La primera tarde de la feria taurina de Roquetas de Mar, en su XV Aniversario, fue todo un espectáculo en los tendidos y en el ruedo, con lleno a rebosar, grandes faenas y seis orejas. Dos toreros diferentes, El Fandi y José María Manzanares, enamoraron en la tarde de ayer, sábado, al público y han salido a hombros por la Puerta Grande del coso salinero. El tercero en la terna, el joven Ginés Marín, tuvo menos suerte con su lote y, aún así, su voluntad fue premiada con una oreja. El alcalde, Gabriel Amat, se mostraba muy satisfecho por el éxito de esta primera tarde de feria taurina en honor de Santa Ana.
El Fandi y su toreo preciosista y apasionado ha sido el gran triunfador con un botín de tres orejas, una al primero y las dos de segundo de su lote, ante una Plaza de Toros entregada al diestro granadino. David Fandila abrió la calurosa tarde con su riqueza de pases, coloridos y muy vistosos, tanto con el capote como la muleta, conectando desde el primer momento con el público y cosechando la primera oreja.
Muy efectivo con las banderillas, adornándose en el capote, comenzó el tercer tercio recibiendo de rodillas al astado, dando lo mejor de sí y generoso en la riqueza de pases, algunos muy originales como unas manoletinas, muy aplaudidas por el público. Una faena redonda por la que se ganó merecidamente la oreja. En el segundo de su lote ha seguido con la variedad de pases, y la espectacularidad de su toreo. Sabía que podía conseguir algo grande y por eso ha ido ganando terreno al toro, con riqueza de pases, e incluso se atrevió con unos desplantes muy aplausos. El premio, dos orejas. Agradecido ha besado la arena del coso roquetero, cuyo público tanto le quiere.
El segundo triunfador ha sido José María Manzanares, que con su toreo elegante ha logrado su objetivo con el segundo toro, al que le ha cortado las dos orejas. José María Manzanares volvió a demostrar la elegancia que le viene de estirpe. Durante las dos faenas ha ofrecido un toreo templado y a cámara lenta, con la muleta bien abajo. Una actuación brillante y llena de torería, que se ha visto frenada, en el caso del primero toro, por las tres veces que tuvo que usar la espada, y ya en la segunda se ha resarcido con dos orejas. Su toreo al natural ha recibido algunos de los mayores aplausos de la tarde en el coso salinero.
El tercer diestro, el joven Ginés Marín, ha sido todo voluntad y buen hacer, pero los toros y la espada no le han acompañado en la primera corrida de toros la feria taurina de Roquetas de Mar, donde se conmemora el XV Aniversario de su Plaza de Toros, bajo la organización de la Delegación de Gestión de la Ciudad del Ayuntamiento de Roquetas de Mar.
El extremeño, que vino acompañado como picador por su propio padre, demostró entrega, hondura y ligazón. Una faena elegante, despacio como se cocinan las buenas obras, con la que recibió los aplausos del público en el primer toro y una oreja en el segundo de su lote, el más complicado, más soso y, por tanto, difícil de torear. Para lograr esa precisada oreja tiró de torería y valentía, y a pesar de su juventud, logró sacarle lo mejor al astado, y una merecida oreja. Una gran tarde de toros en la Plaza de Toros de Roquetas de Mar, en la Feria de Santa Ana.