El acuífero del Río Aguas es el más sobreexplotado de Andalucía
El último oasis de Europa se muere. Los ecologistas culpan al regadío intensivo de cientos de miles de olivos plantados en el desierto de Tabernas
Han denunciado la situación al Tribunal Europeo de los Derechos de la Naturaleza, que verá la causa el próximo 7 de noviembre en Bonn, convocándose una manifestación de apoyo este sábado 4 en Almería a las siete de la tarde.
Varios municipios afectados por la sequía que afecta a una comarca de unos 35.000 habitantes
El gobierno central indica que no tomará medidas hasta el marco de los años 2020 a 2027. La Junta de Andalucía reconoce que han aumentado las sanciones y sellados de pozos ilegales
El acuífero del Río Aguas (Sorbas) está considerado como el más sobreexplotado de Andalucía, aunque nunca ha sido declarado oficialmente ni reconocido como tal. Se estima que se extrae de él un 300% más de agua de lo que se recarga, incluso hay quien aumenta la cifra hasta más del 400%. Está situado en una zona desértica, junto al paraje natural del karst de yesos de Sorbas, una zona comunitaria protegida medioambientalmente por la legislación europea, “con más de 1.000 cavidades, en su mayor parte interconectadas, un espectacular y diverso universo de formaciones cristalinas: estalactitas, estalagmitas, columnas y corales, su enorme valor didáctico y científico y su gran interés espeleológico lo han convertido en uno de los karst en yesos más importantes del mundo, una de las joyas geológicas del planeta”. Aporta agua al único oasis de Europa, que puede desaparecer por sequía en apenas un lustro, como máximo, según los especialistas, quienes culpan de la situación a la plantación de cientos de miles de olivos en el cercano desierto de Tabernas que son regados de forma intensiva. El gobierno central ha admitido la dramática situación pero contestado que solamente tomará medidas en el marco del período 2022-2027.
En este sentido el departamento de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha matizado que a pesar de las respuestas dadas en el congreso de los Diputados, posponiendo la actuación más allá del 2027, se están impulsando todas las gestiones directas del gobierno andaluz y todas las iniciativas políticas necesarias a nivel parlamentario, andaluz y estatal, para lograr recursos financieros por parte de la administración estatal que tiene encomendados los trabajos (2º grupos de la Desaladora de Caboneras y las Conducciones Venta del Pobre-Tabernas) en el Plan Hidrológico vigente, exigiendo que dicha consignación se realice de manera urgente, en los presupuestos de 2018, y que su tramitación se realice con todos los controles de prevención ambiental necesarios y ejecutando las medidas correctoras y compensatorias que procedan.
“Iniciativas todas ellas tendentes a lograr llevar los recurso hídricos complementarios, agua desalada y regenerada, a los agronegocios ya existentes que los necesitan para mantener su viabilidad, y que estos agro negocios puedan llegar a abandonar de manera absoluta las extracciones, al objeto de procurar una pronta recuperación del estado de conservación de la masa de agua y todos los valores paisajísticos, ambientales y etno culturales que a ella se vinculan”, ha contestado a este diario.
La Junta de Andalucía ha ido otorgando a lo largo de los años continuos permisos para los cultivos y los regadíos. El asunto llegaba a los tribunales cuando el almeriense Grupo Ecologista Mediterráneo GEM denunciaba ante la Fiscalía a la empresa latifundista que promovió el uso del suelo a agrícola para poder plantar los millonarios olivos. Ahora los ecologistas han acudido a Europa al no lograr respuesta de las autoridades ni andaluzas ni hispanas. En este sentido el próximo 4 de noviembre está previsto que se vea el caso en el Tribunal Europeo de los Derechos de la Naturaleza, en Bonn, la antigua capital de la república federal germana, convocándose una manifestación en apoyo a la causa ecologista.
La Junta de Andalucía se defiende. Afirma que han aumentado las sanciones y la vigilancia a quienes utilizan mal el agua. Medio Ambiente argumenta que “las plantaciones con diferente nivel de intensidad de olivos del corredor Tabernas-Sorbas a las que constantemente se alude, no se sitúan como se suele afirmar en uno de los lugares semiárido-desérticos más singulares de Europa y en ningún caso se sitúan dentro del ámbito del Paraje Natural del Karst en Yesos de Sorbas, que es donde se ubica el manantial de los Molinos del Rio Aguas, y tampoco han destrozado la cobertura vegetal preexistente y en ningún caso que como consecuencia de ello pueda desaparecer uno de los paisajes más singulares de Europa y toda una agricultura tradicional ligada al medio ambiente y su sostenibilidad”, mantiene un portavoz oficial gubernamental andaluz.
Según ha explicado el activista Jorge Blanco, miembro del proyecto internacional ‘Sunseed Tecnología del Desierto’, “la situación es crítica. Actualmente entran en el acuífero anualmente 5,6 hectómetros cúbicos (5.600 millones de litros de agua), pero se está extrayendo hasta 28 hectómetros cúbicos al año (28.000 millones de litros, lo que significa un déficit anual de 22,6 Hm3. El acuífero se está secando y le queda un año, dos, cinco años…” Un hectómetro cúbico son mil millones de litros de agua, es decir, un gigalitro.
Se trata de cifras astronómicas de líquido elemento subterráneo en un paraje desértico, habiéndose encendido todas las alarmas, no solamente por la sobreexplotación para regar cientos de miles de olivos, sino por la aparición de radioactividad en las zonas más profundas del acuífero, que se extiende a la superficie. Y hablamos del único oasis de Europa, tardando cientos de años la recarga de su agua subterránea.
Las autoridades responden que la solución está en hacer llegar a la desértica zona agua de la desaladora de Carboneras. Según Jorge Blanco esta solución es inviable puesto que habría que elevar el agua hasta una altura de 400 metros, lo que supondría hacer pozos de una profundidad de 1,5 kilómetros. Además, el coste de la operación supondría unos 57 millones de euros, obra ya rechazada tanto por la mercantil pública Acuamed (Aguas de la Cuenca Mediterránea, con su cúpula directiva judicializada por presuntos casos de corrupción) como por empresas privadas por su megalomanía.
Esta fuente, en una reciente conferencia ofrecida en la sede almeriense del sindicato CNT, mostraba un documento que recogía que “el consejero de Medio Ambiente andaluz, José Fiscal, decía que se pretende hacer llegar agua desalada al entorno del desierto de Tabernas, pero se reconoce sin embargo en la ley del plan de ordenación de los recursos del karst de yesos de Sorbas que Medio Ambiente redacta, que en el caso de los tipos de hábitats áridos resultaría muy crítica la llegada de agua desalada al entorno del desierto de Tabernas porque resultaría una gran presión agrícola e incluso urbanística sobre el espacio”. Blanco resumía que “el consejero cuando redacta las leyes se levanta con el pie derecho y cuando pretende buscar soluciones con el izquierdo”.
Para defender el todavía paraíso del oasis del Río Aguas, se ha creado la plataforma en defensa del agua Acuíferos Vivos, presidida por el profesor de Geodinámica e Hidrogeología de la Universidad de Almería UAL, José María Calaforra, quien ha denunciado que “no se cumple la ley de Aguas, que dice que en circunstancias de sequía o de sobreexplotación grave de acuíferos, el gobierno mediante decretos del consejo de ministros puede tomar determinadas medidas para que el dominio hidráulico público y privado pueda ser modificado, pero aquí históricamente se han dado concesiones a todo el que levantaba la mano, se daban sin criterio. Cada vez se saca más agua y sin embargo los euros de la productividad real por kilo agrícola producido siguen descendiendo. Durante las dos, tres o cuatro últimas décadas no ha habido ninguna planificación hidrológica en Almería”.
La Junta de Andalucía manifiesta que se ha desarrollado una revisión detallada de todos los títulos de aguas, otorgados en décadas pasadas por la Administración General del Estado, pero reconoce que “se pone de manifiesto la existencia de una importante sobretitulación en la masa de agua subterránea, en el sentido de que los volúmenes de extracciones autorizados en el pasado suponen más de tres veces el volumen de agua que el vigente Plan Hidrológico 2015-2021, estima como recurso disponible. Una sobretitulación en la que encuentra soporte la puesta en regadío e intensificación de las áreas agrícolas preexistentes para los cultivos de olivar y almendro impulsados en lo que va de siglo XXI en el corredor Tabernas-Sorbas”.
Se ha puesto en marcha un programa de inspecciones extraordinario e intensivo centrado en los grandes consumidores de recursos hídricos, realizado en el segundo semestre de 2016, cuyo resultado concreto establece que se han inspeccionado 44 explotaciones agrarias en las que se han localizado e inspeccionado 242 sondeos para la extracción de aguas subterráneas. La superficie objeto de inspección ha sido de 5130 hectáreas en las que se ha comprobado que actualmente se están regando 4559 hectáreas. También ha habido sanciones y sellado de pozos.
“Se ha analizado técnica y jurídicamente la más que diversa casuística encontrada que determina la existencia de captaciones sin título – en las que está ordenando su sellado -, de captaciones con título en las que las extracciones exceden los caudales autorizados – se están sancionado estos volúmenes extraídos por encima de los autorizados – y de captaciones con título que incumplen otras determinaciones de la resolución – que se sancionan en función de la infracción detectada-.
“En 2017 se han tramitado como resultado de las inspecciones y análisis técnico-jurídicos, un elevado número de expedientes sancionadores, más de quince resueltos con propuestas de sanción remitidas. La Junta de Andalucía ha resuelto autorizar las infraestructuras necesarias para garantizar el abastecimiento a la población y subsanar los problemas hidrológico-ambientales de la masa de agua, de acuerdo a las directrices establecidas en el vigente Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas 2015-2021, para lo que es obligatoria e imprescindible la inversión activa de las administraciones competentes”.