Para celebrar el Día de Mundial del Clima (26 de marzo), desde Ingram Micro quieren dar a conocer las soluciones que se pueden llevar a cabo para que la Inteligencia Artificial sea más sostenible y respetuosa con el medioambiente.
En la actualidad, se están produciendo una serie de mejoras e innovaciones tecnológicas enfocadas en ayudar al conjunto de la sociedad, tanto a nivel personal como laboral. Una de las más conocida e importante es la Inteligencia Artificial (IA), siendo la protagonista de una auténtica revolución económica y social a nivel nacional e internacional. Son muchos los beneficios que supone ésta, pero también ha llegado acompañada de alguna contrapartida más negativa, especialmente para el medioambiente.
Beneficios de la IA en nuestro entorno natural
La IA es capaz de ayudar mucho a nuestro planeta, especialmente si hablamos de la mejora que puede implementar en la eficiencia energética, la agricultura de precisión, y la predicción y gestión del tráfico.
Se convierte en guardiana de la energía, el agua y los residuos, optimizando sus usos, detectando fugas, reduciendo y controlando sus usos, e incluso identificando nuevas oportunidades de mejora. Puede ser fundamental también en el control de la contaminación, rastreando las fuentes y controlando las emisiones, siempre de manera sencilla y efectiva, todo ello sin pasar por alto su función predictiva, consecuencia de analizar una gran cantidad de datos, que podría alertarnos de posibles desastres naturales.
Contaminación actual de la IA
Tanto por gasto energético que demanda como por la infraestructura física que requiere, como son los centros de datos, procesadores y otros equipos informáticos especializados, actualmente los datos de contaminación que genera la IA son significativos. Se calcula que entre el 1 y el 1,5% de la demanda total de electricidad a nivel mundial procede de estos centros de datos. De hecho, según un estudio de la Universidad de Massachusetts, el entrenamiento de grandes modelos de IA puede emitir más de 284.000 kg de dióxido de carbono (lo que supone casi cinco veces las emisiones generadas durante la vida útil de un coche estadounidense medio, incluida también su fabricación).
Es por ello que desde las grandes compañías tecnológicas como Ingram Micro, debemos liderar y crear un futuro tecnológico más ecológico. Se logrará invirtiendo en investigación y desarrollo de tecnologías sostenibles, así como educando y empoderando a nuestros clientes y socios sobre las mejores prácticas en sostenibilidad en diferentes campos, como es el caso de la IA.
Una IA más sostenible
Para conseguir que el futuro de la IA sea verde, debemos servirnos del uso de las energías renovables para estos centros de datos, para que se alimenten exclusivamente de energías sostenibles y dejar de consumir las generadas de manera más contaminante e irrespetuosa para el medioambiente.
Otro punto a mejorar de cara a la sostenibilidad, sería la refrigeración de estos centros. Podría realizarse mediante la refrigeración con circuitos cerrados de agua, logrando así una temperatura adecuada para su correcto funcionamiento, pero rebajando los efectos negativos para el planeta.
Por último, es primordial la inversión en tecnologías que conviertan a la IA y otras innovaciones y desarrollos tecnológicos en sostenibles, sin renunciar a la innovación, para obtener todos los beneficios de esta herramienta, pero sin sufrir por sus consecuencias medioambientales negativas.
Alberto Pascual, Director Ejecutivo de Ingram Micro Iberia