual resulta totalmente
inaccesible por medio del pensamiento lógico.
entre otros) desarrollaron un complejo sistema de pensamiento
abstracto/sagrado siendo la Cábala, la Alquimia, la Astrología y El
Tarot manifestaciones que llegaron hasta nosotros, pero que aún
son consideradas por los profanos puras supersticiones. Este
conocimiento universal se expresa fundamentalmente a través de
símbolos que los iniciados están obligados a dominar ya que las
imágenes míticas otorgan la posibilidad de conexión con el sendero
sagrado y la memoria de la naturaleza, lo cual resulta totalmente
inaccesible por medio del pensamiento lógico.
Dentro de la historia de la Psicología, fue C. G. Jung quien
recuperó estos conocimientos herméticos y traduciéndolos a un
lenguaje psicológico, logró introducirlos en la cultura occidental
moderna, revalorizándolos. Su misión estuvo encaminada en
comprender las manifestaciones del inconsciente: sueños, fantasías,
visiones, alucinaciones, que apareciendo de forma aparentemente
confusa, inconexa y caótica debían encerrar un significado y un
sentido.
recuperó estos conocimientos herméticos y traduciéndolos a un
lenguaje psicológico, logró introducirlos en la cultura occidental
moderna, revalorizándolos. Su misión estuvo encaminada en
comprender las manifestaciones del inconsciente: sueños, fantasías,
visiones, alucinaciones, que apareciendo de forma aparentemente
confusa, inconexa y caótica debían encerrar un significado y un
sentido.
Es por esto que ante las imágenes que proporciona el mundo
oscuro se podrían tomar dos actitudes básicas: o dejarlas pasar de
largo –lo que significa que a la larga se seguirán presentando cada
vez con mayor fuerza y hasta bajo forma de síntoma físico- o
asumir el compromiso de trabajar con el material que presentan e
intentar darle un sentido y significado personal para integrarlo a la
conciencia. Fue esta la elección de Jung, quien, a partir de su propia
experiencia arquetípica tejió su teoría, amplificándola a través de
los años mientras recorría y vivía su mito personal. Sin saberlo,
Jung era guiado por fuerzas invisibles a cumplir un rol chamánico.
oscuro se podrían tomar dos actitudes básicas: o dejarlas pasar de
largo –lo que significa que a la larga se seguirán presentando cada
vez con mayor fuerza y hasta bajo forma de síntoma físico- o
asumir el compromiso de trabajar con el material que presentan e
intentar darle un sentido y significado personal para integrarlo a la
conciencia. Fue esta la elección de Jung, quien, a partir de su propia
experiencia arquetípica tejió su teoría, amplificándola a través de
los años mientras recorría y vivía su mito personal. Sin saberlo,
Jung era guiado por fuerzas invisibles a cumplir un rol chamánico.
En las tribus animistas, el sacerdote llamado chamán era quien
poseía la llave para penetrar en el mundo de los espíritus y así ser
mediador entre la voluntad de los dioses y los hombres. Su papel de
historiador, sanador, sabio consejero y jefe espiritual no le era
otorgado al azar. El candidato a chamán era identificado por
determinadas señales que iba mostrando a lo largo de su niñez y
pubertad, que consistían en síntomas físicos y psíquicos
particulares: aislamiento, convulsiones, visiones terroríficas,
enfermedades físicas desconocidas, lenguaje incoherente, etc. Hacia
los quince años se aislaba al candidato en una gruta y se lo sometía
a una rigurosa iniciación, la cual consistía en someterlo a pruebas
que implicaban la confrontación con el mundo de los espíritus
elementales de la naturaleza. En esta lucha cruenta si el candidato
salía victorioso los elementales lo servían como aliados e
intermediarios con otros espíritus dotándolo de poderes sanadores,
del don para interpretar sueños, la capacidad para viajar en tiempo
y espacio, la magia para adoptar formas animales diversas y el
conocimiento curador de las hierbas. Si fracasaba en la prueba, sería
vencido por estas mismas fuerzas bajo forma de muerte o
enfermedad, locura y sufrimiento constante. Hay que recalcar que
este mismo resultado era la consecuencia de rechazar la experiencia
iniciática por temor.
poseía la llave para penetrar en el mundo de los espíritus y así ser
mediador entre la voluntad de los dioses y los hombres. Su papel de
historiador, sanador, sabio consejero y jefe espiritual no le era
otorgado al azar. El candidato a chamán era identificado por
determinadas señales que iba mostrando a lo largo de su niñez y
pubertad, que consistían en síntomas físicos y psíquicos
particulares: aislamiento, convulsiones, visiones terroríficas,
enfermedades físicas desconocidas, lenguaje incoherente, etc. Hacia
los quince años se aislaba al candidato en una gruta y se lo sometía
a una rigurosa iniciación, la cual consistía en someterlo a pruebas
que implicaban la confrontación con el mundo de los espíritus
elementales de la naturaleza. En esta lucha cruenta si el candidato
salía victorioso los elementales lo servían como aliados e
intermediarios con otros espíritus dotándolo de poderes sanadores,
del don para interpretar sueños, la capacidad para viajar en tiempo
y espacio, la magia para adoptar formas animales diversas y el
conocimiento curador de las hierbas. Si fracasaba en la prueba, sería
vencido por estas mismas fuerzas bajo forma de muerte o
enfermedad, locura y sufrimiento constante. Hay que recalcar que
este mismo resultado era la consecuencia de rechazar la experiencia
iniciática por temor.
En su autobiografía Recuerdos, Sueños y Pensamientos, Jung
describe esta misma experiencia a través de la que entra en
contacto con los contenidos de sus sueños y visiones, la oscuridad y
riqueza de su psique y el enfrentamiento con sus dudas y temores,
debido a las imágenes que el inconsciente le proporcionó durante
los años 1912-1920. Fueron para Jung "la materia prima de un
trabajo que duró toda la vida". Necesitaba hallar la respuesta a las
inquietudes que las teorías y los dogmas no habían podido
ofrecerle.
describe esta misma experiencia a través de la que entra en
contacto con los contenidos de sus sueños y visiones, la oscuridad y
riqueza de su psique y el enfrentamiento con sus dudas y temores,
debido a las imágenes que el inconsciente le proporcionó durante
los años 1912-1920. Fueron para Jung "la materia prima de un
trabajo que duró toda la vida". Necesitaba hallar la respuesta a las
inquietudes que las teorías y los dogmas no habían podido
ofrecerle.
Después de la ruptura con Freud, para Jung comenzó un período
de confusión, se daba cuenta que no poseía un marco de referencia
teórico en el cual basarse, por lo que asumió una actitud de tipo
"vivencial". Trabajaba con sus pacientes sin seguir reglas
preestablecidas y trataba de ayudarlos a entender las imágenes
oníricas que éstos le proporcionaban a través de la intuición y su
propio trabajo personal de introspección. Sentía que podía obtener
ayuda de la mitología para acceder al mundo del inconsciente, sin
embargo ésta no le ofrecía mayores respuestas ya que aún no había
logrado descifrar su propio mito.
de confusión, se daba cuenta que no poseía un marco de referencia
teórico en el cual basarse, por lo que asumió una actitud de tipo
"vivencial". Trabajaba con sus pacientes sin seguir reglas
preestablecidas y trataba de ayudarlos a entender las imágenes
oníricas que éstos le proporcionaban a través de la intuición y su
propio trabajo personal de introspección. Sentía que podía obtener
ayuda de la mitología para acceder al mundo del inconsciente, sin
embargo ésta no le ofrecía mayores respuestas ya que aún no había
logrado descifrar su propio mito.
En un sueño de 1912 Jung entra en contacto con imágenes
relacionadas con muertos y con la leyenda alquímica de Hermes
Trimegisto, intenta dar significado al sueño, pero se da por vencido
pensando que lo mejor es "seguir viviendo", tratando de prestar
atención a las fantasías e imágenes que se presentarían. Otro sueño
en cuyo contenido aparecían tumbas de muertos que volvían a la
vida a medida que Jung los observaba, le sugería la existencia de
restos arcaicos inconscientes que cobran vida a través de la psique;
este contenido le sirvió posteriormente para formular su teoría
sobre los arquetipos.
relacionadas con muertos y con la leyenda alquímica de Hermes
Trimegisto, intenta dar significado al sueño, pero se da por vencido
pensando que lo mejor es "seguir viviendo", tratando de prestar
atención a las fantasías e imágenes que se presentarían. Otro sueño
en cuyo contenido aparecían tumbas de muertos que volvían a la
vida a medida que Jung los observaba, le sugería la existencia de
restos arcaicos inconscientes que cobran vida a través de la psique;
este contenido le sirvió posteriormente para formular su teoría
sobre los arquetipos.
Todo este material simbólico aportado por los sueños Jung no
lograba comprenderlo y vencer así el estado de desorientación,
sentía una gran opresión interna y llegó a pensar que sufría algún
tipo de trastorno psíquico. A través de una revisión de los
acontecimientos concretos de su vida intentó encontrar alguna
explicación a su confusión, pero siendo este camino también
infructuoso, decidió entregarse por completo al mundo del
inconsciente.
lograba comprenderlo y vencer así el estado de desorientación,
sentía una gran opresión interna y llegó a pensar que sufría algún
tipo de trastorno psíquico. A través de una revisión de los
acontecimientos concretos de su vida intentó encontrar alguna
explicación a su confusión, pero siendo este camino también
infructuoso, decidió entregarse por completo al mundo del
inconsciente.
Lo primero que recordó fue un episodio de su infancia cuando
solía construir casas y castillos con piedra y fango. Este recuerdo
sirvió de conector con su parte más genuina y creativa, por lo que
decidió revivir ese momento retomando esta actividad de
"construcción". Empezó a crear una ciudad en la cual colocó una
iglesia, pero notó que se resistía a colocar el altar. Un día,
caminando cerca del lago, encontró una pequeña piedra piramidal
de color rojo, y al verla comprendió que debía tratarse del altar. En
el momento que la colocó en su sitio, volvió a su mente el recuerdo
del falo subterráneo que había soñado de niño, y sintió un gran
alivio. Parecía que el inconsciente lo estaba guiando a la
comprensión de aquellas cosas que en el pasado no habían tenido
respuesta.
solía construir casas y castillos con piedra y fango. Este recuerdo
sirvió de conector con su parte más genuina y creativa, por lo que
decidió revivir ese momento retomando esta actividad de
"construcción". Empezó a crear una ciudad en la cual colocó una
iglesia, pero notó que se resistía a colocar el altar. Un día,
caminando cerca del lago, encontró una pequeña piedra piramidal
de color rojo, y al verla comprendió que debía tratarse del altar. En
el momento que la colocó en su sitio, volvió a su mente el recuerdo
del falo subterráneo que había soñado de niño, y sintió un gran
alivio. Parecía que el inconsciente lo estaba guiando a la
comprensión de aquellas cosas que en el pasado no habían tenido
respuesta.
A medida que realizaba esta actividad de construcción, sentía que
sus pensamientos se aclaraban y que se encontraba en el camino
adecuado para descubrir su propio mito. Desde este momento Jung
afirma que a lo largo de su vida, en los momentos de oscuridad,
recurría a la creatividad como una puerta de entrada a los
pensamientos e ideas que quería desarrollar.
sus pensamientos se aclaraban y que se encontraba en el camino
adecuado para descubrir su propio mito. Desde este momento Jung
afirma que a lo largo de su vida, en los momentos de oscuridad,
recurría a la creatividad como una puerta de entrada a los
pensamientos e ideas que quería desarrollar.
En el otoño de 1913, el sentimiento de opresión interna parecía
cobrar vida externamente a través de hechos concretos. Se le
comenzaron a presentar visiones repetitivas que profetizaban una
gran catástrofe de tipo colectivo donde predominaban contenidos de
muerte y acontecimientos de sangre, mientras que una voz interna
le aseguraba que todo lo que percibía era cierto. Jung no lograba
explicar estas visiones y llegó a pensar que estaba psicótico. Las
visiones duraron casi un año, con intervalos de meses entre unas y
otras; todas aludían al mismo contenido. En Agosto de 1914
comenzó la primera guerra mundial. En ese momento Jung
comprendió que existía una conexión entre su experiencia personal
y la colectiva, por lo que sintió la necesidad de explorar a fondo su
propia psique y comenzó a anotar todas las fantasías que le
llegaban en sus momentos de juego y construcción, cuando daba
rienda suelta a su creatividad.
cobrar vida externamente a través de hechos concretos. Se le
comenzaron a presentar visiones repetitivas que profetizaban una
gran catástrofe de tipo colectivo donde predominaban contenidos de
muerte y acontecimientos de sangre, mientras que una voz interna
le aseguraba que todo lo que percibía era cierto. Jung no lograba
explicar estas visiones y llegó a pensar que estaba psicótico. Las
visiones duraron casi un año, con intervalos de meses entre unas y
otras; todas aludían al mismo contenido. En Agosto de 1914
comenzó la primera guerra mundial. En ese momento Jung
comprendió que existía una conexión entre su experiencia personal
y la colectiva, por lo que sintió la necesidad de explorar a fondo su
propia psique y comenzó a anotar todas las fantasías que le
llegaban en sus momentos de juego y construcción, cuando daba
rienda suelta a su creatividad.
Comienza un período en el cual es invadido por toda clase de
fantasías e imágenes, afirmaba sentirse indefenso ante este mundo
difícil e incomprensible pero a la vez intuía la protección
convencido de tener que obedecer a una "voluntad superior".
Recurría a ejercicios de yoga para dominar sus emociones y
encontrar calma para así sumergirse de nuevo en su
enfrentamiento con el inconsciente. Traducía sus emociones en
imágenes, en un intento por entenderlas y no ser poseído por ellas.
Esta vivencia le sirvió de herramienta para el proceso terapéutico,
es decir: no quedarse en la emoción sino llegar a las imágenes
subyacentes.
fantasías e imágenes, afirmaba sentirse indefenso ante este mundo
difícil e incomprensible pero a la vez intuía la protección
convencido de tener que obedecer a una "voluntad superior".
Recurría a ejercicios de yoga para dominar sus emociones y
encontrar calma para así sumergirse de nuevo en su
enfrentamiento con el inconsciente. Traducía sus emociones en
imágenes, en un intento por entenderlas y no ser poseído por ellas.
Esta vivencia le sirvió de herramienta para el proceso terapéutico,
es decir: no quedarse en la emoción sino llegar a las imágenes
subyacentes.
Jung concebía este choque con el inconsciente como un
experimento científico sobre sí mismo, donde las mayores
dificultades radicaban en el dominio de sus sentimientos negativos
así como en la incomprensión del material que surgía de su psique,
lo que le producía resistencia, oposición y temor. Temía perder el
control y ser poseído por los contenidos del inconsciente, pero al
mismo tiempo sabía que no podía pretender que sus pacientes
hicieran aquello que él no podía hacer consigo mismo. A pesar que
consideraba una experiencia penosa someterse a esto, sentía que el
destino se lo exigía. Obtenía las fuerzas para enfrentarse en esta
lucha en la idea que no era sólo por su bien, sino por el de sus
pacientes. Por otro lado, la familia y la actividad profesional fueron
ingredientes indispensables para ayudar a Jung en todo este
proceso. Ambas le recordaban que era un hombre común. El mundo
real y cotidiano complementaba su extraño mundo interior y
representaba la garantía de su normalidad. Jung afirma que esto
marcó la diferencia entre él y Nietzsche, quien había perdido el
contacto con la realidad y vivía sumergido en su mundo interno
caótico.
experimento científico sobre sí mismo, donde las mayores
dificultades radicaban en el dominio de sus sentimientos negativos
así como en la incomprensión del material que surgía de su psique,
lo que le producía resistencia, oposición y temor. Temía perder el
control y ser poseído por los contenidos del inconsciente, pero al
mismo tiempo sabía que no podía pretender que sus pacientes
hicieran aquello que él no podía hacer consigo mismo. A pesar que
consideraba una experiencia penosa someterse a esto, sentía que el
destino se lo exigía. Obtenía las fuerzas para enfrentarse en esta
lucha en la idea que no era sólo por su bien, sino por el de sus
pacientes. Por otro lado, la familia y la actividad profesional fueron
ingredientes indispensables para ayudar a Jung en todo este
proceso. Ambas le recordaban que era un hombre común. El mundo
real y cotidiano complementaba su extraño mundo interior y
representaba la garantía de su normalidad. Jung afirma que esto
marcó la diferencia entre él y Nietzsche, quien había perdido el
contacto con la realidad y vivía sumergido en su mundo interno
caótico.
Surgieron entonces dos imágenes importantes. La primera aludía
a transformación, muerte y renacimiento, mientras que la segunda
le sugería que debía dejar de identificarse con el héroe, aniquilar su
actitud consciente y apartar la voluntad. Es decir, abandonar las
demandas del Ego para poder acceder a la conciencia transpersonal.
a transformación, muerte y renacimiento, mientras que la segunda
le sugería que debía dejar de identificarse con el héroe, aniquilar su
actitud consciente y apartar la voluntad. Es decir, abandonar las
demandas del Ego para poder acceder a la conciencia transpersonal.
En otra imagen encontraba a dos figuras bíblicas: Elías y Salomé –
acompañadas por una serpiente negra- quienes afirmaban que
pertenecían a la eternidad. Jung interpretó estas figuras como la
personificación de Logos y Eros. Sin embargo sentía que esta era
una explicación demasiado intelectual por lo que prefirió pensar
que eran la manifestación de procesos profundos del inconsciente.
acompañadas por una serpiente negra- quienes afirmaban que
pertenecían a la eternidad. Jung interpretó estas figuras como la
personificación de Logos y Eros. Sin embargo sentía que esta era
una explicación demasiado intelectual por lo que prefirió pensar
que eran la manifestación de procesos profundos del inconsciente.
Posteriormente aparecería en sueño otra figura llamada por Jung
"Filemón". Era un viejo con cuernos y alas de martín pescador, que
llevaba consigo 4 llaves. Con él, Jung conversaba y Filemón le decía
cosas que le eran desconocidas, le enseñó la "objetividad psíquica",
lo que ayudó a Jung a distinguir entre sí mismo y los objetos de sus
pensamientos. Para Jung esta imagen representaba una inteligencia
superior, un gurú espiritual que le comunicaba pensamientos
iluminados. Más tarde surgió la imagen de "Ka" quien representaba
una especie de demonio de la tierra, un espíritu de la naturaleza,
que en cierta medida complementaba la figura de Filemón.
"Filemón". Era un viejo con cuernos y alas de martín pescador, que
llevaba consigo 4 llaves. Con él, Jung conversaba y Filemón le decía
cosas que le eran desconocidas, le enseñó la "objetividad psíquica",
lo que ayudó a Jung a distinguir entre sí mismo y los objetos de sus
pensamientos. Para Jung esta imagen representaba una inteligencia
superior, un gurú espiritual que le comunicaba pensamientos
iluminados. Más tarde surgió la imagen de "Ka" quien representaba
una especie de demonio de la tierra, un espíritu de la naturaleza,
que en cierta medida complementaba la figura de Filemón.
Mientras Jung anotaba sus fantasías, se preguntaba qué era en
realidad lo que estaba haciendo, ya que ciertamente no se trataba
de ciencia. Una voz femenina que provenía de su interior -que Jung
asociaba con la voz de una de sus pacientes- le respondió que "era
arte". Él se oponía a pensar que fuera arte, sin embargo dejó fluir a
esta "mujer interior", aunque se sentía asustado ante esta presencia
desconocida. La llamó "anima", refiriéndose a la figura interna
femenina arquetípica del hombre, mientras que el "animus"
representaba la figura masculina. Describió los aspectos negativos
del "anima" como seducción, astucia y ambigüedad pero con la
cualidad de ser la mediadora entre la conciencia y el inconsciente.
Jung afirma que durante años se sirvió de su "anima" para acceder
a los contenidos de su inconsciente, mientras que en su vejez ya no
recurría a ella porque lograba captar estos contenidos de forma
directa.
realidad lo que estaba haciendo, ya que ciertamente no se trataba
de ciencia. Una voz femenina que provenía de su interior -que Jung
asociaba con la voz de una de sus pacientes- le respondió que "era
arte". Él se oponía a pensar que fuera arte, sin embargo dejó fluir a
esta "mujer interior", aunque se sentía asustado ante esta presencia
desconocida. La llamó "anima", refiriéndose a la figura interna
femenina arquetípica del hombre, mientras que el "animus"
representaba la figura masculina. Describió los aspectos negativos
del "anima" como seducción, astucia y ambigüedad pero con la
cualidad de ser la mediadora entre la conciencia y el inconsciente.
Jung afirma que durante años se sirvió de su "anima" para acceder
a los contenidos de su inconsciente, mientras que en su vejez ya no
recurría a ella porque lograba captar estos contenidos de forma
directa.
A través de su "anima", Jung lograba establecer un diálogo con el
inconsciente, acceder a los contenidos del mismo y disminuir la
autonomía que ejercía sobre su persona. El poder que tenían las
imágenes se volvió menos violento. Ya no había un asalto del
inconsciente hacia la conciencia, sino que se establecía un
intercambio dinámico creativo.
inconsciente, acceder a los contenidos del mismo y disminuir la
autonomía que ejercía sobre su persona. El poder que tenían las
imágenes se volvió menos violento. Ya no había un asalto del
inconsciente hacia la conciencia, sino que se establecía un
intercambio dinámico creativo.
Estas fantasías Jung las escribió en el "Libro Negro" y
posteriormente en el "Libro Rojo", en el cual se encuentran sus
mandalas y las ilustraciones realizadas por él mismo. Sin embargo
sentía que no lograba poner en palabras aquello que
experimentaba, por lo que prefirió dedicarse en profundidad a la
comprensión de las imágenes para así sacar conclusiones concretas
de los mensajes que el inconsciente le sugería. Esta fue la tarea de
su vida, ya que sentía una responsabilidad moral. Afirmaba que el
hombre no puede limitarse a ver surgir las imágenes y
sorprenderse ante ellas, debe comprenderlas porque de otro modo
está condenado a vivir de forma incompleta. "Es grande la
responsabilidad humana ante las imágenes del inconsciente".
posteriormente en el "Libro Rojo", en el cual se encuentran sus
mandalas y las ilustraciones realizadas por él mismo. Sin embargo
sentía que no lograba poner en palabras aquello que
experimentaba, por lo que prefirió dedicarse en profundidad a la
comprensión de las imágenes para así sacar conclusiones concretas
de los mensajes que el inconsciente le sugería. Esta fue la tarea de
su vida, ya que sentía una responsabilidad moral. Afirmaba que el
hombre no puede limitarse a ver surgir las imágenes y
sorprenderse ante ellas, debe comprenderlas porque de otro modo
está condenado a vivir de forma incompleta. "Es grande la
responsabilidad humana ante las imágenes del inconsciente".
En 1916 Jung experimenta una nueva visión: su alma volaba
fuera de él, lo que interpretó como la posibilidad de conectarse con
la tierra de los muertos, de los antepasados o del inconsciente
colectivo. Poco después de esta visión percibía la presencia de
espíritus que habitaban la casa -también sus hijos los percibían-,
hasta que una tarde los espíritus tocaron el timbre gritando
"Regresamos de Jerusalén, donde no encontramos aquello que
buscábamos". Jung entonces escribe durante tres noches los
"Septem Sermones ad Mortuos" y posteriormente los espíritus
desaparecieron. Afirma que esta experiencia debía ser tomada por
lo que fue: la manifestación externa de un estado emotivo favorable
a la aparición de fenómenos parapsicológicos. La evasión de su alma
lo había conectado con los espíritus. Estos escritos, que son diálogos
con los muertos, Jung los considera una preparación de aquello que
debía comunicar al mundo acerca del inconsciente y sus contenidos.
fuera de él, lo que interpretó como la posibilidad de conectarse con
la tierra de los muertos, de los antepasados o del inconsciente
colectivo. Poco después de esta visión percibía la presencia de
espíritus que habitaban la casa -también sus hijos los percibían-,
hasta que una tarde los espíritus tocaron el timbre gritando
"Regresamos de Jerusalén, donde no encontramos aquello que
buscábamos". Jung entonces escribe durante tres noches los
"Septem Sermones ad Mortuos" y posteriormente los espíritus
desaparecieron. Afirma que esta experiencia debía ser tomada por
lo que fue: la manifestación externa de un estado emotivo favorable
a la aparición de fenómenos parapsicológicos. La evasión de su alma
lo había conectado con los espíritus. Estos escritos, que son diálogos
con los muertos, Jung los considera una preparación de aquello que
debía comunicar al mundo acerca del inconsciente y sus contenidos.
En este periodo Jung se encuentra frente a una encrucijada: o
seguir aquello que le dictaba su mundo interno, o continuar con su
profesión académica. Consideraba que no podía seguir enseñando a
los estudiantes cuando en su interior había sólo dudas. Decide
entonces dejar su puesto como docente en la universidad porque
"sentía que me estaba ocurriendo algo grandioso", y él necesitaba
descubrirlo o entenderlo antes de poder compartirlo públicamente.
Como consecuencia de esta decisión, inicia un período de soledad ya
que no puede compartir sus pensamientos con los demás: no lo
hubieran comprendido. Ni siquiera él lograba entender las
contradicciones entre su mundo interno y el externo. Sólo cuando
pudiera demostrar que los contenidos psíquicos eran reales y
colectivos, entonces, en ese momento podría comunicar su nueva
visión sobre la psique. El riesgo era grande, ya que si no lo
comprendían quedaría totalmente aislado.
seguir aquello que le dictaba su mundo interno, o continuar con su
profesión académica. Consideraba que no podía seguir enseñando a
los estudiantes cuando en su interior había sólo dudas. Decide
entonces dejar su puesto como docente en la universidad porque
"sentía que me estaba ocurriendo algo grandioso", y él necesitaba
descubrirlo o entenderlo antes de poder compartirlo públicamente.
Como consecuencia de esta decisión, inicia un período de soledad ya
que no puede compartir sus pensamientos con los demás: no lo
hubieran comprendido. Ni siquiera él lograba entender las
contradicciones entre su mundo interno y el externo. Sólo cuando
pudiera demostrar que los contenidos psíquicos eran reales y
colectivos, entonces, en ese momento podría comunicar su nueva
visión sobre la psique. El riesgo era grande, ya que si no lo
comprendían quedaría totalmente aislado.
Entre los años de 1918-19 empezó a salir de la oscuridad en la
que se hallaba, y esto lo atribuyó a dos factores: por un lado, se
distanció se la voz femenina que quería convencerlo que sus
fantasías eran de valor artístico y por otro, comenzó a comprender
los mandalas. Todos los días dibujaba pequeñas figuras circulares a
través de las cuales observaba sus transformaciones psíquicas. Las
consideraba la totalidad del "Self". A medida que las dibujaba se
planteaba la finalidad de esta actividad, pero sabía que no podía
comprender el significado a priori, sino a través del proceso en sí.
Se daba cuenta que el desarrollo de la psique no era un proceso
lineal sino circular, que "todo tiende hacia el centro". Esta certeza le
permitió encontrar paz interior y estabilidad. Era como si él mismo
estuviera encontrando su propio centro.
que se hallaba, y esto lo atribuyó a dos factores: por un lado, se
distanció se la voz femenina que quería convencerlo que sus
fantasías eran de valor artístico y por otro, comenzó a comprender
los mandalas. Todos los días dibujaba pequeñas figuras circulares a
través de las cuales observaba sus transformaciones psíquicas. Las
consideraba la totalidad del "Self". A medida que las dibujaba se
planteaba la finalidad de esta actividad, pero sabía que no podía
comprender el significado a priori, sino a través del proceso en sí.
Se daba cuenta que el desarrollo de la psique no era un proceso
lineal sino circular, que "todo tiende hacia el centro". Esta certeza le
permitió encontrar paz interior y estabilidad. Era como si él mismo
estuviera encontrando su propio centro.
En 1927 tuvo un sueño que confirmaba esta idea y lo representó
a través de un mandala que tituló "Ventana hacia la Eternidad". En
el sueño Jung se encontraba en una ciudad de forma circular, en un
ambiente nublado y oscuro, en compañía de algunos suizos. A pesar
de este ambiente opaco, en el centro de la ciudad había una plaza
con una pequeña isla en el centro donde se hallaba un árbol de
magnolias que tenía luz propia. Sólo Jung había notado esta
presencia de luminosidad, y entonces comprendió que esa era la
meta. Respecto a este sueño Jung afirma " El centro es la meta y
todo se dirige hacia el centro. Gracias a este sueño comprendí que el
"Self" es el principio y el arquetipo de la orientación y del
significado… reconocerlo para mí quiso decir tener la intuición
inicial de mi propio mito”.
a través de un mandala que tituló "Ventana hacia la Eternidad". En
el sueño Jung se encontraba en una ciudad de forma circular, en un
ambiente nublado y oscuro, en compañía de algunos suizos. A pesar
de este ambiente opaco, en el centro de la ciudad había una plaza
con una pequeña isla en el centro donde se hallaba un árbol de
magnolias que tenía luz propia. Sólo Jung había notado esta
presencia de luminosidad, y entonces comprendió que esa era la
meta. Respecto a este sueño Jung afirma " El centro es la meta y
todo se dirige hacia el centro. Gracias a este sueño comprendí que el
"Self" es el principio y el arquetipo de la orientación y del
significado… reconocerlo para mí quiso decir tener la intuición
inicial de mi propio mito”.
Sin esta imagen hubiera perdido la orientación y abandonado el
camino que había iniciado, después de tanta oscuridad dicha imagen
debía concebirse como un "acto de gracia", como la manifestación de
lo numinoso.
camino que había iniciado, después de tanta oscuridad dicha imagen
debía concebirse como un "acto de gracia", como la manifestación de
lo numinoso.
Al año siguiente dibujó otro mandala que tenía un castillo de oro
en el centro, la forma y los colores le sugerían un estilo chino. De
manera sincrónica R. Wilhelm le enviaba una carta con un
manuscrito de un tratado de alquimia taoísta titulado "El misterio
de la flor de oro". Esta coincidencia ayudó a Jung a salir de su
soledad, ya que le daba la esperanza que existían personas con las
cuales podía tener afinidad y compartir sus ideas.
en el centro, la forma y los colores le sugerían un estilo chino. De
manera sincrónica R. Wilhelm le enviaba una carta con un
manuscrito de un tratado de alquimia taoísta titulado "El misterio
de la flor de oro". Esta coincidencia ayudó a Jung a salir de su
soledad, ya que le daba la esperanza que existían personas con las
cuales podía tener afinidad y compartir sus ideas.
Para Jung estos fueron los años más importantes de su vida: sin
cortar los lazos con su realidad de hombre común y a pesar de la
soledad, tomó el riesgo de sumergirse en su propia oscuridad
tratando de encontrarle un significado y una finalidad a todo
aquello que experimentaba. Asumió la responsabilidad de analizar
y comprender el material que el inconsciente le proporcionaba y
fue en la búsqueda de su propio mito.
cortar los lazos con su realidad de hombre común y a pesar de la
soledad, tomó el riesgo de sumergirse en su propia oscuridad
tratando de encontrarle un significado y una finalidad a todo
aquello que experimentaba. Asumió la responsabilidad de analizar
y comprender el material que el inconsciente le proporcionaba y
fue en la búsqueda de su propio mito.