El Ingreso Mínimo Vital (IMV), si se hubiese querido hacer y gestionar bien, es una muy buena medida para reducir los datos de pobreza en el estado español y lograr que no haya ningún hogar sin ingresos… pero se ha hecho mal y se está gestionando peor.
¿Es verdaderamente un Ingreso Minino Vital? Pues si, si que lo es porque llega realmente a miles de beneficiarios pero no es el mejor IMV POSIBLE porque no llega a todas las personas que lo necesitan, ni siquiera a todos los hogares sin ningún ingreso.
Poniendo un ejemplo, es como si cogemos un poco de arroz, le echamos dos mejillones y unos guisantes y decimos que eso ya es una paella. Tal vez lo sea pero se puede hacer muchísimo mejor. Algo similar ocurre con el IMV.
Lo digo bien alto: El actual IMV se ha hecho mal de manera INTENCIONADA porque al redactar esos sibilinos requisitos cualquier persona con un poco de sensatez, coherencia y sentido común se daría cuenta que iban a dejar fuera a muchos solicitantes, y Escrivá y su equipo de asesores de tontos no tienen un pelo y redactaron esos requisitos sabiendo que iban a dejar fuera a muchas personas.
Para no enfadar a la ministra de Economía Nadia Calviño, no querían excederse de un presupuesto de 500 millones para el año 2020 y de 3.200 millones en 2021. Y es por ese motivo que ahora el ministro Escrivá dice tan pancho que actualmente se ha dado a 330.000 hogares (de los cuales bastantes de ellos perciben cantidades insignificantes aunque la media sea de 448 euros) y que cuando hablaban de llegar a 850.000 hogares se referían ¡ AL FINAL DE LEGISLATURA ! (Lo podían haber dicho claramente desde el 29 de mayo de 2020 en el acto de presentación del Decreto).
Mejorar el IMV se está comprobando que tampoco urge a nuestros gobernantes. Lo prueba que el proyecto de ley del IMV lleva ocho meses bloqueado en el Congreso ¿Quién lo bloquea? Pues el PSOE siguiendo las instrucciones y sugerencias del Sr.Escrivá (ese ministro que presume y se jacta de ser independiente, de no ser socialista).
Si quieren nuestros gobernantes, o desde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, se puede mejorar mucho el IMV: Bastaría con reducir o simplificar requisitos (como ese de mirar los ingresos del año anterior sin tener en cuenta los ingresos de los últimos meses), suprimir trámites administrativos, volver a la atención presencial sin cita previa (sin tener que desesperarse al teléfono para conseguir una cita presencial para dentro de varias semanas en la Seguridad Social) y sobretodo aumentar el presupuesto para hacer que llegue a esos 850.000 hogares (incluso más).
¿Tan difícil es tener unos ministros que antepongan el bienestar de las personas y el derecho a una vida digna al coste económico de hacerlo posible?
Joaquín García Martín
Presidente Asociación Víctimas del Paro.