{mosimage}Me alegra que Don Juan se haya decidido a cultivar sus potenciales estéticos, lástima que haya sido tarde para evitar una de las mayores aberraciones estéticas, arquitectónicas y medioambientales que se han perpetrado en nuestra ciudad.
Por otro lado tenemos que agradecer a la “crisis inmobiliaria” que no se llene nuestra costa de “torres” a pié de playa, pues si el sensible señor que en ese momento decidió tirar el “Edificio de Trino” por cuestiones estéticas y paisajísticas, se ve que en el transcurso de su refinamiento estético hubo de sufrir alguna recaída a la hora de permitir la construcción de las “Torres de la térmica”, no fue la única recaída, pues al poco tiempo diseñó y aprobó un PERI –Plan Especial de Reforma Interior- no para realizar actuaciones extraordinarias en sitios que tanto lo necesitan como el Barrio Alto o el Cerro de San Cristóbal, sino para aumentar la altura de las Torres de la Térmica.
Lástima que la Isla de Alborán no pertenezca al término municipal de Almería, veríamos el complejo turístico-residencial que se construiría en tan adecuado enclave, incluido casino. Por si alguien se aprovecha de mi idea, exijo derechos de autor.
Gustos y colores
Escribe un comentario
Escribe un comentario