La Agencia Espacial Europea (ESA) está trabajando de forma intensiva en el registro de la frecuencia del Giove-A, primer satélite del futuro sistema europeo de navegación por satélite Galileo, y espera haber concluido la tarea en diez días.
“En diez días habremos registrado la frecuencia de Galileo”, avanzó el director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, al referirse el Giove A, que envió las primeras señales a los receptores de la tierra el pasado día 12.
Dordain, que hacía balance de 2005 ante la prensa y trazaba las perspectivas para este año, no quiso aventurarse sobre una fecha para el lanzamiento del segundo satélite de Galileo, el Giove B, hasta que no se haya concluido el registro de la frecuencia del primero y no se evalúe la marcha del programa.
En cualquier caso, en el calendario de previsiones que la ESA hizo público a comienzos de año, el lanzamiento del Giove B figura en el programa del mes de abril.
“El satélite funciona perfectamente”, afirmó el director general en referencia al Giove A, antes de señalar que su intención es que una vez que se haya hecho balance del registro de las frecuencias la puesta en órbita del segundo se lleve a cabo “lo más rápidamente posible”.
Al enumerar las misiones que la ESA tiene previstas para 2006, destacó, entre otras, la inserción en órbita de la sonda de exploración Venus Express el 11 de abril, el lanzamiento del satélite meteorológico Metop el 30 de junio o el fin de la misión de la sonda Smart-1, que debe estrellarse sobre la superficie de la luna el 17 de agosto.
A más largo plazo, habló del proyecto de una misión de exploración complementaria a la de la sonda Mars Express, bautizada Exo Mars, para el horizonte 2011.
Dordain precisó que el objetivo es que un vehículo aterrice en el suelo de Marte para la prospección geológica de este planeta, lo que responde a los deseos de la comunidad científica europea y que tiene un fuerte apoyo de los Estados, que ya han prometido más fondos de los requeridos por el programa.
La respuesta de los países miembros de la ESA a ese programa de exploración de Marte “ha superado nuestras propias expectativas”, y no está cerrado a participaciones extra europeas, añadió.
Dordain hizo un balance muy positivo de 2005 porque la ESA cubrió todos sus objetivos, a excepción del programa del satélite meteorológico Cryosat, que se perdió por el fallo del cohete ruso que lo debía poner en órbita, el Rockot.
A ese respecto, señaló que como el programa del Cryosat es demasiado importante para prescindir de él, se trabaja en la construcción de un nuevo satélite y los planes son organizar “un lanzamiento en 2009”.