La coordinadora provincial de Izquierda Unida en Almería, Rosalía Martín, considera “inaceptables” las medidas de ajuste anunciadas hoy por el Gobierno central “porque van a pasar factura a los de siempre, a los trabajadores, a los empleados públicos, a los jóvenes y a las mujeres. No hay ni una sola medida para que paguen los poderosos, que son los que han generado la crisis económica”.
Para Martín las medidas de Zapatero no son ni las necesarias ni las convenientes. Hay otras formas de combatir el déficit Se pueden aumentar los ingresos del Estado haciendo pagar a los que más tienen.
Resulta indignante que haya que congelar las pensiones mientras un alto directivo de la Banca se va a jubilar con 87 millones de euros de pensión. No es aceptable que se reduzca el salario a los empleados públicos (muchos de ellos mileuristas) mientras en muchas instituciones, empresas públicas y otros organismos hay salarios que multiplican el del presidente del Gobierno. Otra cuestión sería restaurar el impuesto de patrimonio, “hay muchas soluciones desde la izquierda a esta crisis, pero no entregaremos la economía y los servicios sociales del país al capital financiero como ha propuesto el PSOE”, matiza la coordinadora almeriense.
Para IU “el gobierno ha traspasado todos los límites y la ciudadanía tiene que pararle los pies con una protesta masiva ante los recortes sociales, una huelga general que Almería debe apoyar, una provincia tan castigada por el paro y la crisis no puede cruzarse de brazos ante la cada vez más grave pérdida de poder adquisitivo”.
Frente a estas propuestas del gobierno Zapatero IU quiere recordar que ya presentó otras que fueron rechazadas por el PSOE y que buscaban que el trabajador no cargase con esta crisis. Propuestas entre las que pueden destacarse un Plan de Lucha contra la Economía Sumergida o una reforma fiscal progresiva que sitúe la contribución fiscal en la media de la UE sobre la base de ‘que pague más quien más tiene y más gana’.
Izquierda Unida considera que cualquier reducción del gasto público es contradictoria con los objetivos de estimulo de la demanda que son imprescindibles en una situación de crisis económica como la actual. La conveniente limitación del déficit no puede obtenerse por la vía del recorte del gasto, sino mediante mecanismos de incremento de los ingresos.
Asimismo, Izquierda Unida se opone radicalmente a la reducción del salario de los empleados públicos y a su congelación., excepto los altos cargos y los cargos de confianza, así como a la reducción de departamentos o la disminución del sector público empresarial. En este caso, las reducciones sólo sirven para que la actividad sea desarrollada por el sector privado, con mayores costes y un control inexistente de la eficiencia del gasto.